JOSE ANTONIO ENCINAS
Pensamiento político de José Antonio Encinas
Escribe: Hugo Apaza Quispe | Publicado en Diario LOS ANDES de Puno - Cultural - 31 may 2015
El Instituto de Investigación y Promoción Educativa “José Antonio Encinas” (IPEJAE) de la ciudad de Juliaca el año 2015 cumple 25 años de vida institucional. Los trabajos de investigación de esta entidad ha cambiado la concepción cultural de la región Puno cuyo ideario está inspirado en la doctrina del maestro Encinas.
El Dr. José Antonio Encinas Franco ha pasado a las páginas doradas de la historia como “maestro de maestros peruanos”, debido a su genial trabajo pedagógico, fundamentalmente en la escuela de su ciudad natal entre 1907 y 1911, así como en las diversas universidades de América y Europa.
Sin embargo, también es necesario recordar que este insigne maestro puneño, ha alternado la docencia con la política. Desde su juventud a comprendido que el ser humano es social y por tanto es político, entendiendo a la política como vocación de servicio a favor de los oprimidos, de los indios; por ello y por ellos bregó en todos los ámbitos sociales para que su calidad de vida mejore. Si el pensamiento pedagógico enciniano es vigente, lo es también su pensamiento político.
TRAJINES CONGRESALES
El ejercicio de la política adherido al aparato gubernamental, de manera pública, la habría iniciado en 1919 cuando fue elegido diputado por la provincia de Puno, apoyando el proyecto de “Patria Nueva”, cuyo ideario se sintetizaba en liquidar a la casta aristocrática que gobernada el país, así como industrializar el Perú, consolidar nuestra economía exportadora, conseguir el equilibrio económico interno entre las clases sociales, y desarrollar proyectos de irrigación, colonizar la selva, desarrollar granjas modelos en la sierra, entre otros.
Como diputado participó activamente con iniciativas y proyectos a favor de los pueblos del “Perú profundo”; pero al observar que el régimen viraba en contra de su ideario, Encinas devino en un renuente opositor a quien con demagogia había llegado al poder y que inconstitucionalmente pretendía quedarse fraguando una reelección. Frente a esta actitud, el Presidente Augusto B. Leguía, en 1924 ordenó su detención para ser recluido en la Isla San Lorenzo, luego en el Frontón, y posteriormente fue deportado a Panamá.
En 1931, al retornar al país, es elegido Rector de la Universidad Mayor de San Marcos, donde desarrolla la Reforma Universitaria más importante del Perú. En 1936 debido a sus ideas políticas nuevamente es desterrado del país, al mismo tiempo que en ausencia fue elegido Senador por Puno. Retorna en 1944, y al año siguiente es ungido como miembro de la Cámara Alta, en representación de Puno; situación similar ocurrió en 1950, cuando el pueblo del departamento le reeligió como senador por Puno.
EL HOMBRE DE IZQUIERDA
Ya como diputado, luego como senador, su posición en el hemiciclo fue de indigenista y hombre de izquierda, destacando su fervorosa defensa por la democratización de la educación y el voto del analfabeto y de la mujer, así como su valiente lucha contra el gamonalismo, el clero y los abusos del poder ejercido por sus autoridades, tan corruptas y arribistas como hoy. Este singular hombre público ha transitado por los vericuetos de la política con suma soltura y altura moral.
José Antonio Encinas fue un defensor del niño, de la juventud, del maestro y especialmente del ejercicio político. Si bien es cierto que Encinas no militó en ningún partido político, pero fue sincero al confesar diciendo que “Yo tengo una posición de hombre de izquierda”, es decir que fue un verdadero “Maestro progresista y hombre de izquierda”, como bien lo definiera el Dr. Pedro Machaca Chambi. He aquí algunas ideas que grafican el pensamiento político de Encinas.
POLÍTICA Y POLÍTICOS
“La política es el ejercicio de las virtudes cívicas, la sabia dirección y cuidado de la cosa pública; la solidaridad frente al egoísmo; la tolerancia y comprensión frente a la fuerza y a la injusticia”. Esta concepción le persuadió a que nadie debía estar al margen de la política, especialmente la juventud sana y el magisterio militante. Es más, él enfatizaba que “Somos y debemos ser políticos. La vida ciudadana no se concibe sino dentro del antagonismo político; quien renuncia a la vida política, o quien solicita esa renuncia, pierde por este simple hecho toda su valía como ciudadano”.
Hoy nos hemos alejado de este precepto y lamentamos la entronización de la politiquería y de los intereses mezquinos, que se presenta como política en nuestro país.
