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lunes, 2 de junio de 2008

Para tenerlo presente


DÍA DE LA VERGUENZA CHUQUISAQUEÑA:

24 DE MAYO DEL 2008.



Por: Aureliano Turpo Choquehuanca
Periodista del Diario Regional
Los Andes de Puno-Perú.
E-Mail: turaschay@yahoo.com



La historia del colonialismo externo e interno señala que un 24 de mayo de 1809 se dio el grito de libertad en la Audiencia de Charcas para los latino íbero-americanos, contra la dominación española su madre patria, sobre todo, en los claustros de la Universidad de San Francisco Xavier, fundada en 1624 por la congregación religiosa de los jesuitas, donde se difundían las ideas de los ilustrados liberales europeos que derrotaron a la monarquía absolutista y difundieron la revolución francesa y con ello el sistema de gobierno republicano que subsiste hasta el día de hoy en una situación de crisis crónica, como se observa en la Bolivia de los inicios del siglo XXI. Siglo de los indios del Tawantinsuyu.
Para nadie es novedad que las llamadas universidades nacionales y particulares de América Latina y de manera especial de los países en “vías de desarrollo” de Ecuador, Perú y Bolivia no son más que las reproductoras del poder económico y político de la oligarquía criolla-mestiza, descendientes de los españoles americanos que ostentan privilegios en las distintos espacios de la administración pública y del Estado colonial republicano.
El colonialismo interno republicano se revistió de falso sentimiento nacionalista pero de esencia colonialista, donde el soberano sufre las consecuencias de la herencia colonial impuesta vía la institucionalización republicana. La historia republicana en la llamada América del Sur nos presenta hechos políticos e históricos que confirman nuestra afirmación, pues, el genocidio, el etnocidio contra el pueblo y las naciones kechuas, aymaras y amazonenses no han desaparecido con la llamada independencia, muy por el contrario se acentuaron y se institucionalizaron vía la aculturación, la alienación y el colonialismo mental que las instituciones llamadas educativas han hecho posible la consolidación del poder oligárquico a lo largo de más de 280 años de “vida republicana”.
Los sucesos deplorables y vergonzosos desatados por los llamados “estudiantes universitarios de Chuquisaca”, el pasado 24 del presente mes es la máxima expresión del colonialismo mental que consolida la Universidad Colonial de San francisco Xavier, con la complacencia de sus autoridades locales, tales como la alcaldesa, el rector de la universidad, el presidente del Comité Interinstitucional y los legisladores sucrenses, que se rasgaron las vestiduras después de que los medios de comunicación mostraron las imágenes de cómo los “futuros profesionales de Chuquisaca” en franca actitud delincuencial maltrataban y los humillaban a los campesinos chuquisaqueños que se concentraban en los alrededores del Estadio para recibir al Presidente Constitucional de la Republica, Evo Morales Ayma, Primer Presidente Aymara de América del Sur.
Es importante señalar que los “llamados estudiantes universitarios” de la capital boliviana en su mayoría son de tez morena y a no dudarlo diríamos que son hijos de indígenas campesinos citadinizados y aculturados, de uno que otro mestizo alienado y colono mental colonizador que se desprecia y desprecia a sus conciudadanos sucrenses del campo y la ciudad que buscan otro camino mas cercano a sus problemas de sobre vivencia, que el gobierno del Primer Presidente Aymara de Sudamérica, impulsa mediante las reformas nacionales de su revolución democrática y cultural.
La intolerancia y el racismo manifestado en la capital boliviana de conformidad a las denuncias hechas públicas en la prensa nacional escrita, radial y televisiva dan cuenta de que es fruto de intereses económicos y políticos de quienes han perdido el protagonismo político que ostentaban con las dictaduras militares y los gobiernos neoliberales que el gobierno de Evo Morales y su gobierno han condenado y condenan por la privatización de los recursos naturales renovables y no renovables del país, sobre todo, cuando señala que los terratenientes del oriente boliviano buscan dividir el país vía las autonomías departamentales al que se ha adherido el departamento de Sucre.
Este hecho político es también reflejado en los sucesos de violencia inhumana que se manifestó durante las sesiones de la Asamblea Constituyente, so pretexto de que la demanda sucrense de ser incluida en el debate, la demanda de la capitalia plena. Demanda que no fue contemplada por la Asamblea Constituyente debido de que no era un tema constitucional sino un pretexto para inviabilizar las discusiones constitucionales, que tuvo consecuencias lamentables como el denunciado por el asambleísta orureño Félix Cárdenas Aguilar en el periódico mensual Pukara Nº 28 de La Paz-Bolivia.
