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Tu amigo Bruno Medina Enríquez, Director de la Revista ASWAN QHARI, te da la bienvenida para que juntos construyamos los enlaces que nos ayudan a revalorar nuestra cultura y auspiciar un futuro promisorio, en la búsqueda de alcanzar el Sumac Causay, que nos hará libres en una nueva sociedad!!!



sábado, 29 de octubre de 2022

GRUPO ORQOPATA Y SU RELACION CON MARIATEGUI

Puno y la Creación Heroica de Mariátegui


Escribe: Bruno Medina Enriquez

A invitación de Asociación Amigos de Mariátegui, de su Presidente Fanny Palacios y de la Redacción de la Revista Marka, preparamos este texto que lo expusimos en una jornada cultural del Museo Mariátegui,

En esta ocasión dentro del tema El Partido de Mariátegui, la Nueva Creación Heroica, nos toca valorar su relación con parte del Sur Peruano, en este caso el departamento de Puno, donde un movimiento social e intelectual, efectivamente contribuyó con esta Creación Heroica

Resulta que en Puno, entre la primera y segunda década del siglo pasado se desarrollaron diversas manifestaciones y rebeliones indígenas muy contundentes contra el gamonalismo, la más significativa la del Mayor Teodomiro Gutiérrez “Rumi Maki” en 1915 de fuerte influencia anarquista y la de 1923, denominada de Huancho Lima, porque allí el movimiento indígena aleccionada de la consigna de Leguía que propiciaba una política de “Patria Nueva”, fundaron en la comunidad campesina de Wancho, una ciudad denominada Lima, que para ellos sería la capital de un nuevo Tawantinsuyo, pero no  solo eso, en Puno se venía gestando un movimiento muy intenso en defensa del indígena, que había devenido del inicial anarquismo hacia las nuevas ideas que la Revolución de Octubre de 1917 había difundido en el mundo, hecho que implicaba ya el concepto de la alianza obrero campesina.

Puno ha sido y es una región aislada del Perú, en todo caso lejos de Lima, había tenido un desarrollo cultural independiente de la metrópoli, resulta que a Puno la cultura del mundo civilizado de Europa, llegaba con mayor anticipación e independencia de la capital, la vía era el puerto de Buenos Aires, luego vía tren a La Paz, Bolivia y de ahí vía lacustre a Puno, para trasladarse en tren a Cuzco y Arequipa, así como llegaban las mejores telas y los mejores licores europeos, que los gamonales adquirían, también llegaban óperas y conciertos, como las revistas y los libros más actuales, por supuesto con las ideas que el mundo europeo en que estaba en boga el Vanguardismo en la cultura y por supuesto el socialismo en el campo social.

Ese acceso independiente a la cultura mundial, permitió que en Puno se conociera y se discutiera sobre esas nuevas ideas, en los años veinte una generación de jóvenes, muchos de ellos que habían sido alumnos de José Antonio Encina, cuando esté diera inicio a la experiencia pedagógica de la Primera Escuela Nueva en el Perú,  en 1915 forman el Grupo intelectual Bohemia Andina con Emilio Romero, Arturo Peralta y Ezequiel Urviola y hacia 1919 forman el Centro Cultural Orkopata, bajo el liderazgo de Gamaliel Churata seudónimo de Arturo Peralta Miranda (Puno19 de junio de 1897 - Lima9 de noviembre de 1969),  quien junto a otros jóvenes como su hermano Alejandro Peralta, Emilio Vásquez, Dante Nava, Emilio Armaza, Luis de Rodrigo al que se sumaron Inocencio Mamani, joven dramaturgo indio, Mateo Jaika seudónimo del cuentista Víctor Enríquez Zaavedra  o Diego Kunurana seudónimo del tercero de los hermanos Peralta, el pintor Demetrio Peralta Miranda, durante esa década del 20 desarrollaron una intensa actividad cultural, social y política uniendo el vanguardismo con el indigenismo, cuando la Editorial Titikaka que fundara Gamaliel Churata,  inicia la publicación en 1926 del Boletin Titikaka, hasta alcanzar 35 números en 1930, que sería la última edición en homenaje a José Carlos Mariategui. Calificada hoy como la mejor etapa de desarrollo cultural en esa región.

Sabemos que cuando Mariategui regresa de Europa, con formada convicción marxista y empieza a descollar en los medios con nuevas ideas sobre la interpretación de la realidad Peruana, es seguido por esta generación de jóvenes, quienes empiezan a evolucionar de las iniciales ideas anarquistas, por sus lecturas sobre Gonzales Prada, Jean Grave  o Kropotkin, hasta su posterior adscripción al socialismo marxista, sin descuidar dentro de ello la defensa irrestricta del indio, en el llamado movimiento indigenista que promovian, ideas que empezaron a compartir a la distancia con Mariategui, tanto así que cuando José Carlos decide la publicación de la Revista Amauta en 1926, ya tenía contacto con Gamaniel Churata y el grupo Orkopata de Puno, en tanto que Churata siendo director de la Biblioteca Municipal de Puno, tiene una intensa comunicación con la Editorial Minerva a fin de contar con sus ediciones a favor de la Biblioteca, para luego convertirse en agente de las diversas publicaciones que serían distribuidas en todo Puno. Así lo suscribe en una carta que le envía a Mariátegui en 1926, donde le dice:

Desde los primeros años declaré mi credo revolucionario. Cuando Ud. probablemente se nutría de selecta literatura, lo que sin duda le ha procurado esa admirable pureza y agilidad de su expresión, yo vomitaba (siempre sólo podré hacer eso) toda la dinamita que la esclavitud del indio producía en mis nervios. A los quince años desafiaba a duelo a un gamonal, a causa de los indios, y a los diecisiete me encarcelaban a causa de haber insultado al gobierno de Benavides. Soy, pues, orgánicamente, un vanguardista (en verdad que la palabra también me ha cansado) y mi colaboración a su labor obedece a eso[1]

Del mismo modo se convertirse en agente de las ideas de Mariátegui, continúa publicándose el Boletín Titicaca, que ademas de catálogo cultural de la Editorial Titicaca, también por ese medio se anunciaban las publicaciones de la Editorial Minerva y se publicaban materiales de los diversos integrantes del grupo Orqopata, así como de escritores de otros países que cultivaban esas nuevas ideas.

Y lo mismo sucedería con la Revista Amauta, donde fueron publicados diversos materiales de esos jóvenes autores del Grupo en especial Arturo Peralta y Luis de Rodrigo, en defensa de la cultura nacional y el indigenismo.

Esta relación de Mariátegui con el Grupo Orqopata se mantuvo en los años siguientes en un intercambio de correspondencia que evidenciaba esa relación de ideas y pensamientos comunes, tanto así que las reuniones que tenía el Grupo Orqopata (denominado así por el barrio donde se reunían) tenían visos de ser una organización política que se realizan tanto en la Casa de Churata como en otros domicilios, de manera muy reservada,[2] porque la discusión se daba en que se discutían sobre problemas culturales y políticos, sobre las nuevas ideas que Mariátegui había lanzado ya en LOS SIETE ENSAYOS, donde el “Problema del Indio” tratado desde una visión dialéctica y marxista por Mariátegui, los llevo a tener diversas reuniones en la que se permitían tratar este tema de sumo interés para este grupo puneño.

