200 AÑOS DE INDEPENDENCIA DE PUNO

Proceso histórico de Puno antes de la independencia La ubicación de Puno en la Meseta del Qollao, conocido como el Altiplano, amplia meseta del Qollao que incluye el departamento de Puno en el Perú y algunos departamentos de la actual República de Bolivia, le permitió cumplir un papel muy especial en el proceso de la independencia nacional del Perú y de Bolivia, su estratégica ubicación entre los virreinatos del Perú y del virreinato del Rio de La Plata, determinó que los españoles permanecieran mayor tiempo en tierras americanas, siendo Puno la última Intendencia de donde fueran desalojadas las tropas españolas hasta entonces presentes en el Perú. En el recuento del proceso histórico y de los hechos acontecidos en Puno durante la colonia que lo ubicaron en ese lugar estratégico, debemos considerar que el virreinato del Perú fue creado en 1542 y abarcaba 3 audiencias, la de Lima, la de La Plata y la de Chile, Puno pertenecía a la Audiencia de Lima. Es en 1561 que se crea la Audiencia de Charcas, como parte del virreinato del Perú, Puno pasa a pertenecer a esta Audiencia y no hacía mucho se había descubierto las riquísimas minas de Potosí. En 1565 se crean los corregimientos y es en 1778 que se crea el Virreinato del Rio de la Plata (por esa ruta discurría la inmensa riqueza de Potosí hacia España), el que desde entonces incluye a la jurisdicción de la Audiencia de Charcas, aunque se producen algunos reclamos sobre esta situación ya que dicha audiencia pertenecía al virreinato del Perú, amplia región conocida como “Alto Perú”, ubicado principalmente en la Meseta del Qollao, donde están las “provincias” de Puno, La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba, sin embargo en 1777 se emite una Real Cédula en la que se confirma lo anteriormente anotado. Es en esta situación que en 1780 se produce el gran movimiento libertario contra el imperialismo español, encabezado por Túpac Amaru II, como consecuencia de ello en 1782 se crean las intendencias, como una nueva forma de organización, así en 1785 se crea la Intendencia de Puno, políticamente como parte de Audiencia de Charcas, aunque en lo eclesiástico pertenecía al Diócesis del Cuzco, aunque desde 1787 tres partidos (provincias) Carabaya, Azángaro y Lampa pasaron a integrar la Audiencia del Cuzco. Sin embargo es en 1796 cuando se expide una Real Cédula mediante la cual se devuelve toda la Intendencia de Puno al Virreinato del Perú, incluyendo a Paucarcolla y Chucuito, que continuaron perteneciendo al Obispado de La Paz; pero este hecho no fue definitivo por una serie de reclamos de Buenos Aires, su ejecución aún quedaba en suspenso, sin embargo en 1810 del Virrey Abascal determinó reincorporar el total de la Audiencia de Charcas al Virreinato del Perú, en objeto de preservarla de las corrientes libertarias de Buenos Aires, y en apoyo a los generales españoles que la tenían controlada, creando el ejercito del Alto Perú a cuyo mando puso al General Goyoneche. Pasada la proclamación de la independencia los pueblos tienen que decidirse por su nacionalidad, especialmente los que sufrieron continuos cambios, como fue el caso de Alto Perú que, en el caso de Puno, se respetó la última decisión para el Perú. El 26 de abril de 1822 un Decreto del Delegado Supremo del Perú José B. Torre Tagle, reglamenta las elecciones a Diputados, se incluye a Puno como departamento del Perú, es decir esta reincorporación confirma oficialmente la nacionalidad peruana. Lo anotado anteriormente se ratifica por el Congreso Nacional que el 21 de junio de 1825 en el que por motivo de convocar a elecciones presidenciales aparece Puno como departamento . Mapa de Virreinato de Buenos Aires en 1783 De otro lado el General Antonio José de Sucre recogiendo el clamor de un gran sector de personajes criollos y nobles hacendados coloniales del Alto Perú, en el Congreso Constituyente de Chuquisaca funda la República de Bolivia el 6 de agosto