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domingo, 26 de abril de 2020

RELIQUIAS MUSICALES

"Hacia la Consolidación del Día del Huayño Puneño"

LAS RELIQUIAS MUSICALES DE PUNO



Escribe. Bruno Medina Enriquez

Hace más de 90 años se grabaron los primeros discos puneños, así es, el 24 de abril de 1928, fueron grabados los primeros discos de música puneña con la Estudiantina Duncker y que luego fueron reproducidos en discos de carbón de 78 rpm, por el sello Víctor Recording de la ciudad de New York en Estados Unidos.


Hay que tomar en cuenta que, las primeras grabaciones son de música autóctona del norte peruano, las realiza Enrique Brüning en 1910, con un “fonógrafo” de Edison y en nueve cilindros de cera, en las ciudades de Eten y Lambayeque por encargo del Archivo Fonográfico de Berlín, institución que le hizo entrega un fonógrafo fabricado por Tomas Alva Edison; destaca entre las grabaciones la conocida marinera “Concheperla”. 
Bruning fue un alemán que llegó a Perú en 1875, y trabajó por muchos años como ingeniero de máquinas, en las haciendas Patapo, Pomalca y Laredo, se aficionó y prendó del Perú en demasía, (donde se quedo hasta 1925, fallecio en Alemania en 1928); además de contribuir mucho en los descubrimientos Arqueológicos en el norte, dejando una gran colección de piezas, fotografías y grabaciones.
Posteriormente el sello Columbia, realiza grabaciones con el dúo Montes y Manrique en 1811, (quienes entre sus grabaciones de entonces tienen un yaraví con el titulo de "Puneño"), luego vendría por primera vez la compañía de discos Victor en 1913, para realizar diversas grabaciones en la ciudad de Lima, música de orquestas y bandas militares. Posteriormente en 1917, vuelven para grabar música regional, para lo cual viajan a Arequipa donde graban 7 temas musicales de Yaravíes, para luego pasar a Lima donde se graba más de 200 temas, aunque según información recogida, solo fueron reproducidos posteriormente solo 77 discos de música peruana, entre ellos “El Cóndor Pasa”, que luego serían impresos en Estados Unidos y vendidos en el mercado del Perú. Los siguientes años la Victor forma una Orquesta bajo la dirección del estadounidense Nat Shilkret, quien graba música criolla y andina para el mercado peruano.
Es recién entre marzo y abril de 1928, que la Víctor Talkin Machine Co. Vuelve a Perú, seleccionando las ciudades de Lima y Arequipa para realizar sus grabaciones, bajo la coordinación de su representante en Perú, la compañía de los hermanos "FW Castellano y Brother Co." cuya casa central esta en New York, y lo hacen con artistas salidos de los festivales de la Pampa de Amancaes, donde no faltaron los hermanos Ascuez, para luego pasar a la ciudad de Arequipa y durante dos días, el 24 y 25 de abril, realizar sus sesiones de grabación, de casi las 24 horas del día, con música de Arequipa, Puno y Cusco. Luego volverían en el año 1930, para grabar música del centro del Perú, Junín, Ayacucho, Huánuco, Abancay entre otros. A partir de ese año la compañía pasa a llamarse “RCA Victor”, que desde el año 25 ya grababa los discos para Victrola ortofónica, un aparato de mejor calidad de reproducción que el clásico gramófono de entonces, o el antiguo fonógrafo de Edison, y aparato que era fabricado por ellos mismos. 
Por lo que los discos de la Estudiantina Duncker, son discos ortofónicos, es decir ya grabados eléctricamente, con micrófono, que podían ser escuchados en diversos aparatos reproductores, conocidos posteriormente como “Vitrolas” (sin la letra c).
Parte de esta historia, respecto a las primeras grabaciones puneñas que traemos aquí, la hemos recabado de diversas fuentes, el trabajo de Chalena Vásquez sobre Brüning, en la Universidad Católica, los archivos de Mario Cerrón, Luis Salazar y Diario Mejía, investigadores y coleccionistas de música peruana antigua, y como es este caso también, del Archivo de la Victor Co. en el Perú, recurrimos hasta la Radio “John's Old Time Radio Show” de Francia, donde el invitado especial Don Hill reproduce discos de 78 rpm de su legendaria colección de discos de todo el mundo, en el programa de radio Old Time de John, Sin embargo el inicio de esta investigación fue motivada porque me permití recurrir a la publicación que cuenta como testimonio de recuerdos, el Dr. Enrique Cuentas Ormachea, en un texto que fue publicado en 1995 en el “Boletín del Club Departamental Puno”, que tuve la ocasión de imprimirlo en ese año y que luego personalmente lo he reproducido en forma completa en mi libro “Origen de Brisas del Titicaca”, que incluye el título “Los Puneños en Lima en aquel tiempo”, publicado en el año 2013, esta información que junto a otros datos, grabaciones y fotografías que recopilamos personalmente, ahora les hacemos llegar por esta vía.