Para Mariátegui, las leyes y ordenanzas en favor del indígena eran eliminadas por los gamonales que eran las autoridades de las haciendas. Decía que así este escrita esa ley esta era impotente por acción del alcalde, del juez, del comisario, el policía o el ejercito, así publicó en 7 Ensayos,  que “La ley no puede prevalecer contra los gamonales. El funcionario que se obstinase en imponerla, sería abandonado y sacrificado por el poder central, cerca del cual son siempre omnipotentes las influencias del gamonalismo, que actúan directamente o a través del parlamento, por una y otra vía con la misma eficacia”.

Mariátegui realza el papel de las masas indígenas como el auténtico «proletariado» del continente y propaga la necesidad de una revolución socialista, ideas que permiten la evolución del inicial pensamiento anarquista del Grupo Orqopata, para convertirse en un grupo de discusión política del marxismo que debía aplicarse en Perú, como así se lo hace saber Gamaniel Churata a Mariátegui, en la carta que le escribe  en 1927.

Otro tanto: (…) U., mi querido compañero y sobre todo serenidad para seguir desbrozando el terreno que a U. le cupo la misión de hablar el nuevo verbo, cuando el aliento de Gonzales Prada ya perdía.
Un abrazo cordial de su compañero

En verdad esta etapa es muy importante en la contribución del grupo a la creación heroica de Mariátegui, inclusive luego de la clausura temporal de Amauta y los primeros pasos para la formación del Partido de los trabajadores y la Central Sindical. Jorge del Prado en una declaración que le realizara al escritor José Luis Ayala[3], manifiesta que Mariátegui en 1928 envió con el joven poeta comunista Carlos Oquendo de Amat, una carta a Churata, encomendándole a este, quien se dirigía  la Paz, donde fuera detenido por su militancia y con indicaciones sobre la formación de la organización partidaria.

En marzo de 1930 con esa confianza manifiesta, Mariátegui le escribe estas palabras definitorias a Churata, informándole las tareas que le encomienda realizar;

En enero, el viaje de un compañero del Cusco estableció cordiales relaciones entre los grupos de Lima y esa ciudad. Le adjunto la copia de tres resoluciones últimas, que se agregan a los puntos programáticos y al plan de organización del Partido Socialista Se ha hecho cargo de la Secretaria General el compañero Eudocio Ravines,  quien le escribirá en breve ,insto a que tome Ud. la iniciativa de la constitución formal del grupo de Puno, que ojalá esté integrado por indios, en la mayor proporción posible. No importa que no haya gente perfectamente adoctrinada. Basta que tenga probado y vigilante conciencia clasista y que quiera trabajar, instruyéndose al mismo tiempo que instruye a las masas.

Un mes después el 16 de abril de 1930, fallece Mariátegui,

Gamaliel Churata no mostró su interés por formalizar en Puno, la organización partidaria fundada por Mariátegui, no consta que llegue a militar formalmente en el Partido Socialista o Comunista. Producido la revolución militar de Sánchez Cerro del 20 de agosto de 1930, Churata mediante un volante que publica el 24 de setiembre en Arequipa, se adhiere a esta movilización de Sánchez Cerro,  manifestando que el Militarismo y el Aprismo son el gobierno del pueblo, y es la alternativa del cambio de la sociedad. Aunque pasados los tiempos ante la represión de Sánchez Cerro, su apresamiento en Puno y su posterior exilio en Bolivia, retorna a su postura política hacia el socialismo.[4]

Más bien es el Joven comunista Cusqueño Sergio Caller[5], quien llega a Puno ya a mediados del año 30 con el encargo que  Mariátegui le había dado para regularizar la organización en el Cusco y luego formalizar las primeras células del Partido en esta ciudad, a su llegada aunque tuvo un atento recibimiento de Churata, este junto a su hermano Alejandro Peralta no asumieron la propuesta de Mariátegui, distanciándose del grupo, como lo hiciera antes el escritor Emilio Armaza, salvo el hermano menor Demetrio Peralta, junto a Mateo Jayka, Luis de Rodrigo, y otros intelectuales y dirigentes campesinos se sumaron a la formalización del Partido en Puno, como lo hacen el mismo Mario Franco Hinojosa, y Francisco Chuquiwanca Ayulo, hay que destacar  la importantísima incorporación de Francisco Chuquiwanka Ayulo a las ideas del socialismo, este abogado descendiente de una antigua estirpe inca, que compartimos,  fue un destacado intelectual indigenista de la Generación del 900, intenso luchador social en los tiempos de las revueltas indígenas de 1014, 1915 o 1923 y que inclusive años antes, en 1912, había sido excomulgado por el obispo de Puno, por su lucha en favor de los indígenas.

Formalizada la organización, es de esa base que sale el Candidato a la presidencia de la Republica que presenta el Partido, en las elecciones generales de 1931 se trata del dirigente campesino nacido en Azángaro, Eduardo Quispe Quispe.

Al poco tiempo vendría la represión de Sánchez Cerro, que destruiría la organización del Grupo puneño, Chuquiwanka Ayulo Sergio Caller. Gamaliel Churata y otros intelectuales fueron apresados en Puno acusados de comunistas. Gamaliel Churata saldría exilado a Bolivia, donde se quedaría 32 años. En una entrevista  de Carlos Medinaceli en La Paz de 1932, Churata se declara socialista y convicto del Marxismo.[6] Otros serian traídos a Lima y al Frontón, entre ellos Caller.

Fundadores de la organización partidaria.
Mario Franco Inojosa, Francisco Chuquiwanka Ayulo
y el joven comunista Vicente Mendoza Diaz


Sin que se descuide la organización aun en la clandestinidad, Francisco Chuquiwanca Ayulo sería el secretario del partido en Puno, vendrían nuevas generaciones a reforzarlas después, donde se sumarían los jóvenes hermanos Julio y Vicente Mendoza Díaz, entre los que destaca Vicente quien ya se había vinculado a las ideas y la militancia del socialismo desde estudiante, ya que había  llegado a ser el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad San Marcos, cuando esta se reapertura con José Antonio Encina como Rector, en 1931-33; luego t

endría una descollante actividad política. También vendrían los hermanos Juan y José Sotomayor Pérez y José Macedo Mendoza, Fernando Manrique Enríquez y los Molleapáza entre otros tantos, pero eso ya es otro tema.