de 1825, en base a la Audiencia de Charcas, con el respaldo principal de Casimiro Olañeta, sobrino del derrotado General Español Pedro Olañeta, la alta participación de nobles y criollos chuquisaqueños y con la oposición de los diputados de la Paz y Cochabamba quienes en la decisión final sobre el destino de esta Audiencia, votaron por unirse al Perú. La denominación oficial de este nuevo estado fue la del “Estado del Alto Perú”, así lo indica la primera Ley sobre el tema emitida a los tres días por la Asamblea Constituyente que dice: “La Asamblea General de la Republica de Bolívar, después del solemne pronunciamiento del 6 del presente, que erige el Alto Perú en un estado Libre e Independiente, ha creído interesante decretar lo que sigue. 1. El Estado del Alto Perú se declara en su forma de Gobierno representativo y republicano”. Algunos meses después se llamaría Bolivia sin incluir a Puno. Los primeros movimientos por la independencia en Puno Mural que obra en la Subprefectura de Azángaro La Independencia del Perú del dominio español fue un largo proceso de desarrollo histórico que se soportó desde las primeras décadas del siglo XVIII, desde cuando sucedieran movimientos, rebeliones, conjuros, asonadas, protestas en procura de cambiar el estatus colonial, en primer lugar, para los “españoles americanos” que buscaban obtener mejores condiciones de vida y luego para la población “indígena” que estaba sometida a unas fuertes manifestaciones de opresión y sobre explotación. Estos movimientos y rebeliones que empezaron más de 150 años después de la llegada de los españoles a estas tierras, finalmente buscaban el cambio del gobierno local o virreinal por uno que determinara su autogobierno y emancipación de la corona española; aunque se iniciaron como leves protestas o reclamos, por el trato que brindaban los encomenderos o los evangelizadores a los súbditos de la corona española, autoridades o simples españoles que supuestamente no cumplían las ordenanzas que el Rey había dictaminado para el “bienestar de sus hijos” de este nuevo continente, protestas que se convertirían ya en las postrimerías del Virreinato, en fuertes movimientos libertarios que sacudieron las cadenas de opresión latentes hasta entonces. La Revolución de Túpac Amaru II, fue el inicio de la independencia Del análisis histórico de ese proceso la historiadora Scarlett O’phelan Godoy , realiza un recuento de 140 revueltas y rebeliones, sucedidas en el siglo XVIII, las más de ellas promovidas por indígenas, la primera registrada en 1708 en Huánuco, donde es muerto el corregidor Don Francisco y Fernández de Sandoval, luego en el caso de Puno registra otro de los primeros movimientos de descontento indígena en objeto de expulsar al cura Manuel de Arroyo, sucedido en 1936 en Asillo, así como una de las primeras revueltas que tuvo amplia repercusión, sucedió en 1737 liderada por el Cacique Andrés Ignacio Cacma Condori, en la que estuvieron involucradas 17 provincias entre Azángaro y el Cusco; luego vendría la del 4 de noviembre de 1780, cuando en Tinta estalla una rebelión en contra de las alcabalas, los repartos, tributos y las mitas, rebelión encabezada por José Gabriel Túpac Amaru II, cacique de Surimana, Pampamarca y Tungasuca, y que contó con el apoyo del clero de la localidad, de un sector de criollos y de varios caciques, siendo la más importante rebelión de ese siglo, considerada como una Revolución en tanto que su proyección abarcó gran parte de América del Sur, y que en el caso de Puno fue el lugar donde se desenvolvió con mayor perseverancia, en especial durante la llamada “Segunda Etapa de la Revolución”, después del descuartizamiento de Túpac Amaru II el 18 de mayo 1781 en el Cusco, bajo la conducción de líderes campesinos que llevarían a cabo grandes enfrentamientos con los ejércitos realistas, tanto en el entonces llamado “Alto Perú” que abarcaba Puno y la actual república de Bolivia, perteneciente al Virreinato