Hoy por hoy Bolivia es el escenario de grandes controversias políticas, económicas y culturales debido a los nuevos aires que viene impulsando el presidente aymara, aires que se alinean con la política antineoliberal globalizante impulsada por los llamados gobiernos que buscan construir el socialismo del siglo XXI en contra del imperio y las trasnacionales que ven peligrar sus intereses neocoloniales, sobre todo, la pérdida del control de su patio trasero, América Latina. Los Tratados de Libre Comercio (TLC) o Tratado de Libre Colonización y el ALCA que han sido rechazadas por el gobierno de Morales Ayma y su política de nacionalizaciones en el marco de las reformas nacionales se constituyen en los argumentos de la permanente crisis política boliviana.
Los medios de comunicación boliviana muestran las lacerantes imágenes de humillación a los miembros de las FF. AA., a quienes los cercaron las turbas fascistoides y los obligaron a marchar portando la bandera sucrense en franco desconocimiento de la autoridad, sobre todo, a la institución que esta llamada a proteger a la nación y a la ciudadanía. Este hecho es la muestra clara de la intolerancia separatista que se viene cocinando a imagen y semejanza de los separatistas cruceños que ya anunciaron organizar su propia policía departamental sujeta a su “gobernador autonómico” y su política de comercialización internacional, legislación laboral anunciando un salario mínimo de mil bolivianos. Todo esto es una franca manifestación de rechazo al gobierno soberanamente elegido por el soberano.
El diputado chuquisaqueño, Jorge Alurralde en medio de la confusión, a la pregunta de un periodista del diario La Razón sobre los hechos violentos sucedidos, manifestó: “no queremos que exista enfrentamiento entre bolivianos, ellos son simplemente mandados por Rada” (Ministro de Gobierno). Esta respuesta es demasiado infantil, pues nadie se lo cree, pues, las evidencias de la intolerancia y el racismo son una cotidianidad, pues, autoridades de gobierno en semanas pasadas han sido vejadas de la forma más cínica y desvergonzada, lo que nos rememora a las épocas de las dictaduras de la década del 60 y 70 del siglo pasado, porque no decir de la época de la colonización pizarrista y toledana.
Las autoridades de Sucre al ser responsabilizadas por el gobierno y por todo el pueblo boliviano de ser los responsables de todos estos actos de violencia y racismo se han escudado en su propia mirada de caballo cochero, al señalar que ellos no son responsables de estos hechos vergonzantes. Así el presidente del Comité Interinstitucional, Jaime Barrón ha manifestado que el “Gobierno no tiene idea de lo que habla; creo que lo que tiene que hacer es una buena lectura de lo que está sucediendo en Chuquisaca, para no confrontar más a la Policía y militares contra el pueblo”. De la misma manera la alcaldesa Aydée Nava decía que “el gobierno había cometido un grueso error político, al pretender arribar a Sucre sin haber hecho un mínimo gesto de reconciliación. Fue un acto de provocación frente al pueblo dolido y humillado por las mentiras, la soberbia y la total insensibilidad”. (La Razón: 25-05-08)
Estas son algunas de las mea culpas de las autoridades sucrenses que no se distancian de las opiniones de la oposición parlamentaria: PODEMOS, que ve en el gobierno como el destructor del Estado que usufructuaron los últimos 20 años del siglo pasado y que se resisten a entender que en Bolivia se ha iniciado cambios para la reconstitución del poder legítimo del soberano excluido y marginado de la administración gubernamental y de la reestructuración del Estado colonial republicano, que el presidente aymara viene llevando a cabo como reto del siglo XXI.
El diario La Prensa del domingo pasado a grandes titulares en su portada decía: “Sucre frena arribo de Evo y echa a los campesinos”, acompañado de una fotografía de campesinos medio desnudos arrodillados en la plaza 25 de mayo, con un poncho rojo y una chalina celeste semi quemadas. Las imágenes son muy elocuentes de lo sucedido en la capital boliviana el sábado pasado 24 de mayo, denominada como el “Día de la Vergüenza Cruceña”, que evidentemente le ha quitado el lustre que debían exhibir las autoridades chuquisaqueños al conmemorar los 199 años del grito de libertad de los españoles americanos que crearon su republica para hacer explicita su libertad de ejercer intolerancia y racismo contra los legítimos dueños de la sociedad ancestral del Hurin Kollasuyu tawantinsuyano.