Debo concluir con valorar en esta ocasión la importante participación de ese grupo de intelectuales puneños del Grupo Orqopata, en la creación de la conciencia social de la población obrero-campesina, desde entonces las grandes mayorías de dicho departamento junto al Cusco o Arequipa ubicados en el sur peruano, donde también se sucedieron caso parecidos al de Puno, han asumido una permanente opción por el cambio de la sociedad peruana en búsqueda de un mundo mejor. una sociedad más humana, que aspirara José Carlos Mariátegui.



[1] Los textos aquí reproducidos de la correspondencia entre Churata y Mariátegui, son del Archivo Virtual de José Carlos Mariátegui. http://archivo.mariategui.org.

[2] Es sabido que en dichas reuniones los del grupo Orqopata, poetas, escritores intelectuales se vestían con ropa de indígenas, bebían licores fuertes, Chicha y consumían los alimentos en el suelo o en vasijas de barro, seguramente para no evidenciar sospecha de conspiración alguna, o para evidenciar su identidad aborigen.

[3] José Luis Ayala. Carlos Oquendo de Amat, 100 metros de biografía. Ed. Horizonte 1998. P.179

[4] Arturo Vilchis Cedillo. Travesia de un itinerante. Universidad Nacional del Altiplano Puno 2013 p. 116

[5] Sergio Caller Zavaleta, uno de los fundadores de la primera célula comunista del Cusco, fue el diputado comunista en 1945, fallece el 24 de febrero de 2008 a los 103 años.

[6] Arturo Vilchis Cedillo. Travesía de un itinerante. Universidad Nacional del Altiplano Puno 2013 p. 110.



[1] Los textos aquí reproducidos de la correspondencia entre Churata y Mariátegui, son del Archivo Virtual de José Carlos Mariátegui. http://archivo.mariategui.org.

[2] José Luis Ayala. Carlos Oquendo de Amat, 100 metros de biografía. Ed. Horizonte 1998. P.179

[3] Sergio Caller Zavaleta, uno de los fundadores de la primera célula comunista del Cusco, fue el diputado comunista en 1945, fallece el 24 de febrero de 2008 a los 103 años.

[4] Arturo Vilchis Cedillo. Travesía de un itinerante. Universidad Nacional del Altiplano Puno 2013 p. 110.

domingo, 14 de agosto de 2022

LAS PAGINAS DE MI TIERRA, de Eduardo Masco Mamani

LAS PAGINAS DE MI TIERRA, 
de Eduardo Masco Mamani 

Escribe: Bruno Medina Enríquez 

Póstuma edición de Eduardo Masco Mamani, sobre temas de importante interés de la comunidad azangarina y nacional, esta obra recientemente publicada por su familia en una edición extensa que trae en su contenido, diversos tópicos que el autor toma en sus escritos: Docente azangarino desde finales de los años 80s, y que como periodista desplegó amplia labor desde muy joven en diversos medios de Azángaro, y como corresponsal de distintos medios de comunicación nacionales, entre las que se incluye la publicación que dirigiéramos durante muchos años, como es la Revista ASWAN QHARI, a donde Eduardo se sumó con varios artículos, que reflejan el quehacer azangarino en los diversos campos de la tradición y la cultura. 

 Eduardo Masco paralelamente a su acción como docente de educación primaria, cumplió diversas funciones en organizaciones gremiales y de reivindicación, funciones que compartió con el periodismo autodidacta en diversas radios de Azángaro o de Juliaca transmitiendo noticias del día a día como corresponsal, hecho que le permitió adquirir gran experiencia en ese campo, cuando la televisión se masifica donde también participa en programas periodísticos. En días pasados su hijo José Antonio, principal propulsor de esta póstuma edición, nos comentaba del importante archivo en grabaciones de cassetes o discos que ha dejado en su labor periodística, algunas grabaciones tomadas en el “mismo campo de batalla”, en aquellos infaustos años 80s, en que Azángaro se vio inmiscuida en la vorágine del terrorismo y la subversión.


 Sin embargo, su producción intelectual también devino no solo en artículos periodísticos y de historia, sino obras que fueron publicadas en su momento, como son los títulos “Origen de Tintiri y el Pacharaymi”, “Biografía de Ezequiel Urviola” y esta obra que ya la tenía casi preparada antes de su muerte, hace algo más de un año producto de esta crisis sanitaria que sufrimos; aunque tiene inéditas una par de obras como una Monografía dedicada al distrito de Salinas y un reporte turístico del distrito de San José.

 De nuestra parte, en su homenaje, por haber compartido la amistad y por ende inquietudes comunes, no podríamos dejar de comentar esta obra que refleja y es la síntesis de varias facetas que el autor ha tocado en su trayectoria de escritor, y cuya familia, en especial su esposa e hijos recientemente la han hecho pública, en esta prístina y apretada edición de más de 150 páginas, con amplios textos divididos en cuatro partes: Gamonalismo, Movimientos campesinos, Folklore y Danzas, y la Fiesta del Machu Niño. 

En la primera retrotrae a la actualidad hechos históricos de muchísima importancia que influyeron en la política nacional en otros tiempos, como es el gamonalismo en Azángaro y el papel que jugó cuando esta clase social dominaba la economía y la política peruana, haciendo un recuento muy importante del feudalismo nativo, y una recreación muy amplia de los gamonales más importantes de Puno; así Eduardo Masco en este libro recrea o reproduce prístinamente, lo que fuera publicado a inicios del siglo pasado en los folletos “Biografía criminal de José María Lizares Quiñones y su Hijo Angelino Lizares Quiñones por desgracia vecino de Azángaro…. “ y otro folleto muy importante “Mancha que limpia”, el primero publicado en Iquique en 1899 y atribuido por los Lizares a Felipe Luna Tamayo y el segundo impreso y publicado en 1903 en Azángaro y atribuido a los Lizares Quiñones. 
Hay que reconocer la importancia de esta breves y crudas publicaciones tanto así que, en la década de los años 70 del siglo pasado, fueron reeditadas y publicadas por la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de San Marcos de Lima, con el objeto didáctico de conocer la realidad del gamonalismo en el Perú y para consulta de los estudiantes de esa y otras facultades, que estudiaran la historia social del Perú. De ahí la importancia de esta obra, en la que podemos releer luego de 120 años después, la realidad del gamonalismo que se impuso a sangre y fuego, después de la Guerra del Pacifico y por su puesto de la guerra civil entre Cáceres y Piérola, a fines del siglo XIX, que tuvo una importante influencia y repercusión en distintos sucesos que ocurrieron en esas fechas en Azángaro y que se reflejaron con clara elocuencia en la competencia y pelea entre gamonales en aquellos tiempos referidos; como fueron las familias Lizares y Luna. 