del Rio de la Plata, donde en la primera etapa habían actuado los hermanos Katari y luego Julián Apasa, más conocido como “Túpac Katari” y en la región de Puno del virreinato del Perú con el liderazgo de Diego Cristóbal Túpac Amaru, y la combativa presencia de uno de los generales campesinos más epónimos de entonces, como fue Pedro Vilcapaza Alarcón, líderes que proclamaron a la ciudad de Azángaro en Puno, como “la Capital del Nuevo Tahuantinsuyo”, desde donde dirigían las operaciones rebeldes ocupado todas las ciudades inclusive la ciudad de Puno, expulsando de la región a los Españoles. Pedro Vilcapaza cuya valentía la demostró al rechazar la amnistía ofrecida por los realistas y aceptada por Diego Cristóbal Túpac Amaru, a quien le había advertido antes de que firmara la paz con el Mariscal del Valle el 11 diciembre de 1781, continúa dirigiendo la lucha indígena hasta que es capturado y luego de un proceso sumario, el 8 de abril de 1782 es descuartizado por ocho caballos en la Plaza de Azángaro; está registrada la voz de su rebeldía, cuando antes de morir clamaría a los vientos: ““Llaqtamasiykuna, kay inti rayku, ñoqa hina wañuyta yachaychis”. Razón por la que que hoy en ocasión del Bicentenario debe ser considerado como el mayor héroe de la Independencia en Puno, por su contribución a la lucha por la Independencia nacional y americana, y sembrar los valores de la dignidad que años después lo asumirían otros personajes en la lucha por la independencia de la metrópoli española, proceso que se consolido en la batalla de Ayacucho de 1824. Etapa de la definitiva independencia El proceso definitivo de independencia es iniciado con el primer grito libertario del Perú, en la ciudad de Tacna el 20 de junio de 1811 por Francisco de Zela, como consecuencia del llamado de los patriotas de la Junta de Buenos Aires, quienes enviaron un ejército libertario a la Audiencia de Charcas, restituida para entonces al Virreinato del Perú, ejercito que en Guaqui, a orillas del Titicaca, se enfrenta al ejército realista peruano conducido por el General Goyeneche quien los vence con el respaldo del Brigadier Mateo Pumacahua, tras de ello Zela es capturado y develada la revuelta. El Alto Perú sigue manteniendo una situación estrategia en poder de los españoles. El 3 de agosto de 1814 se forma en el Cusco una Junta de Gobierno como consecuencia de una revolución liderada por los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua, la misma que abarca el sur del Perú, Pumacahua luego de vencer a los realistas en la batalla de Apacheta el 9 de noviembre, toma la ciudad de Arequipa, pero ante la proximidad de los realistas pasa a Puno en afán de fortalecer su ejército. Es en esta circunstancia el 11 de marzo de 1815 que se produce una batalla en las pampas de Umachiri (Puno), donde el ejército independentista es derrotado, son apresados los principales jefes que son fusilados en el mismo campo de batalla, como es el caso del coronel azangarino Nolberto Dianderas y el joven poeta arequipeño Mariano Melgar, en el caso de Mateo Pumacahua logra ser apresado días después en la ciudad de Sicuani, donde sería sentenciado a la pena de muerte, sentencia que es cumplida decapitándolo el 17 de marzo, con lo que concluye esta heroica etapa. Para esta ocasión muchísima población puneña se había sumado al conflicto, en objeto de lograr el tan ansiado sueño libertario aún pendiente desde tiempos de Túpac Amaru II, mostrando heroísmo aun sin armas de fuego en defensa de la independencia, es una de las razones por las que la Batalla de Umachiri, es rememorada como una de las más importantes en esta etapa de la lucha por la independencia. Años después vendría la campana libertadora de José de San Martin que proclamara la independencia el 28 de julio de 1821, cuya primera etapa de avance se daría principalmente en la costa, mientras que la sierra aún era dominada por algunos años más por las fuerzas realistas; es en esas circunstancias