Empecemos recurriendo a Cuentas Ormachea, quien cuenta que el 3 de enero de 1924 fue grabado el tema “Ondas del Titicaca” Vals Boston (On Lake Titicaca). (R.A. Huirse. Orquesta International. Victor 77298-A; por la Orquesta de Cámara de la Víctor Talkin Machine Co. De New York (EEUU), dirigida entonces por el maestro Nathaniel Shilkret, disco que llegó a Puno y fue recibido con muchísima inquietud y alegría, no está demás decir que este director grabó muchísima música peruana dirigida especialmente para este mercado.
Mientras tanto en Puno un grupo de músicos dirigidos por Alberto Rivarola se venían reuniendo cotidianamente, como sostén de las pandillas puneñas que salían en los carnavales, este grupo concluyó formando la “Estudiantina Duncker” (en nombre del compositor arequipeño Luis Duncker Lavalle).
Don Alberto Rivarola inquieto por esa grabación, desde 1927 se contactó con la casa Víctor, en esos días fue anunciado que un equipo de esa casa de grabación llegaría al Perú, con el cargo de grabar música de Cusco, Arequipa y Puno, este hecho se concretó recién el 24 de abril de 1928, a decir de Cuentas Ormachea la grabación se realizó en Arequipa, a donde viajarían estos músicos junto a otros artistas, dato que también sostiene el estudioso y coleccionista musical Darío Mejía, a quien también recurrimos; la Estudiantina Duncker por ello recibió un monto mínimo que apenas alcanzó para compra cuerdas, y que luego esos discos llegaron a Puno donde lograron una impresionante aceptación, agotándose rápidamente los ejemplares, y que fueron repuestos tiempo después.
Así es, el 24 de abril de ese año, la Estudiantina Duncker de Puno graba para el sello Victor, 8 temas que enumeramos a continuación, según el número de orden de impresión en RCA Víctor, de los cuales por lo menos, tenemos registrado en nuestro archivo de grabación 5 temas, y cuyas copias enviamos.
El primero el tema se titula Chascañawi” Kehswa (Ojos de Lucero), Estudiantina Duncker, Victor 81478-A, en el disco no se registra su autoría, a decir de Cuentas Ormachea, el autor es Alberto Rivarola,
El segundo tema es una Marinera titulada “Pandillera” también de Alberto Rivarola, con el registro del disco Victor 81479.
En tercer lugar, el título “Las Zampoñas que se van” cuyo autor es Alberto Rivarola y está con el registro de Victor 84747-A.
A continuación, el huayño Cacharpari” (Kehswa) Ojos de Lucero. Estudiantina Duncker, Víctor Orthophonic con el N° 81748-A, en el disco se registra erróneamente como “Ojos de Lucero”.
El siguiente tema según lo registrado en el disco es el huayño “Yuyay chincachejj” (Kehswa) (Mata Juicio). Arr. Alberto Rivarola. Estudiantina Duncker. disco Victor 81749-A.
La sexta grabación corresponde al huayño “Cusisiñana” (En la fiesta) bajo el registro Victor 81929-A;
El séptimo tema es el que se titula, “Recuerdo Moheño” Artist: Estudiantina Duncker, Record Label: Víctor Recording, con el N° 81930-A, es el clásico tema moheño que en 1968 sería grabado en el sello Virrey (LP-651) por el Centro Musical Moho en su LP “Homenaje a Puno”, con la autoría de Víctor Villegas, seguramente lo seria de las letras.
El octavo tema musical que tenemos en registro se titula, “Ripusajjña” (Kehswa) (Ya me voy). Estudiantina Duncker. Disco Victor con el N° 81931-A, grabado también ese histórico 24 de abril de 1928, en este caso es el conocidísimo y popular tema que aprendimos en muchos pueblos de Puno, de parte de nuestros maestros en la escuela primara, ese tema que dice “adiós escuela, donde mi niñez forjé…. te dejare mis recuerdos… etc“. Tema que cincuenta años después fue grabado, esta vez en el sello IEMPSA (ELD-02.631), por el Centro Musical Vilquechico, en su LP “Puno Tierra de Ensueños”, con el título de “Despedida”, sin registrar el autor, y cuya letra empieza diciendo “Adiós pueblito donde mi vida siempre pasé… entre risas y…”.
Así mismo debemos de afirmar que el 25 de abril de 1928, con el equipo de la Victor Co. de New York, el dúo vocal conformado por Cataila y Katari grabaron en lengua aymara el tema "Pacha paccariy" (Al Amanecer) con guitarra y charango (Sello Victor 81748), y también lo hizo el duo de las hermanas Lucy y Ana Salinas quienes grabaron también en lengua Aymara el tema "Janiñau" (Ya no te quiero) con el marco musical de Alberto Rivarola en la guitarra, Jorge Pardo del Valle en el charango y J. Ramos en el violín- (Sello Victor 81478).
