NUESTRA BIENVENIDA

Tu amigo Bruno Medina Enríquez, Director de la Revista ASWAN QHARI, te da la bienvenida para que juntos construyamos los enlaces que nos ayudan a revalorar nuestra cultura y auspiciar un futuro promisorio, en la búsqueda de alcanzar el Sumac Causay, que nos hará libres en una nueva sociedad!!!



martes, 20 de octubre de 2020


 

sábado, 22 de agosto de 2020

La Campana de Azángaro

EL TEMPLO DE ORO DE AZANGARO

 El Templo de Oro de Azángaro

Escribe: Bruno Medina Enríquez.

Muchos de nuestros materiales publicados en “Aswan Qhari”, desde el año 1995, han sido reproducidos textualmente en diversos medios, sin hacer referencia a la fuente.  Como en el caso del proyecto de restauración del Templo, por la Dirección Regional de Cultura del Cusco. Aun así, reiteramos nuestro propósito de un recuento histórico. Debemos dejar constancia que el Templo de Azángaro fue declarado como MONUMENTO HISTORICO, mediante R.S. Nº 2900-72-ED del 28 de diciembre de 1972, emitida por el Instituto Nacional de Cultura.

Antecedentes

Para hacer un recuento histórico del Templo de Oro de Azángaro consideramos estos hechos previos que dan veracidad a esta relación.  Para ese tiempo a inicios del poblamiento de Azángaro por los españoles, Don Fernando Torres y Portugal, Conde de Villar, era el VII Virrey del Perú y el trono de España lo ocupaba el Rey Felipe II. El Virrey Lope García de Castro en 1565, determinó que se crearan los corregimientos en el Virreinato. El Licenciado Pedro Ramírez de Quiñones, presidente de la Audiencia de Charcas, nombra como encomenderos de Azángaro a don Antonio de Quiñones y Martín de Alarcón el 25 de octubre de 1565. El Rey Felipe II el 26 de mayo de 1573, por Real provisión mandó dividir la jurisdicción del Cuzco, entre las audiencias de Lima y Charcas, cuya capital sería la ciudad de La Plata (Chuquisaca). El Virrey Toledo en 1574, organizó los corregimientos de Charcas, que fueron: el Corregimiento de indios de Caracollo o Sicasica, de las Yungas y la provincia de Larecaja, de Paucarcolla o Puno, de los Pacajes o Berenguela, de Llacxa, de la provincia de Omasuyo; los Corregimientos del Cuzco, fueron el Corregimiento de indios de Urcosuyo en el Collao o Cabana y Cabanillas o Lampa, el Corregimiento de indios de Collasuyo en la provincia del Collao (o Asillo y Azángaro) y el Corregimiento de Carabaya. Chucuito era encomienda personal del Rey, no contaba con corregidor.

La primera piedra del Templo

Diego Choquehuanca Waco Túpac, nacido alrededor de 1547 en Azángaro, heredero de Cristóbal Waco Túpac (Inca Paullu), por Real Cédula es reconocido con el título de “Marqués de Salinas”, a quien el Virrey don Fernando Torres y Portugal, Conde del Villar, le concede el título y cargo de Cacique de Azángaro el 5 de julio de 1586, autorización que por le fue confirmado por el Virrey García Hurtado de Mendoza el 4 de setiembre de 1591. Diego fue entonces nombrado gobernador y Curaca principal de Azángaro, en mérito a sus gestiones para ser reconocida su ascendencia y su fiel adscripción a la corona española; con el objeto de confirmar ante la población e imponer su cargo, solicita al Corregidor de Omasuyos don Vasco de Contreras, su instalación, para lo cual manda a celebrar una misa de acción de gracias, así como la colocación de la primera piedra de lo sería la Iglesia "NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN" de Azángaro, el 22 de agosto de 1586. De este hecho queda la constancia que dice:

«Yo don Vasco de Contreras, asistente de su Majestad y Corregidor del Partido de Omasuyos, conferí y di posesión corporal a este don Diego Chuquihuanca del cargo de Gobernador y Cacique principal de Azángaro y a mi presencia y asistencia en este mismo día veintidós de agosto de mil quinientos ochenta y seis, Octava de la Asunción de la Virgen; mandó este mismo don Diego a colocar los primeros cimientos de la Iglesia de éste pueblo de Azángaro a su costa y cargo de lo que certifico».