en que se producen hechos conocidos como la campaña de los puertos intermedios, sucedidos en los departamentos del sur y el Alto Perú. La primera expedición libertadora de intermedios es dirigida por el General Rudecindo Alvarado en 1822, contra las fuerzas realistas acantonadas en la sierra sur, donde se ubica la presencia del Virrey La Serna en el Cusco, el General José Carratalá en Puno y el General Olañeta en Potosí, campaña que no prosperó ya que las fuerzas del Virrey vencieron a los patriotas en las batallas de Tarata y Moquegua. Mientras tanto José de la Riva Agüero que dio un golpe de estado a la Junta de Gobierno, como nuevo gobernante organizó la segunda campaña de intermedios, esta vez bajo el mando del General Santa Cruz, quien luego de desembarcar y tomar Arica, se dirigió al Alto Perú, En dicha campaña la principal acción se realiza el 25 de agosto de 1823, cuando se libra la batalla de Zepita, también conocida como batalla de Chua Chua, un paraje en la orillas sur del lago Titicaca, esta sería la primera importante batalla ganada por las fuerzas patrióticas durante la guerra por la independencia peruana, la acción sucedió contra las fuerzas realistas comandadas por el General Jerónimo Valdez y por este hecho Santa Cruz sería nombrado Mariscal de Zepita. Aunque el general patriota no supo aprovechar el triunfo, permitiendo la retirada realista, tras de eso el Virrey José de la Serna inicia su campaña en el Cusco con un ejército de 4,000 hombres, en agosto de 1823 recorre diversos pueblos de Puno imponiendo su autoridad, hasta instalar su cuartel general en la ciudad de Lampa a inicios de octubre, con lo que consolida a la Intendencia de Puno como bastión de los realistas, controlando plenamente todo el Alto Perú. Días después las fuerzas realistas ya agrupadas bajo el mando de los generales Olañeta, Valdez, Canterac y el Virrey La Serna, se enfrentan a Santa Cruz, quien disminuido de fuerza tuvo que retirarse a la costa y embarcarse con mucho esfuerzo en el puerto de Ilo hacia el Callao, mientras que Arequipa que estuvo bajo el mando de Sucre y Miller, también fue tomada por los realistas. Es así que la segunda campaña de intermedios también resulta un fracaso, lo que permitió en la siguiente etapa, la presencia de Bolívar. Proclamación de la Independencia en Puno Tras esos acontecimientos ya en 1824 bajo el mando de Bolívar, se producen las batallas de Junín y Ayacucho que marcan el fin de la dominación española en el Perú y América, sin embargo aún habían quedado remanentes realistas en las tierras americanas; la región de Puno y el Alto Perú aún estaban en manos de los españoles, tan es así que es recién el 25 de diciembre de 1824 en que la población puneña inicia su independencia definitiva, bajo el mando del militar argentino Rudecindo Alvarado, quien había sido liberado de la prisión de la isla Estévez, esta isla se había convertido en prisión desde la campaña de 1814, a ese lugar eran enviado los militares libertarios, donde purgaban prisión muchísimos patriotas de diverso rango, así como los capturados en las campañas de intermedios, entre los presos más destacados estaban Rudecindo Alvarado, Fermín del Castillo, José Rufino Echenique, Augusto del Solar, Francisco Crespo, entre otros. Rudecindo Alvarado fue un general argentino que actuó bajo el mando del Libertador San Martin, participó en las diversas batallas en Argentina, formó parte del Ejercito de los Andes que liberó Chile y el Perú, nombrado Mariscal del Perú, fue apresado por los españoles el 5 de febrero de 1824 durante una sublevación el regimiento del Callao, puerto donde era el Gobernado, para ser enviado prisionero a la Isla Estévez. Los hechos para alcanzar la independencia de esta región se sucedieron de este modo, el 25 de diciembre enterados los patriotas del triunfo de Ayacucho, promueven acciones contra los españoles; el General Moroto a cargo de las tropas españolas de Puno huía hacia Arequipa