Hay que recordar que la “Estudiantina Dunker” estuvo integrada por un grupo de doce personas, bajo la dirección de don Alberto Rivarola, y la participación de José Díaz Bedregal, Leonardo Zevillanos, María Bobadilla, Rafael Giraldo en las guitarras, de Octavio Peñaranda en el guitarrón, con Uberto Sirvas y Néstor Molina en las mandolinas, además de Jorge Pardo del Valle en el charango y J. Ramos, Fermín Quinto y Eduardo Tavera en los violines.
Meses después, el 4 de setiembre de 1928, en New York (EEUU), seria grabado el Fox Trot "Leonor” de Rosendo Huirse, (Sello Victor N° 81734), grabado también por la Orquesta Internacional de la Victor Co., esta vez bajo la dirección de afamado director Eduardo Vigil y Robles, y días después, el 14 de setiembre, la misma Orquesta de la Victor graba el tema, "Los Carnavales" Aire Puneño N° 1 (Carnival Time). Orquesta International (Sello Victor N° 81740-A), también con la dirección de Eduardo Vigil. Este tema "Los Carnavales” cuyo autor es Rosendo Huirse, sería grabado posteriormente en la Argentina por su hijo Jorge Huirse Reyes y su Quinteto Típico, para el sello Odeón con el registro (70224-A) y con la voz del popular tenor cubano de entonces, Guillermo Pérez "Macucho".
Finalmente, a decir de Luis  Octavio pareja Rivero, quien nos recuerda que la pionera discografía puneña tiene 13 temas discográficos para el sello Victor, entre 1924 y 1928, como ninguna otra compañía discográfica de temas altiplánicos para aquellos tiempos, hecho que hoy hay que valorarlo con mucho interés, aunque Arequipa tenia grabados muchos más temas desde 1917, entre música típica como música criolla.
Aunque aún hay mayor información y fuentes para refrendar estos hechos, es necesario considerar que, para la historia de la música de Puno, esta es una fecha muy importante, que debería ser considerada entre las efemérides a celebrar, hoy más que nunca, en que Puno es calificada como Capital del Folklore Peruano, y un acontecimiento como este no debería ser desmerecido, invocamos a las entidades rectoras en cuanto a música, a tomar en cuenta esta propuesta. (Declarar esta fecha como el “Día del Huayno Pandillero”). 
Debemos hacer hincapié que el texto completo sobre la historia de los primeros discos grabados en Puno, desde 1926 hasta 1962, en su artículo LOS PRIMEROS DISCOS DE MÚSICA PUNEÑA, que publicara el Dr. Enrique Cuentas Ormachea, lo hemos reproducido en nuestro libro sobre los Puneños en Lima en aquel tiempo, que hacemos mención línea arriba, (págs. 35-36).
Sin embargo, aquí reproducimos una pequeña parte de dicho artículo:….. Fue así como entre los meses de abril y Mayo de 1928 se concretaron grabaciones de música puneña interpretada por ese grupo musical. En retribución abonó la Casa Víctor una suma ínfima que sólo sirvió para adquirir un juego de cuerdas. Como algunos integrantes del grupo musical solicitaron hacer una nueva grabación para corregir algunos defectos que notaron en la primera, el representante de la casa Víctor ofreció regresar. Cuando los músicos de la Duncker esperaban a éste fueron sorprendidos con la venta del primer disco de grabación hecha puesta en venta por la casa Arauzo. En un lado tenía el huayño “Chascañahui” en que figuraba como autor don Alberto Rivarola, pero cuya captación y arreglo, según afirmó mi padre pertenecía a Marcelino Cuentas. Al reverso tenía una canción Aymara interpretada por el dúo de las hermanas Anita y Lucy Salinas con acompañamiento de Néstor Molina en la mandolina, Alberto Rivarola en la guitarra, Jorge Pardo del Valle en el charango y J. Ramos en el violín. Titulaba “Janiñau” (Yo no te quiero). El título “Chascañahui” significaba “Ojos de Lucero” y la partitura inicial fue dedicada a la Sra. Elisa Aliaga. El disco causó revuelo en el ámbito de la ciudad. En pocos días se agotó la primera remesa. Junto con la segunda remesa solicitada por el distribuidor llegó otro disco donde se había grabado la melodía aymara “Matajuicio” (Yuyay Chincachi) de don Alberto Rivarola, en interpretación de la Estudiantina Duncker, en cuyo reverso se había insertado el yaraví arequipeño titulado “Recuerdo” del dúo Chávez-Larrea. Pocos días después llegó otro disco con el huayño puneño de Alberto Rivarola titulado “Las Zampoñas que van” de la Estudiantina Duncker y al reverso la canción titulada “La Maldición” del dúo arequipeño Salas-Marroquín. Toda la remesa se agotó rápidamente”.Atte.Bruno Medina Enríquez (24/04/2020)