Diego Choquehuanca contribuyo para la construcción del templo, poniendo a disposición su fortuna personal, hecho que también fue imitado por el Cacique Mango, quien también contribuyo con sus donaciones para su construcción, por eso que el templo de Azángaro se tiene la capilla de los Mango y de los Choquehuanca.

Su historia

Según la versión de Lizandro Luna en su libro “Templo de oro, determina que la historia de este templo tiene 4 etapas: la primera desde la fundación que hiciera Diego Chuquiwanca hasta su incendio en 1758; la segunda, la reconstrucción y real embellecimiento interior por el Canónigo López de Cangas; la tercera, la construcción total hasta 1938, bajo la dirección del Presbiterio Hilario Velazco y la cuarta, desde 1949 con la obra conducida por el Padre Vidal Vargas.

 Le agregamos una quinta etapa que aún no tiene fin, desde que se cayó la torre en 1997, el proceso de su primera reconstrucción y finalmente su construcción definitiva que perdura hasta estos días.

Primera etapa. Existe una versión  en base a un documento  del Archivo Departamental del Cusco (“Protocolo de Antonio Sánchez” de 1572), según el cual los encomenderos Azángaro don Antonio de Quiñones y Martín de Alarcón, encargan al maestro Pedro de Arismendi el inicio de la construcción de un templo, que bien debería ser cuando la población se ubicaba en Macaya, de lo cual no hay evidencias que hayan quedado, salvo y mejor aún, el documento debe referirse a  los restos y galpones de una antigua y monumental construcción de un templo en ruinas, que estuvo a cargo de los misioneros franciscanos, ubicado a la espalda de mi casa, por donde hoy está el CEI N° 40, (entre Jr. Rivarola y Av. Tacna y Arica),  en tanto que el documento suscrito por el Corregidor Vasco de Contreras, hace referencia a los primeros cimientos del templo autorizados a Diego Choquehuanca, el 22 de agosto de 1586, y con contundentes evidencias hasta la fecha, de que fue el que intervino en la construcción, financiando con su peculio y del cacique Mango Turpo de Velasco.

Debo agregar que los encomenderos de Quiñones y de Alarcón, desde que se les otorgó la Encomienda de Azángaro (1565), se impusieron el propósito de poblar de españoles e indios adscritos, un lugar desde donde ejercerían el control de su encomienda, y esa fue la actual ubicación de la ciudad y no Macaya, ni otro lugar; para ello es que encargan construir un templo, en un céntrico lugar del que poblarían, -no como lo hizo Choquehuanca posteriormente, al borde de una pendiente- que es el templo al que se refiere el “Protocolo de Antonio Sánchez”, templo que se queda en las primeras altas y anchas paredes arriba referidas y una pequeña plaza frente a él, plaza donde hace muchísimos años quedaba el mercado de cerámicos, el otrora  “Macaccato”. 

Aquí agrego esta historia de mi familia, una historia particular pero determinante para sustentar esta teoría; mi Abuelo Francisco Enríquez Miller era propietario de los terrenos que colindaban con dicho templo, como heredero de quien fuera el “cura Enríquez”, sacerdote franciscano a cuya congregación de misioneros, le habían sido  asignados dichos terrenos, “desde la época de los encomenderos”, (el “Tata Enríquez” por ese hecho era dueño de casi todo Azángaro, el cerro y sus alrededores, La Huerta, Bellavista y las pampas cercanas a la población), incluido el templo en galpones existente hasta hace algunos años, antes que se abriera la calle Rivarola y se construyera el CEI 40; En la mitad de dichos terrenos, vendidos por mi abuelo, se construyó la “casa de los Frisancho Rosello”, donde inicialmente funcionaba la escuelita “866” (por eso era llamada la escuela del Mancaccato), hoy conocida como “Manhatan School”, y en la otra mitad se construyó la casa de mis padres; en la memoria de la familia queda un recuerdo de cuando mi madre Emilia Enríquez, mandó a construir unos cimientos de una nueva habitación, se encontró restos humanos de lo que sería un cementerio de los Franciscanos, para suerte una “calaverita” encontrada allí, nos acompañó por muchos años a la entrada de la casa, es más esos galpones del templo y el amplio “cachón”, de lo que fuera la plazuela, siempre los conocimos como “terrenos de los franciscanos”. 