y parte de su ejército se pasa al bando patriota, hecho que imitó el intendente Gárate. El 27 de diciembre estalla una insurrección popular en la ciudad, que se abalanzó contra la huestes hispanas, arremetiendo contra le prisión de la Isla Estebes liberando a los prisioneros patriotas, con los que una vez ya en el centro de la ciudad se formó un ejército patriota a mando del General Rudecindo Alvarado, el oficial de mayor grado entre los liberados, dirigiendo una proclama cuyo texto en el siguiente: “Compatriotas. S.E: el libertador de Colombia y del Perú, ha completado felizmente la grande obra de nuestra independencia, los enemigos de la libertad han hallado sepulcro en los campos de la Quinoa, y no aparecerá más en nuestro suelo: vosotros disfrutareis ya los apreciables dones de la Libertad, y vuestro reposo será el único objeto que ocupen los desvelos. Entre tanto conservaos tranquilos en vuestros hogares; mantened el orden social y o dudéis sobre la seguridad de vuestras propiedades: sed generosos aun con vuestros enemigos y manifestad al mundo, que los peruanos libres no ceden en virtudes a los ciudadanos de Esparta y Roma. Obedeced a las autoridades que os pongan, ayudadlas con vuestros servicios a hacer feliz a la patria, y consolidar el sistema de un modo estable y firme. Así llenareis vuestros deberes, los deseos del Libertador y los míos, y tendré la satisfacción de presentaros ante la soberanía nacional como modelo de patriotismo, virtud y honradez. Yo lo espero de vosotros, mientras os prometo conduciros a la felicidad y quietud que necesita la patria convaleciente de los males que aquejan haber sufrido”. Puno, diciembre 27 de 1824 Rudecindo Alvarado. Esta proclama es jurada en la plaza mayor de Puno el 30 de diciembre, durante una ceremonia preparada y desarrollada con mucha solemnidad, por el Prefecto de la ciudad Pedro Miguel de Urbina, luego de una Misa Te Deum, hecho que se replica en los días siguientes en las cinco provincias que para entonces tenía Puno, como son Azángaro, Lampa, Paucarcolla, Carabaya y Chucuito. Pedro Miguel Urbina había sido nombrado Intendente por Alvares, cargo que meses después es sucedido por el General ingles Guillermo Millar, cuando Sucre llega a Puno Bolívar en el Altiplano Mientras que el Alto Perú aún estaba en poder de los españoles, la Audiencia de Charcas aun no tenía una definición clara sobre su situación. La Serna ya había capitulado en Ayacucho, el general español Olañeta mantenía sus posiciones en el Alto Perú, es así que Simón Bolívar a fines de julio de 1825, estando en el Cusco, emprendió un viaje hacia el Alto Perú, el 2 de agosto de ese año se detiene en el poblado de Pucará, para recibir un homenaje de la población azangarina que había acudido a recibir al Libertador. En aquella ocasión el jurista y luego congresista José Domingo Choquehuanca en nombre de la población le pronuncia un encendido discurso conocido como la “Arenga a Bolívar”, en la que dice: "Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado tres repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina" . Como respuesta el Libertador le regalaría su capa, y lo invitaría a que lo acompañe en su periplo hasta Puno y La Paz, hecho que se cumplió. La Arenga de Choquehuanca que lo inmortalizara, es considerada como la más bella de las loas jamás emitidas, por su profunda convicción y su extremada síntesis de relatar la historia en breves palabras, es considerada entre las diez más bellas proclamas de la humanidad en todos los tiempos. Luego Choquehuanca sería elegido diputado, como ferviente bolivariano recibió una medalla cívica del Congreso, seria presidente de la Junta Departamental de Puno, luego Senador de la República, finalmente Prefecto de Puno y es considerado como el primer estadista que ha tenido el Perú. Un Prócer Americano No debo de concluir este texto sobre el aporte de Puno a la independencia del Perú y de la independencia americana, si no