Releer sobre el contenido de “Biografía criminal..”, nos trae a la mente como el gamonalismo representado por los Lizares se hicieron de grandes propiedades, acudiendo inicialmente a la insania de la Sra. Josefa Quiñones, madre de José María, para lograr acopiar propiedades a costa de sus amoríos, hecho que continua este autonombrado Coronel de milicias campesinas; al acumular tierras y propiedades a fuerza de la imposición de su “poder” contra los campesinos e indígenas que fueron despojados de sus propiedades, por diversas argucias legales y la cómplice participación de autoridades políticas, policiales, judiciales, tinterillos y “yanaccullus” al servicio del patrón; acciones nefastas que fueron continuadas por su hijo José Angelino hasta el final de sus días. La publicación de este “panfleto” tuvo honda repercusión política y social en la región y a nivel nacional, por la crudeza en que fue escrito, desnuda con amplia profundidad las atrocidades cometidas por esa familia, hechos que lindan con el delito cometido pero soslayado por la autoridad, en menoscabo del indígena que, acudiera donde acudiera en busca de justicia, nunca lo encontraba. Las duras palabras utilizadas para calificarlos, son la mejor explicación de la calidad moral de los protagonistas de esta “Biografia”. El texto se le atribuyo a otro gamonal que resultó siendo su pariente, Luis Felipe Luna Tamayo, padre del escritor Lizandro Luna, también autoridad y parlamentario como lo fueron los Lizares, quien negó serlo, lo que originó una enemistad familiar que duró muchos años y que inmiscuyo a otros gamonales de esos tiempos. 
Esta primera parte concluye con una recreación del siguiente folleto mencionado “Mancha que Limpia”, que es la vindicación de la familia Lizares, una autoalabanza de los Lizares, autoconsiderados como incólumes, morales y predestinados por la providencia como benefactores de la provincia, donde se resalta sus virtudes y obras, incluida su presencia en el Combate del 2 de mayo y la Guerra con Chile, sin embargo esta obra, enmarcada en la polémica intergamonal y política de la época, también tuvo su “respuesta” publica, cuyas consecuencias años después devino en un movimiento proindigenista y reivindicatorio de la clase campesina cruelmente explotada a nivel nacional, y que es abordado en la siguientes páginas. 

Un siguiente tema que aborda el libro, es referido a los movimientos campesinos ocurridos en Azángaro en los primeros años del siglo XX, como el de Samán en 1913, o el protagonizado por el Sargento Mayor Teodomiro Gutiérrez Cuevas, conocido como Rumi Maqui en 1915, que pretendió reivindicar el Tahuantinsuyo, movimientos campesinos donde se ve el activo protagonismo dlas e Ezequiel Urviola en estos hechos y posteriores sucesos hasta su muerte. En esta parte también se recrea con amplia descripción, el significado del gamonalismo en el Perú, para concluir con un recuento de los hechos más importantes sucedidos en la provincia entre 1899 y 1968. 

Un tercer tema de esta recopilación de textos de Eduardo Masco, son referidas a las danzas autóctonas de Azángaro, entre las que destaca el “Unucajas”, tomado de una entrevista que él realiza a los protagonistas, donde se describen el panteísmo tradicional y el origen ancestral de esta emblemática danza azangarina, también considera a otras danzas recreadas aquí, entre las que están el “Puli Puli”, el “Kallamachu” o “Los Novenantes”, reproduciendo hermosos textos en prosa que escribiera el escritor Lizandro Luna La Rosa, cada uno de estos temas lindan con la explicación clara de la zahorí y festiva creatividad del poblador andino, que esta predispuesta a crear estas danzas, calificadas como expresiones de burla del opresor español de tiempos de la colonia, la descripción de su significado, su vestuario o su coreografía, son una clara muestra de ese creador que tiene el objeto de burlarse mediante la danza de quien fuera su opresor, así el “Puli Puli” es una burla a la mujer española, mientras el “Kallamachu” (o machutusuj) es una profunda sátira del viejo verde español, siempre predispuesto a exhibir su falsa y endiosada virilidad; en cuanto al “Novenante” que atribuye su origen al distrito de Pupuja, le da una certera identidad de su génesis prehispánica, que luego sería tomada por la religión cristiana, cuando esta se impone en el santoral y la parafernalia de la festividad católica.

 Concluye la obra, en un recuento muy cercano y actual de la Festividad de la Octava del Niño Jesús de Azángaro, hoy conocida como la “Fiesta del Machu Niño”, sus origen y trascendencia, así como un recuento de las diversas danzas y agrupaciones de danzas que participan de esta festividad, las que con su larga y experimentada presencia en esta fiesta, la han convertido ,ya en estos tiempos, en la más importante Fiesta Patronal del norte de Puno. 

Se incluyen al final de la obra, varios reportes periodísticos que Eduardo elaboró para diversos medios de prensa, radial, televisiva, sobre hechos

domingo, 26 de junio de 2022

27 de junio. 50 años después en Puno

 

EL 27 DE JUNIO DE 1972 EN PUNO. (*) 

Recreando la historia 50 años después. 

                                                                   Escribe: Bruno Medina Enríquez 

Esa historia que ha sido contada hace unos años atrás por el hijo del Prefecto de entonces, José Luis Jiménez Murillo; en diversos párrafos y pasajes de esta historia, seguramente muy poco conocida, veras traslucir la verdad clara, la justificación precisa, o la apreciación correcta de los factores que determinaron esa protesta hoy recordada, las razones de su origen, sus protagonistas, a quienes los nombra con nombres propios y los identifica tal como fueron entonces. Esta historia hoy convertida en un material necesario para que quede en los anales de la historia. 



"PORQUÉ RECORDAR EL “27 DE JUNIO”. 

 Esa fecha es muy recordada desde entonces en Puno como un divisa de la resistencia popular y blasón emblemático de la lucha del pueblo puneño; quienes en 1970 formaron la Asociación Juvenil Puno, estudiantes puneños de sectores populares en Lima, instituyeron una tropa de Sikuris, que en sus inicios de 1971 era dirigida por Dante Vilca Maydana, y César Suaña, entonces estudiantes de la UNI, el grupo de zampoñas era conocido como el “Juvenil Puno”, pero luego de los sucesos que recordamos hoy , tomaron esa fecha, “27 de junio”, como nombre para denominar a la tropa de Sikuris que la tenían formada, posteriormente esos mismos jóvenes de los años 70, bautizaron con el nombre de “Candelaria Herrera”, a su elenco de danzas, Candelaria fue el nombre de una señora vendedora que trabajaba en el mercado central, y que murió como consecuencia de una bala disparada en aquella ocasión; otro grupo de muchachotes que habían sido parte de la AJP, formaron la Agrupación de "Sikuris 27 de Junio Nueva Era", en la Universidad de Puno los estudiantes recuerdan permanentemente esta fecha, hasta algunas organizaciones estudiantil o gremiales toman la fecha como su nombre. 