Por lo tanto; el “Protocolo de Antonio Sánchez”, no se refiere al templo mandado a construir por Diego Choquehuanca al que nos referimos en esta historia, quien por su mayor poder de acción (y económico) pudo imponer su construcción, con apoyo de los Mango Turpo de Velazco.

El Templo de Azángaro a decir de Lizandro Luna, fue inaugurado el 15 de agosto de 1624, creado y edificado por el cacique Diego Chuquiwanca; para el historiador Ricardo Mariátegui la inauguración fue en 1642, cuando se concluyó la armadura de la bóveda o artesonado.

El primitivo altar central era de ladrillo y yeso, construido por los padres dominicos en 1600, estructura que aun hoy se encuentra tras el actual altar, deteriorándose paulatinamente.  La nave del templo comprende además dos capillas laterales, la de las Animas y la del Rosario; la primera construida por Choquehuanca donde reposan sus restos y existe un retrato suyo y el de su esposa; la otra capilla fue construida por el cacique Mago Turpo, quien también manda a edificar la torre de barro adjunta.

Segunda etapa.  En 1758 año en que el templo sufre un atroz incendio, se inicia el trabajo de su real transformación. Hermosos retablos, suntuosos marcos de madera tallada y dorados a fuego de 14 quilates, cubren totalmente sus altos muros, desde el altar mayor hasta el coro.

En el actual altar mayor está el tabernáculo que es de planchas de plata repujada, tiene hermosísimos retablos de madera bañado en pan de oro de 14 quilates al mejor estilo barroco, de pleno auge en la época colonial, en cuya parte central se encuentra ubicada la imagen de la Virgen de la Asunción traída desde Barcelona. Cuenta la tradición que esta imagen era conducida a Chuquisaca, siendo la ruta que seguía para llegar allí, el camino del partido de Omasuyos al norte del Lago Titicaca y  que pasaba por Azángaro en tanto que Puno no existía como tal, Azángaro era el lugar obligado en la ruta donde había que descansar del viaje de la imagen que venia del Cusco; unos dicen que la imagen se tornó pesada y no pudo ser transportada más, otros dicen que el pueblo se embelesó por tan bella imagen, reclamando como consecuencia su entronización en la iglesia de Azángaro, téngase en cuenta que el patrón de Azángaro era San Bernardo, con cuyo nombre esta bautizada una Plaza principal.

Los muros laterales de la nave completa del Templo desde el altar hasta el coro, está cubierta de retablos de madera tallados y cubiertos en pan de oro, además la nave total es decorada con hermosos lienzos de escenas bíblicas cuyas características son de la famosa la Escuela Cusqueña, pintados por el maestro Isidro Francisco Moncada y Álvarez y anónimos indígenas que luego serían llevados a trabajar en diversos templos del Cusco y del Altiplano, para gloria del arte de la escuela Cusqueña. En la nave principal existen 26 pinturas entre cuadros murales y lienzos de indudable característica artística, (Algunos de ellos hoy ya no existen porque fueron sustraídos hace pocos años). El arco toral en forma de ojiva exhibe un mural llamado “El triunfo de la Eucaristía”, así mismo entre los lienzos que decoran la nave están “La Epifanía de la Virgen”, El Nacimiento del Niño, “La Huida a Egipto” , existe otro hermoso mural en la parte baja del coro dedicada a la Glorificación de San Francisco.

La Capilla del Rosario y de las Animas, son también de estilo arquitectónico barroco. Estos trabajos fueron realizados bajo la dirección del Bachiller Don Bernardo López de Cangas, quien fuera vicario de la Parroquia desde 1758 hasta 1771 año en que murió y cuyo retrato está plasmado en un lienzo.