hacemos mención al General José de Sata y Bussy, quien es proclamado como Prócer de la Independencia de Venezuela. Un puneño nacido en 1780 en la ciudad de Azángaro, hijo del corregidor español de dicha ciudad en aquel tiempo, Lorenzo Sata y Subiría, quien años después se trasladaría a Caracas, donde el niño José Fermín adquiere sus primeras enseñanzas y ya de joven a los 15 años se incorpora a la carrera militar en el ejército realista, estudia jurisprudencia en la Universidad de Caracas, donde asume las ideas liberales, gracias al conocimiento de las teorías de la Ilustración, los enciclopedistas y la Influencia de Francisco Miranda y Vizcardo y Guzmán, sobre los españoles americanos. Es en Caracas cuando en 1810 se instala una Junta Gubernativa adscrita al Rey Fernando VII, y que luego devendría en objeto de buscar su autonomía en el Gobierno, en que José de Sata y Bussy de incorpora a las fuerzas patrióticas, poniéndose a disposición de Francisco de Miranda y es elegido diputado para el congreso constituyente, donde asume el cargo de Secretario y luego el de Presidente, por lo que en el 3 de abril 1811 es uno de los 41 diputados que firman la Declaración de la Independencia de Venezuela, asimismo es uno de los autores de su Constitución, es también el creador del Escudo Venezolano, al constituirse la Primera República de Venezuela. En febrero de 1812 José de Sata y Bussy asciende al grado de Coronel y el 12 de julio asume la Secretaria de Guerra de la Confederación Venezolana, aliada con Nueva Granada (Colombia), aunque debido a la derrota sufrida por las fuerzas realistas al mando de Domingo Monteverde en Puerto Cabello, fuerte que estuvo bajo el mando del Brigadier Simón Bolívar, los patriotas son obligados a capitular el 25 de julio de 1812, Sata y Bussy firma la Capitulación de San Mateo, en la provincia de Maracay, como Jefe del Estado Mayor del Ejército y en representación de Francisco de Miranda, concluyendo con ello la primera República. Esta es la etapa de su más descollante actuación por la independencia venezolana. Derrotado el ejército libertador Sata y Bussy se retira a Panamá, donde es apresado y luego llevado a La Guayra, en 1813 sale en Libertad y se traslada a la Isla Trinidad; a continuación ya son los días de la exitosa “Campaña Admirable” que emprendiera el Brigadier Simón Bolívar desde Nueva Granada, iniciada con la ocupación de la ciudad de Ocaña el 8 de enero de 1813, luego se suceden una serie de triunfos de los patriotas contra los realistas, hasta la entrada triunfal del ejercito libertador a Caracas el 6 de agosto de 1813, Bolívar es Proclamado Libertador de Venezuela y Sata y Bussy asume la comandancia General de Armas de La Guayra, entonces se restablece la llamada Segunda República. En 1815 en defensa de la independencia Venezolana Sata y Bussy como Jefe del Castillo del Ángel, participa en el sitio del Fuerte de Cartagena, en la actual Colombia, donde estaban asentadas las fuerzas españolas al mando del General Pablo Morillo, al caer el Castillo del Ángel en manos realistas, logra escapar embarcándose a altamar hasta llegar a Portobello en Panamá, en cuyas playas muere a la edad de 35 años. Francisco de Miranda también sería apresado en 1815, falleciendo en julio de 1816 en una cárcel española. Mucha sangre es derramada por las huestes patrióticas, esta vez cae la Segunda República en Venezuela. Hoy los restos de este personaje peruano/venezolano yacen en el Panteón Nacional de los Próceres de Caracas, junto a los de Miranda y Bolívar, ubicado en el parnaso de los más excelsos libertadores de América, para gloria y honor de la libertad americana del yugo español. El Autor, llevando el retrato de José de Sata y Bussy y el Diploma donado por el Congreso de la República de Venezuela, a la ciudad de Azángaro, en cuyo Palacio Municipal es exhibido el día de hoy. Además, la Partida de Bautizo de Sata y Bussy.

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