En verdad esa fecha es simbólica y representativa para la población puneña, aunque haya sucedido hace 50 años, entonces en 1972, eran tiempo de la “Revolución Peruana”, que era dirigida por el General Juan Velazco Alvarado, quien asumió al gobierno mediante un Golpe de Estado, imponiendo una dictadura militar que había derrocado al gobierno de la superconvivencia que presidiera Fernando Belaunde hasta octubre de 1968, gobierno que exhibió alto nivel de corrupción, siendo el hecho más escandaloso la perdida de la Pagina 11 del Contrato con la Internacional Petroleum Company, donde se establecía el precio del petróleo, así como las promesas incumplidas de reforma agraria y la oferta del "El Perú para los Peruanos", cuando en realidad el Perú estaba cada vez más empeñado al imperialismo Norteamericano, luego de la derrota del movimiento guerrillero de 1965. El gobierno militar de Juan Velazco, con una orientación política muy adentrada al nacionalismo y que como primera acción reivindicatoria en 1968 nacionalizó el Petróleo, había promulgado en 1969, una Ley de Reforma Agraria muy radical respecto a la propiedad de la tierra en el campo, así como dictó otras medidas de carácter reivindicativo para los sectores populares, en especial, en este caso para el campesino que durante siglos había sido un siervo, a quienes Velasco les había pregonado que “El Patrón no comerá más de tu pobreza”, y copiando una consigna agrarista de la Revolución Mexicana de principios de siglo enarbolada por Emiliano Zapata, y que decía en forma desafiante “La Tierra es de quien la trabaja”, expropio la tierra de los gamonales y hacendados, y hacia este año de 1972, en Puno esa reforma estaba en plena implementación y ejecución, con fuerte oposición de las clases medias y por cierto de los hacendados con significativo poder económico en Puno. 


Ahí entonces en pleno fulgor de la “Revolución Peruana”, de la dictadura militar, en Puno departamento donde el gamonalismo era preponderante y la propiedad de la tierra estaba en manos de pocos, la promulgación de la Ley de Reforma Agraria había calado profundamente en la población campesina, la población popular del departamento de Puno, había esperado que algún día alguien por lo menos le dijera “ahora eres libre y eres dueño de la tierra que trabajas”, por ello desde las altas esferas del gobierno se preparó una gran celebración en todo el Perú, por el tercer aniversario de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, y Velazco le tomó mucho interés a Puno, y autorizó el viaje de una comitiva oficial encabezada por su Esposa Consuelo Gonzales, en verdad quería revertir la opinión desfavorable que tenia de la población urbana, que según él debería estar más que agradecida, ahora que la propiedad de las fincas y grandes haciendas estaban pasando a las manos de los pobres del campo. 

Sin embargo, el Gobierno no había considerado que un gran sector de estudiantes universitarios, profesores, sectores de la clase medio en Puno, empleocracia, antimilitares, no estaban de acuerdo con la política seguida por una dictadura militar, venga de donde viniera, haga lo que hiciera, para algunos estudiantes de los sectores de izquierda radical, tanto en Puno como en diversos lugares del país, el gobierno de Velazco no era más que un títere más de “Imperialismo Norteamericano”, y el gobierno militar no era más que otro de los tantos que durante años habían gobernado el país para beneficio personal o de las clases poderosas dueñas del Perú, como ya nos tenían acostumbrados los militares desde inicios de la República, " y quien les podía creer ahora?".

Su servicio de inteligencia lo tenía bien informado de las opiniones de ese sector de estudiantes que en varias universidades del país, realizaban diversas manifestaciones en contra del gobierno, y como es históricamente conocido, es en el sur del Perú contestatario donde desde muchísimos años se ha manifestado una animadversión contra todos los gobiernos, más aún si es militar, porque el sur peruano en este caso Puno, además de ser parte de los Andes, también es una región por siglos olvidada por quienes tienen el deber buscar su bienestar y desarrollo en tanto que son gobernantes del país y que solo recuerdan a Puno cuando hay sequía, inundación o friaje, gran ocasión para destinar ayuda “solidaria”, promover campañas de recolección de víveres, ropa, en fin, campañas en busca de “donaciones”, que pretenden disimular, el fin principal que deberían tener los gobernantes, nacionales o regionales, trabajar por el bienestar y el desarrollo del país o región que gobiernan, hecho que aun después de los 50 años de recordar este hecho, la situación se mantiene sin visos de revertirse en mucho tiempo más. 

Pero vamos a 1972, Puno era uno de los departamentos en los que con más empeño se había aplicado la Reforma Agraria, después de los departamentos de la costa norte peruana, aunque por cierto, faltaban y siempre han faltado técnicos y profesionales para q1ue desde esta nueva visión de la tenencia o propiedad de la tierra, brinden sus aportes para su real aplicación en beneficio del campesino, claro eso es otra cosa y merece otra atención; lo cierto es que en junio de 1972 había que celebrar el tercer aniversario de la promulgación de dicha Ley, y por eso Velazco envió a sus “representantes” a diversos lugares del país, a Puno llegó “la Primera Dama” y esa celebración fue apañada por una serie de protestas estudiantiles que motivaron la intervención de la fuerza pública y el ejército, hechos que tuvieron como consecuencias represión, heridos y muertos. 


UNIVERSITARIOS DE ENTONCES 

Debe comprenderse que para ese tiempo quienes accedían a estudiar en la Universidad Técnica del Altiplano, solo era, en su gran mayoría hijos de propietarios de la tierra, o hijos de funcionarios, empleados, es decir clase media, estudiantes de esa extracción social fueron los principales protagonistas de esas manifestaciones antigubernamentales, aunque ello no desmerece en nada la protesta manifiesta de los estudiantes universitarios, quienes además “estaban viviendo” una reforma universitaria, y la intervención de la “dictadura militar” en las decisiones de las universidades, claro que eran consideradas como un “atentado contra la autonomía universitaria”. 


En 1972, tal vez habría sido uno de los primeros años en que alguno que otro muchacho, hijo de campesino recién habría alcanzado la educación superior, es más habría ingresado a la Universidad, donde se estaba implementando una reforma educativa que incluyó una reforma universitaria, donde el rasgo principal eran las facultades convertidas en programas y se iniciaban con “Estudios Generales”; sabemos también que “acceder a la educación superior en Puno”, entonces significaba un desembolso muy oneroso para los padres, peor aún si estos eran campesinos, por eso que pocos eran los estudiantes de esa extracción social en la UNTA; en cambio en los años posteriores, y en gran volumen, esos muchachos y muchos otros más se han hecho profesionales tanto en la Universidad del Altiplano, como en otras universidad, e institutos superiores, y que hoy están contribuyendo al desarrollo del departamento, pero que en ese tiempo no pudieron contribuir en nada para el desarrollo de la Reforma Agraria, reforma que solo quedó como una gran medida de cambio estructural, es decir el cambio del régimen de propiedad de la tierra en el campo, mas no su desarrollo, muy a pesar que hasta ahora se les debe en “bonos” a quienes fueron en su momento propietarios de la tierra. 

En esa preocupación de saber realmente qué había pasado en la ciudad de Puno en junio de 1972, entonces era un estudiante universitario alejado de mi tierra, que sin embargo respaldaba los cambios estructurales que se daban entonces, y en el tiempo quedó como un gran enigma, una eterna pregunta en mi mente, ¿Qué había pasado en Puno en junio de 1972?, esa “revuelta”?