Tercera etapa.  En 1936 Don Hilario Esteban Velazco, Presbítero de origen español, llega a Azángaro y al ver tan bello templo tomó como objetivo principal, la reconstrucción del templo que pasados los años había sido casi destrozado por la humedad y las inclemencias del clima y no había recibido mayor atención hasta entonces. Don Hilario realiza el trabajo de reforzamiento y reconstrucción en el lapso de cuatro años, pese a la opinión negativa de muchos que sugerían que derrumbar el templo, sin embargo se empeñó tercamente en alcanzar su objetico, utilizando para ello material noble como piedras y cemento con cal para reforzar los cimientos, fierros  en la parte superior de las paredes que actúan como enlaces entre las paredes laterales, las mismas que han sido reforzadas con inmensas columnas que se aprecian en la parte exterior y que son su principal soporte lateral para evitar su caída.

El Templo de Azángaro hacia 1940,
cuando Lizandro Luna escribe sobre él


Cuarta etapa. El 15 de agosto de 1949 se inicia la construcción de una nueva y  actual fachada de piedra, ejecutada bajo la tutela del padre Vidal Vargas de la orden Domínica, en base al proyecto y construcción del arquitecto de gran recordación, don Leonel Velarde, el mismo que en días previos había de construir el famoso obelisco ubicado en la Plaza San Bernardo, es quien desde 1950 realiza el diseño y la ejecución de la fachada hasta el segundo nivel, en palabras recogidas por nuestra parte del mismo Leonel en su residencia de Barranco (Lima), hace ya un tiempo, y que recogimos gracias a la amistad con su destacada hija, la famosa pintora de los héroes nacionales, Etna Velarde (+), asociada del Club Cultural Azángaro, Don Leonel nos dice que la fachada es la expresión similar a lo que se presenta en el Altar Mayor del templo, es decir  adornada con columnas talladas en piedra, así como las imágenes que son del mismo material, salvo las del tercer nivel que no son de piedra y el tiempo las ha deteriorado. Don Leonel en una conversación personal nos manifestó la minuciosidad del trabajo y la loable dedicación que le puso al tallado, enseñando a los albañiles picapedreros la forma como se hacía y con el más mínimo detalle, siendo su alumno más aplicado, el que dirigió la conclusión del tercer nivel y el acabado de la fachada, y este sería Gregorio Morocco Layme, a quien don Leonel lo recuerda cariñosamente como “El Chamaco” por su juventud, entre sus ayudantes.

La Torre construida con adobes confeccionados con una argamasa reforzada y revestido de barro, inicialmente techada en ladrillo que el tiempo la fue deteriorando, y luego refaccionada en 1885 por el Coronel José María Quiñones Lizares y que fue cubierta con techo de calamina (1920). En su interior estaba ubicada una campana llamada María Asunta, única en su género en Puno, por su sonoridad y tamaño; fabricada por el fundidor Felipe Córdoba el 27 de julio de 1793, el mismo que fabricó la María Angola del Cusco, de ahí que la llaman como su “hermana”. La acompañan otras campanas que están en cada ventana de la torre, hasta antes de su caída tenía una pieza llamada “Matraca”, construida toda de madera. No se conocía otra igual por su tamaño y sonoridad en ningún templo, y solo era utilizada en semana santa, la adornaba en la parte exterior un inmenso reloj en el lado de la torre que daba a la Plaza San Bernardo, con un mecanismo muy habilidoso y decorado interiormente por hermosa pintura policromada, y que hoy ya no existe.

En 1953  llegan los padres Maryknoll con el Padre Charles Murray como párroco, se hacen cargo de la iglesia, ellos promueven el revestido de la torre y la parte adicional del templo, con bloques de piedra, este proyecto no se llega a concretar en el tiempo, por la escasa respuesta de la población en aportar los bloques de piedra, pese a su dinámica actitud en el trabajo, en ese sentido construyen un coliseo al costado del templo, qué duda cabe, eran muy aficionados al Básquet, y dejaron muchos discípulos que los siguieron, en esa etapa el último sacerdote que estuviera a cargo de la parroquia seria el Padre Ronald Llerena, quien se aleja de Azángaro, ya en la época del terrorismo, por lo que durante muchos años no hay sacerdotes en Azángaro, permaneciendo cerrado y solo era asistido por sacerdotes de otras jurisdicciones en ocasiones especiales.