Información adicional en:

“El Origen de Brisas del Titicaca”. Bruno Medina Enríquez. Edit. Aswan Qhari 2013, pag. 35-36
“Música peruana en cilindros. Reporte sobre las grabaciones de Enrique Brüning (1848-1928)” Virginia Yep, Revista LIENZO. Universidad de Lima. Edic. 2017. pags. 185 y siguientes.
https://excavatedshellac.com/2013/01/21/three-early-recordings-from-peru/                                            
Mario Cerrón  y Luis Salazar de radioinkarriperu.com/web/

https://www.youtube.com/watch?v=T69BImop6tc


https://www.youtube.com/watch?v=1hYGy84QRd0







sábado, 18 de abril de 2020

El Momento Histórico, por Lizandro Luna


El Momento Histórico.
En tiempo de Pedro Vilca Apaza

Tres siglos de opresión, con su influencia letal. Pensaban como tres montañas de plomo sobre el cadáver del imperio. Bajo aquel peso enorme habían ido desapareciendo las obras admirables del lnkario logradas en largos siglos de paciente labor. La conquista fue como un cataclismo para aquella organización. Destruyó la sociedad indígena y su economía. Trajo por tierra el maravilloso y armónico sistema Comunista de gobierno. Pueblos íntegros fueron diezmados. 

Desaparecieron sus magníficas obras de irrigación, Sus acueductos. Sus caminos espléndidos, sus edificios seculares. De todo esto quedaron ruinas. El capital humano también iba disminuyendo. De once millones de habitantes, con que contaba el Imperio antes de la conquista, se habían reducido a menos de cinco en aquellas fatídicas tres centurias. Pavorosa proporción. Marchando a aquel ritmo la despoblación sería total. Este hecho, da la medida de la obra destructora de la Conquista debido al bárbaro sistema de gobierno impuesto a los pueblos sojuzgados.

Del Imperio floreciente de ayer solo quedaban vestigios y escombros. Reinaba entre ellos un silencio de necrópolis. El dolor la angustia, cerraban sus férreas tenazas en torno a la sufrida raza. Pero esta soportaba en silencio su martirio. Parecía de bronce, Resistió estoicamente. Ni uno quejo. Ni un alarido de protesto. Sus reacciones violentas habían sido ahogadas en sangre desde la rebelión de Manco II en 1535. El Perú estaba sumido en una inmovilidad cataléptica. en un letargo mortal. El régimen colonial parecía. haberse impuesto definitivamente.

En rápido bosquejo enfocamos lo situación. Los indios marchaban en rebaño a ser devorados entre las fauces voraces de lo mita, los obrajes. Los cañaverales. las encomiendas. Eran estos centros de bárbara e inhumana explotación. Verdaderos infiernos dantescos. Ahí entraban los indios por millones, en racimos humanos impresionantes, la mayoría no volvió a salir. Quedaban sus cenizos. Huesos calcinados, sangre y lágrimas, eran el combustible de aquellas hogueras gigantescas. Es que el hombre había perdido su condición de persona. Estaba convertido en animal de sufrimiento. Había descendido al plano de lo bestia de carga. Estaba en la misma categoría del perro o del gato ante el criterio despótico del amo. El que nada tenía pagaba con su persona el delito de vivir. 

El que era yanacona de nacimiento se consideraba como siervo. De hecho, perteneció al dueño de la tierra donde había visto lo luz. Y era irredimible. Si era hijo de la comunidad. el mal era mucho peor; llevaba desde antes de nacer el marco infamante del esclavo. El casado no estaba seguro de su compañera de infortunio. Estaba a merced de lo violencia, de la extorsión brutal erigidas en ley Carne de esclavitud, para esta sufrida raza no había más ley que la voluntad despótica del amo ni más juez que el látigo del capataz, Era paria en su propia tierra. 
Nada le pertenecía.
(Lisandro Luna, 1944. “El Puma Indomable”)