Pero si era lo mismo lo que estaba buscando ese grupo de militares que con las diversas reformas dictadas desde el gobierno pretendían reivindicar al peruano, y así ha quedado en la historia como hechos que no pueden ser negados, claro que no era una “revolución” al estilo ruso, chino o cubano, pero habían cambiado el régimen de propiedad en distintos niveles, en especial en el campo, donde la propiedad de la tierra empezó a pasar a manos de los campesinos por medio de cooperativas, sociedades agrícolas, comunidades, etc. 

En esa inquietud hace unos años interesado en conocer de cerca esos hechos que habían sucedido en esa fecha en Puno, buscamos a quién lo podría contar, alguien que habría sido protagonista o testigo directo, es más era el hijo del Prefecto de entonces, él debería conocer muy de cerca y con pelos y señales lo que había pasado, por cierto el Prefecto de entonces, responsable político de los hechos, el Dr. José Benjamín Jiménez Camacho, ya había fallecido en Lima unos años atrás, postrado en un ostracismo y decepción que no le permitió nunca más regresar a su tierra.

El “Ñato Jiménez”, como era conocido el Prefecto, azangarino de largos ancestros, había sido alumno del Colegio San Carlos, estudió Derecho en la Universidad de San Agustín y Medicina en la Facultad de San Fernando, luego de haber trabajado los primeros años de su carrera en la Maternidad de Lima, regresó a su tierra como médico titular en el hospital de Azángaro, a partir de ahí en diversos centros de Salud, del mismo modo fue periodista de afición, siendo corresponsal de diversos medios periodísticos y gran admirador de José Domingo Choquehuanca, por devoción; en 1945 fue elegido Diputado de Azángaro por el Frente Democrático liderado por Bustamante y Rivero; y finalmente fue Prefecto de Puno en 1970, por estar adscrito a los pensamientos y doctrina del gobierno militar, tiempo en que nos ocupa esta historia. 

Esa historia de la cual ha sido testigo su hijo José Luis, ha sido contada por él hace unos años atrás, en diversos párrafos y pasajes de esta historia, seguramente muy poco conocida, podrá traslucirse la verdad clara, la justificación precisa, o la apreciación correcta de los factores que determinaron esa protesta hoy recordada, las razones de su origen, sus protagonistas, a quienes los nombra con nombres propios y los identifica tal como fueron entonces.
Esta historia hoy convertida en un material necesario para que quede en los anales de la historia. 

Antes nuestras diversas interrogantes, -que no las reproducimos porque son obvias por las respuestas de esta lectura-, sobre los hechos acontecidos en esa ocasión, naturalmente datos e informaciones de primera fuente y palabras que también son categóricas al referirse a quienes fueron sus protagonistas, y decimos fueron, porque a los años ya que han pasado, el destino de cada quien es por cierto muy distinto, algunos ya han muerto, otros, encontraron un destino distinto al que los impulsó al promover la manifestación estudiantil, y como dice el decir popular, han cambiado de camiseta las veces que les ha convenido, como es el caso del que fuera Presidente de la Federación Bancaria, mientras que habrá alguno que aun pasado el tiempo, mantiene su convicción sobre los motivos que lo impulsaron ser activista del “27 de junio” y que aún mantiene -aunque sea utópicamente- el deseo de que algún día realmente “seamos libres por siempre”. 

ESTO FUERON LOS HECHOS. 

Era un 26 de junio de 1972. Puno estaba agitado. Los gremios organizados concurrían a la Parada que debía llevarse a efecto en la Plaza de Armas, con ocasión de la manifestación de celebración gubernamental que se realizaría. Estudiantes de diferentes centros educativos se dirigían en formación a ocupar sus emplazamientos. 

Pero había agitación en el ambiente en pro y en contra. Grupos folklóricos habían sido convocados a mostrar el Puno profundo. No era para menos, la primera dama de la Nación, la Sra. Consuelo Gonzáles de Velasco había arribado el día anterior y merecía una manifestación de recibimiento oficial por parte de Puno, sus autoridades y "las fuerzas vivas" en especial los gremios campesinos beneficiarios de la Reforma Agraria que llegaron de diversas provincias. Y la manifestación debía realizarse de todas maneras según lo programado, exigía el general Enrique Falconí Mejía, Jefe de la División Militar de Puno, no obstante, la oposición manifestada por el Prefecto José Jiménez Camacho, en virtud a los informes que recibía de Inteligencia policial, respecto a una posible movilización antigubernamental de los gremios de la ciudad. 

En realidad, el Prefecto se opuso desde el principio a la visita de la Sra. de Velasco y no lo hacía por el hecho de que la señora fuese de suyo antipática. No. Lo hacía por razones incuestionablemente prácticas. Además de conocer las posiciones de los estudiantes universitarios, se sabía qué hacía pocos días que doña Consuelo había terminado un viaje alrededor del mundo, gira no oficial, pero a costa del erario, que solo benefició a ella y a la comitiva que la acompañó, y ese hecho era muy referido entre la opinión general. 

Quizá por compensar de alguna forma la ausencia de la esposa del general Falconí en su comitiva viajera, Consuelo de Velasco lo primero que quiso hacer a su llegada, fue visitar a su amiga desterrada en Puno, pobrecita, pero por poco tiempo. Su marido recibiría recompensas por tamaño sacrificio.

El Prefecto Jiménez Camacho en varias oportunidades se comunicó con él Ministerio del Interior aconsejando la postergación del viaje de la señora Consuelo de Velasco. No era oportuna su visita a Puno y creo que, a ningún otro sitio del Perú, por el comentario popular respecto a sus viajes.

La juventud universitaria ya se había manifestado contraria a esa visita que consideraba una ofensa al pueblo. Hay que recordar que la Universidad Nacional Técnica del Altiplano -UNTA-, en aquella época, junto con San Marcos y la UNI, era la institución más anti-militarista y anti­velasquista. En nuestra opinión, solo la proximidad con el monte alto, hizo de la Universidad San Cristóbal de Huamanga el semillero de la subversión extrema de Sendero Luminoso, a lo que la Universidad de Puno se asemejara años después.

Sin embargo, el jefe Militar de Puno, el General Falconí minimizaba las amenazas. Su esposa ya se había comprometido a alojar a la señora Velasco. 

Consultado al hijo del Prefecto sobre esto, él nos dice: "Obra en mi poder los documentos que José Jiménez Camacho, Prefecto de Puno, mi padre; guardaba no sé para quién, en su maletín de médico de cabecera, hasta la hora de su muerte; comunicaciones al Ministerio del Interior en todos los tonos, advirtiendo los peligros que acarreaba la proyectada visita. Cuando después de su fallecimiento, en complicidad con mi madre violamos el mencionado maletín, encontramos suficiente material para la crónica que aún no se escribe." 