Estos acontecimientos nos lleva a pensar como el colonialismo interno y el colonialismo mental que se reproducen en las universidades de América del Sur son los instrumentos reproductores de la intolerancia, el racismo, la discriminación y el vasallaje a los ideales de la política extracontinental de los anglosajones globalizadores y del pensamiento único que se impulsan de conformidad a los postulados políticos del Consenso de Washington. El inicio del siglo XXI nos convoca a repensar en como llevar a cabo la lucha soberana contra todas las formas de la colonización externa e interna que nos ha sumido en la más inhumana y cruenta situación de pobreza, sobre todo, de cómo reconstituir nuestras instituciones sociales, económicas, políticas y culturales para salir de esta situación colonial en que la republica nos ha condenado.
Lamentablemente, las universidades cumplen un rol colonizador al servicio del poder oligárquico de los criollos y mestizos, aún empoltronados en la administración gubernamental de los Estados nación en formación, que a decir verdad están en crisis y en franco proceso de decadencia. El Perú no es una acepción, muy por el contrario, también es el escenario de grandes conflictos políticos, sociales, económicos no visibilizados que la sociedad no las percibe objetivamente. Los politequeros de la derecha y la izquierda, como de los neoindigenistas son también los interesados en evitar que el soberano decida su propio destino histórico y político e impulsar los cambios y transformaciones estructurales del Perú-Tawantinsuyano.
Hace algunas semanas en la Ciudad de los Reyes: Lima, se ha llevado la Cumbre Social de los Pueblos, donde el primer presidente aymara de Bolivia arengó a los allí concentrados a luchar contra la política neoliberal de una parte y de otra parte los gobiernos alineados al gran capital trasnacional con Alan García a la cabeza, establecieron las líneas de juego de las trasnacionales para fortalecer los Tratados de Libre Colonización (TLC), vía los convenios bilaterales y multilaterales que perjudican al conjunto de la sociedad empobrecida y excluida de estos negocios que son de beneficio exclusivo de los mistis oligarcas en el poder político. Es lamentable que en la Cumbre de los Pueblos no haya estado el Ex -Miembro del Foro Permanente de las Naciones Unidas, el representante del Perú, el abogado neoindigenista de derecha Fortunato Turpo para dar cuenta de su gestión asumida a nombre de los indios del Perú.
Los acontecimientos ocurridos en la capital boliviana es una advertencia a la sana memoria de los pueblos y naciones ancestrales de la hoy llamada América Latina y de manera especial de los países donde los kechuas, aymaras y amazonenses somos una opción de poder y gobierno de cara a los retos del siglo XXI. Al mismo tiempo, demandamos a las organizaciones indígenas del continente Abya Yala (América) y de manera especial del Tawantinsuyu (América del Sur) repudiar estos actos de vandalismo, intolerancia y racismo contra los indígenas kechuas de Chuquisaca que aspiran a mejores condiciones de vida que les ofrece el gobierno de Evo Morales después de más de 475 años de sojuzgamiento colonial externo e interno.
Finalmente, mientras se ultrajaba a los miembros de las FF. AA. y a los indígenas kechuas de Chuquisaca, las autoridades locales recibían con bombos y patillos a los prefectos de la mal llamada “Media Luna”, al presidente del Senado Oscar Ortíz y al prefecto de Cochabamba en franca aceptación del vandalismo de los “jóvenes por la democracia” de Sucre, fieles imitadores de la “unión juvenil cruceñista”, que nos hace recordar a las huestes sanguinarias de la juventud hitleriana alemana. El diario La Prensa del 25 de mayo del 2008 informa: “Según la Red Erbol, los campesinos fueron aprehendidos en su mayoría en la zona de El Alba, donde ´también cayó en manos de los universitarios autonomistas el alcalde de la localidad de Mojocoya, próxima a Sucre, Ángel Vallejo`, quien fue llevado a rastras por varios kilómetros por sus enardecidos captores”…el dirigente del agro chuquisaqueño, Esteban Urquizo denunció a La Prensa, que sus captores les hicieron pedir perdón, los golpearon y los pisotearon” como si fueran seres humanos sin dignidad ni derechos humanos.
Estos hechos, indignaron al Primer Presidente Aymara de Bolivia y suspendió su visita debido a que los grupos de choque organizados presumiblemente por las autoridades locales, podían bañar en sangre la ciudad chuquisaqueña so pretexto de que Evo Morales es mal venido a Sucre. Toda esta situación creada por la intolerancia y el racismo sucrense viene motivando una cadena de indignación y de repudio a los impulsores intelectuales y materiales a plano nacional e internacional. Las organizaciones sociales del campo y la ciudad demandan al gobierno a convocar de inmediato al referéndum para constitucionalizar la Nueva Constitución Política del Estado y refundar el Estado Plurinacional como reto del siglo XXI. ¿Dónde esta el Estado de Derecho que tanto reclama la oligarquía autonomista y PODEMOS? ¿Cómo entender el futuro de los pueblos y naciones ancestrales de Sudamérica y Bolivia en particular?.

La Paz. 26 de Mayo del 2008.