“La política es el ejercicio de las virtudes cívicas, la sabia dirección y cuidado de la cosa pública; la solidaridad frente al egoísmo; la tolerancia y comprensión frente a la fuerza y a la injusticia”. Esta concepción le persuadió a que nadie debía estar al margen de la política, especialmente la juventud sana y el magisterio militante. Es más, él enfatizaba que “Somos y debemos ser políticos. La vida ciudadana no se concibe sino dentro del antagonismo político; quien renuncia a la vida política, o quien solicita esa renuncia, pierde por este simple hecho toda su valía como ciudadano”.
Hoy nos hemos alejado de este precepto y lamentamos la entronización de la politiquería y de los intereses mezquinos, que se presenta como política en nuestro país.
EL PARLAMENTO ES UNA FICCIÓN
Hoy como antes es vigente la apreciación enciniana respecto al Poder Legislativo de nuestra patria. Convencido de que los políticos guarnecidos en el Congreso no trabajarán por el pueblo que los eligió, Encinas asevera que “El Parlamento es una ficción”. Opiniones similares tuvieron los grandes políticos del mundo.
Hoy como antes es vigente la apreciación enciniana respecto al Poder Legislativo de nuestra patria. Convencido de que los políticos guarnecidos en el Congreso no trabajarán por el pueblo que los eligió, Encinas asevera que “El Parlamento es una ficción”. Opiniones similares tuvieron los grandes políticos del mundo.
SOY MÁS QUE COMUNISTACuando en el senado Encinas abogaba a favor de la educación del indio, un colega suyo le increpó diciendo que era comunista, a lo que nuestro parlamentario respondió: “Si defender los derechos del niño, del maestro y de la educación, constituye ser comunista, soy más que comunista”.
SOMOS REVOLUCIONARIOSLos maestros están llamados a ser los abanderados de los cambios significativos de nuestra patria y para ello deben ejercer el liderazgo que la sociedad nos encomienda; por ello, con contundencia expresaba que “No podemos ni debemos negar que en esencia somos revolucionarios, advirtiendo que nos distinguimos de aquellos que buscan un éxito efímero en los cuarteles”. “Es que el Magisterio es la función revolucionaria por excelencia. En ese ejercicio no caben sino dos extremos: el maestro inofensivo, sometido a la coyunda burguesa, sin un soplo de ideal, ni un átomo de impulso, y aquel otro, cuya vida está jalonada por una lucha permanente contra el Poder que abusa, contra la hegemonía que absorbe toda libertad, contra ‘el orden social’, símbolo de la desigualdad y de la injusticia”.
TODO ESTUDIANTE DEBE SER POLÍTICOEn una entrevista con el Presidente Benavides, éste le habría dicho a Encinas que los estudiantes sanmarquinos “son comunistas y eso es corrupción”, a lo que el maestro habría alegado, “No señor, el comunismo no es una corrupción, es una doctrina política-económica, en la cual Ud. o yo podemos o no convenir, pero de ninguna manera puede ser juzgada como un instrumento capaz de destruir la ética del hombre. No podría condenar a un universitario por estudiar las doctrinas del Marx o de Engels, ni por ingresar al partido político de su elección, si es por razones de principio. En cambio, sí me dolería verlo dedicado al vicio o en el camino de la deshonestidad ciudadana”.
ENCINAS Y MARIÁTEGUIEncinas simpatizaba con las ideas políticas de José Carlos Mariátegui, de quien dijo: “La cortísima vida de Mariátegui no alcanzó para mostrarnos cómo el marxismo podía utilizarse en el Perú, aprovechando el único proletario peruano: el indio. Mariátegui en el desenvolvimiento de sus ideas se detuvo a estudiar la política educativa peruana. A mi juicio la mejor contribución que lega al Perú es la referente al estudio de la Instrucción Pública”. “Rendir homenaje a un hombre como Mariátegui, no es llorar sobre su tumba, ni prodigarle ritos arcaico, sino seguir la ruta trazada por él”. En realidad, él simpatizaba con el Amauta porque la orientación política de ambos eran convergentes.
BIBLIOGRAFÍA:ENCINAS, José A. “Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú”. Lima-1932.
ENCINAS, José A. “La Reforma Universitaria en el Perú 1930-1932” Lima 1973.
ENCINAS, José A. “Algunas Consideraciones sobre la educación…”. Juliaca 1990.
MACHACA CH., Pedro. “Encinas: Maestro progresista y hombre de izquierda”. Sicuani 1980.
PAREJA PAZ S., José. “Derecho constitucional peruano”. Lima-1984.
PORTUGAL C., José. “José Antonio Encinas, el maestro de los maestros peruanos”. Lima 1988.
SÁNCHEZ C., Lihón. “Encinas, maestro del Perú profundo”. Lima 1999.
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