Era el 26 de junio de 1972. La comitiva oficial ocupaba la tribuna de honor en el atrio de la catedral. Al centro la señora Consuelo G. de Velasco junto con su amiga la señora de Falconí. A un costado, el Prefecto y al otro el General Falconí Mejía, jefe de la División Militar de Puno. Cerca del mediodía, la plaza de armas estaba llena pero no solo de seguidores, también grupos de universitarios estratégicamente diseminados empezaron la contra­manifestación. Al centro de la plaza, al lado del monumento a Bolognesi, cual punta de la lanza, el grupo más beligerante era dirigido por el estudiante de Agronomía Ronald Bustamante Valdivia, destacado maoísta de extrema, a voz en cuello rechiflaba e insultaba osadamente a las autoridades, a quienes estaban en la tribuna como a los gremios campesinos que vivaban la Revolución y la Reforma Agraria. 

Manuel Nuñez Rebaza, hijo del gran pintor Nuñez Ureta, abriéndose paso entre la multitud junto con un grupo de disciplinarios velasquistas, y militantes del Partido Comunista Peruano, llegó al monumento a increpar a Ronald Bustamante sus actitudes anti gobiernistas, allí al pie del monumento a Bolognesi empezó en realidad "el 27 de Junio", enfrentados los comunistas provelaquista y los universitarios radicales maoístas. De un lado se escuchaba "Abajo la Dictadura Militar de los Gorilas", "Velasco, lacayo del Imperialismo", mientras del otro lado se escuchaban los gritos de, "Viva la Reforma Agraria", "Apra Ultra y Cia, la misma porquería". Era precisamente lo que buscaba Ronald Bustamante; algún motivo para iniciar la revuelta planificada cuidadosamente el día anterior en la Universidad, en reunión coordinada con el entonces anarquista Rolando Avila Díaz, principal dirigente de la Federación Bancaria y dirigente gremial de los trabajadores. 


Bustamante lanzó el primer golpe, un recto en el rostro del corpulento Nuñez Rebaza que también mandado a hacer estaba para las broncas. Entonces se inició una descomunal gresca. La fuerza de asalto de la Policía intervino y los grupos de estudiantes se encargaron de generalizar el desorden, primero en el ámbito de la Plaza de Armas y después por toda la ciudad. Aquel día hubo manifestaciones relámpago en distintos puntos de la ciudad y gas lacrimógeno en todo el ambiente. Puno era chiquito pues, se sucedieron correteos, persecuciones, represión policial y muchos detenidos durante toda la tarde. 

Esa noche se realizó una reunión en la Prefectura de Puno, convocada por el Prefecto Jiménez Camacho con asistencia del Alcalde Salas Bartra, el general Falconí, magistrados de la Corte Superior, entre otras autoridades y los representantes de los estudiantes. La reunión del 26 de junio por la noche, en la Prefectura de Puno concluyo en un acuerdo que todos los presentes firmaron, se trataba de un pacto de honor, de caballeros. Por un lado, la autoridad se comprometía a liberar a todos los detenidos sin levantar cargos. Por otro lado, los estudiantes se comprometían a dejar sin efecto todos los actos planeados con anterioridad por los universitarios para el día siguiente, 27 de junio.
El prefecto siempre apaciguador no era el primer entuerto que intentaba deshacer ordenó la libertad incondicional de todos los detenidos, incluido el iniciador de la revuelta, Ronald Bustamante. Después de firmado el documento de marras, hubo apretones de manos, palmaditas en la espalda, sonrisas, y al final... felonía. 

A la mañana siguiente los estudiantes encabezados por Ronald Bustamante, como por el Presidente de la Federación de Estudiantes de la UNTA, (Rodolfo Machicao Rodríguez, perteneciente a la facción extrema de maoístas de Bandera Roja), y los liberados la noche anterior, iniciaron la marcha desafiante desde la Universidad hacia Puno. Debía haber víctimas, porque los radicales y anarquistas así lo buscaban. Era el 27 de junio de 1972. El Prefecto Jiménez Camacho se sorprendió al recibir las informaciones de lo que ocurría aquella mañana. Los dirigentes universitarios habían faltado su palabra de honor (¿de caballeros?) provocando desordenes en las calles; y el colmo, había dos tanques del Ejército apostados a la espera de los manifestantes.


Eran los años del Velascato. El gobierno militar después de años de colocar prefectos militares en los diferentes departamentos del Perú, había optado por nombrar prefectos civiles para amainar la imagen dictatorial. Pero era un embuste cuando se decía que el prefecto era "la primera autoridad política del departamento". El control lo seguía ejerciendo el militar de turno; en el caso de Puno, el general Falconí Mejía; el mismo que en un rapto de ira, ordenara la mañana del 27 de junio la salida de tanques a las calles para reprimir a los estudiantes. 

Los resultados no se dejaron esperar. El ejército disparó contra los manifestantes con la secuela de muertos y heridos. Una bala perdida mató a una humilde mujer encinta, (Candelaria Herrera), que trabajaba en el mercado vendiendo fruta, así como les estudiantes Roger Aguilar y Augusto Lipa. Todo ello fue muy bien capitalizado por los cabecillas revoltosos para encender la mecha de la sedición, ahora ya en el pueblo, en el centro de la ciudad. 

Por seguridad, el prefecto y familia, así como los vecinos de la Villa Militar fueron evacuados al cuartel general de Chanu-Chanu. En efecto, la familia Jiménez nunca ocupó la residencia prefectural de la Plaza de Armas, sino que siguió viviendo en su casa de la calle Tarapacá, la misma que se intentó apedrear la noche del 27 de junio. Era comprensible, porque el Prefecto aparecía responsable político de todo aquel desmadre, incluida la monstruosidad de sacar tanques a las calles para matar gente. 

Aquella noche corrió mucho whisky en el cuartel de Chanu-Chanu mientras Puno seguía convulsionando en sus tumultos. Un capitán, portador de una invitación, acompañó al Prefecto desde su alojamiento al lugar donde se efectuaba una reunión dirigida por el general Falconí y allí, entre otras cosas, le dijeron que para tranquilizar al pueblo era necesaria una cabeza, un chivo expiatorio, por lo tanto, se le sugirió renunciar a su cargo. Así lo convencieron y así se hizo. Por cierto, no le dijeron que con esta fórmula él se arrogaba toda la responsabilidad y no tenía luego a vindicar su actuación como Prefecto. Al amanecer del siguiente día José Jiménez Camacho dejaba Puno, casi en secreto en el vehículo de su propiedad, para no volver más a su tierra... ni volver a ser lo que fue.


¿Y QUÉ FUE DE LOS PROTAGONISTAS DE ENTONCES? 

Muchas aguas se han salido por el desaguadero, son 50 años de aquel acontecimiento, Puno desde siempre ha sido considerado un pueblo rebelde, en esta tierra han sucedido muchísimos acontecimientos, en los años 80’s ha sido considerado como una continuación de “Ayacucho”, en cuanto a la promoción del senderismo, aun así siempre ha sido olvidado por el poder central; en Puno la Justicia Popular ha ajusticiado a Alcaldes como representantes del poder, como la justicia oficial ha perseguido a dirigentes populares aun siendo autoridades regionales electas, y aun así es un departamento que tiene uno de los más grandes índices de pobreza y analfabetismo, tanto más o menos como en 1972, y aun continua sin respuesta nuestra interrogante, a que si sirvió de algo y si pasado el tiempo el habitante puneño, ahora si libre de gamonalismo, podrá encontrar el derrotero de su destino feliz, alcanzará el deseo de una “patria nueva”, una “sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores”, “una tierra sin pobres”, un “sumac causay”, le llegara la pregonada "Segunda Reforma Agraria", y en que consiste esta??. 

En cambio, al pasar el tiempo podemos también preguntar sobre los protagonistas de ese acontecimiento, el General Falconí, siguió su “carrera militar” que llegó hasta la Casa de Gobierno como brazo derecho de Velazco; y de los estudiantes, ellos continuaron en su permanente lucha, hasta que hoy se recuerda. Y de los trabajadores (¿en nombre de la población de Puno?), que fue de su principal representante que entonces era de la Federación Bancaria, como se desempeñó como dirigente sindical, tiempo después fue elegido diputado con el apoyo del Partido Comunista Peruano, hecho que le sirvió alcanzar la célula viva en su actual jubilación, aun habiendo sido servidor de una empresa privada que expropio el Gobierno Militar, también fue dirigente deportivo de un club puneño de renombre internacional, donde dejó ingratos recuerdos a los aficionados en cuanto a las cuentas, y finalmente asumió distintas banderas políticas en especial de sectores opuestos y distintos a los que en su momento representaba en la vida sindical puneña, adscribiendo al Partido Popular Cristiano; según las veleidades que da la vida, actitud que continuó en Lima años después, en institución que estuviera.
¿Y que fue del Prefecto?, eso se lo preguntamos a su hijo quien cuenta el destino del “Ñato Jiménez”, cual aureola de reivindicación justa, él nos dice que, desde el 27 de junio de 1972, “José Jiménez Camacho, aquel dínamo que solía dormir tres o cuatro horas diarias para darse el tiempo que requerían sus actividades de médico, periodista, político, escritor, pensador; languideció por diecisiete años hasta la hora de su muerte. Desde aquel 27 de junio no compró ni un libro más que incrementara su enorme biblioteca, ni escribió más para el “Día Médico” de Buenos Aires, ni volvió a aparecer su columna en "Los Andes"; inquietudes periodísticas que lo llevaron a dirigir por mucho tiempo "La voz de Puno" y aun antes otras revistas en Azángaro". 

"No volvería a subir a alguna tribuna a exponer su verbo, forjado tal vez en las contiendas políticas que lo llevaron a la diputación por Azángaro en 1945; testigos son el Colegio Agropecuario y el obelisco a Choquehuanca de la Plaza San Bernardo, que plasmó Leonel Velarde. Bolívar, Encinas y Nuñez Butrón quizá resintieron el silencio de sus panegíricos. Y Choquehuanca perdió a su más devoto exégeta. Desde aquel 27 de junio, languideció por diecisiete años hasta la hora de su muerte en agosto de 1989. Murió de pena y amargura; de impotencia por saber que él mismo no pudo ni podía defenderse. Murió de pudorosa vergüenza... Murió de decencia". 

Y qué de los estudiantes?, a partir de esos años, que los gamonales salieron de Puno, sus hijos también lo hicieron, la migración del campo a la ciudad se acrecentó, la universidad puneña se incrementó con un gran número de hijos de campesinos, quienes se educaron inicialmente en el objeto de administrar las tierras que ya eran de sus padres, sin embargo el personalismo, el egoísmo, el afán del desquite de 500 años, el racismo vengativo nacido de su postración de siglos, los oriento por otros caminos inadecuados, que al convertirse en dirigentes de las cooperativas o comunidades agrarias, y protagonistas de la implementación de la Reforma Agraria y el consiguiente desarrollo del agro, no entendieron el papel que debían cumplir tras este importante cambio estructural de la propiedad de la tierra, para algunos de ellos les llegó el momento de sacarle ventaja a la situación, es decir "enriquecerse", convirtiéndose en los "nuevos gamonales". Claro que esto no quiere decir que esa haya sido una actitud común, muchísimos estudiantes universitarios supieron acoger la enseñanza superior que adquirieron como un modo de superación social, tanto así que hoy tras 50 años muchísima población de origen campesino, es la que dirige los destinos del gobierno local y regional, así como está, en los diversos espacios de los ministerios y del gobierno central. Esperando que su conocimiento profesional contribuya no solo al desarrollo de la región y el país, sino a la real reivindicación del Perú, que ha esperado por siempre un mejor destino. 

Y que fue del principal protagonista, el pueblo de Puno???. Históricamente rebelde, sigue siendo el departamento olvidado por todos los gobiernos que nuevamente y cada vez que se presenta el fenómeno climático, recurren a las “campañas de ayuda por el friaje”, mientras es el departamento mayor productor de estaño, sigue siendo el más pobre en desarrollo, el nivel educativo es el más bajo, y si tiene un gobernante regional que tiene ideas distintas al gobierno central, por supuesto que es combatido, y no importa la persona quien fuera, simplemente es así la política representativa elegida mediante el “voto universal”, muchísimos hechos más que permite la democracia representativa, para que Puno continúe siendo uno de los departamentos más olvidados del Perú. 


El principal protagonista de esta historia, el pueblo, aun pasados los 50 años de entonces, no puede decir al fin “somos libres” ni tampoco “seámoslo siempre”, porque para serlo primero hay que alcanzar el desarrollo, el crecimiento, una mejor educación, salud, nivel económico, descentralización y autonomía en el gobierno, en fin, sueños que aún siguen siendo utopías, muy a pesar de un gobierno de elección popular como el actual, que lo único que hasta la fecha ha hecho es ofrecer "no más pobres en un país rico" , y ha anunciado la mentada "Segunda Reforma Agraria" que sigue siendo un ofrecimiento. 

Lo que si es cierto es que hoy la región de Puno como área geográfica de gobierno, está en manos de quienes en su gran mayoría son hijos o nietos de quienes en su momento fueron beneficiarios de la Reforma Agraria, o de algún modo han sido parte de ese cambio de régimen de propiedad, situación que también se dá en diversas regiones del país. 


(Un articulo inicial que origina el presente, fue publicado el 28 de julio de 2010 en el diario los andes) 

 

 

 

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martes, 11 de enero de 2022

RAdio del Club Puno

La escuchas solo a través de esos enlaces TODA LA MUSICA PUNEÑA DE TODOS LOS TIEMPOS... inclusive desde 1928, con la Estudiantina Duncker, grabaciones de los años 50s, 60s, 70, y hasta los últimos temas calientitos del 2021.

La Voz Musical de Puno, Desde la Capital del Folklor Peruano