Templo en 1949 al inicio de las obras de la fachada, están:
Moisés Rondón, José Benjamín Jiménez, Leonel Velarde y Adrian Toro
(foto original de Leonel Velarde que nos fue proporcionada por Etna Velarde)


Quinta etapa Lamentablemente, el 04 de marzo de 1997, la Torre se derrumbó, al poco tiempo fue reconstruida aceleradamente a iniciativa y persistencia de la autoridad municipal de Azángaro de aquel tiempo, como se decía entonces, ¡rápido nomas, antes que lleguen las lluvias!; sin embargo, esta torre solamente reforzada, se volvió a caer el 23 de junio de 1998 esta vez completamente, ¡hasta no se sabe cuándo!!. Lo que es peor, una madrugada a fines de junio del 2004 el templo sufrió un grave asalto, fueron sustraídos de diversos ambientes del Templo hermosas reliquias de oro y plata, como cuadros pictóricos de la escuela cusqueña, y otros grandes tesoros que guardaba en su interior, así como sucedió el asesinato por parte de los asaltantes, del Sacristán que por muchos años era el único guardián y custodio de los bienes de la Iglesia, Juancito Choquehuanca y su esposa.

El año 2005 se inician los trabajos preliminares, los mismos que continúan hasta el 2007, con labores de limpieza de escombros, apuntalamiento de muros, así como reforzamiento de cimientos, restitución de los muros de la Torre, hasta el desmontaje del techo de calamina y su restitución con tejas, el piso con madera machihembrada, en fin diversos trabajos de restauración descritos en el informe final presentado por la Arquitecta Leonor Cuellar Villavicencio, residente de la obra, en un proyecto denominado “Restauración y puesta en valor de Monumento Histórico Artístico”, que obra en los archivos de la Dirección de Cultura del Cusco, donde se cuantifica el presupuesto de toda la obra, presentado y ejecutado en el año desde el 2005 al 2008, por disposición y recursos propios de la Dirección Regional de Cultura del Cusco, , en razón que es considerado como un monumento legado por nuestros antepasados, esta vez los trabajos de reconstrucción se demoraron un buen tiempo. Hay que tomar en cuenta que para ejecutar esta restauración se tuvo que aprobar su expediente mediante la Res. Directoral  N* 132-INC/DREPH-DPHCR, así como firmar de convenios del INC con el Gobierno Regional Puno, así como con la Municipalidad Provincial de Azángaro. El Presupuesto final de la Obra aprobada por el gobierno asignado por el SNIP ascendió a la suma de S/. 1’944,990.00.

El 21 de abril del 2013 por tercera vez sufrió un robo, esta vez los facinerosos se llevaron el enchape de plata del altar mayor, objeto que esta valorizado entonces en 10 mil soles. El trabajo final y su consecuente refacción se reinicia el 23 abril del 2013 cuando un equipo de especialistas del Instituto Regional de Cultura del Cusco, arriban a Azángaro para verificar el trabajo de reconstrucción del templo y a fin de continuar con las labores de restauración que se truncaron durante bastante tiempo. En las inspecciones estuvieron presentes el párroco de Azángaro, Salvador Apaza Flores, el mayor artífice de esta etapa de reconstrucción; el obispo de Puno, Jorge Pedro Carrión Pavlich; el alcalde Efraín Murillo Quispe, dirigentes de la comisión de salvaguarda del tabernáculo, entre los que Julio Castillo Enríquez, se mostró como un empedernido promotor; hasta entonces ya se había concluido con la obra física, solo faltaba completar los trabajos de arte, el mismo que al cabo de dos meses se inició con la presencia de restauradores y artistas para la restauración interior, aunque a la fecha por falta del incremento del presupuesto aun reclamado por la Parroquia de Azángaro, hay muchos detalles por concluir en lo que respecta al trabajo artístico, para devolverle la plenitud de su esplendor. Fue en agosto de 2013 que se reapertura las puertas del templo para las celebraciones respectivas.

 El día de hoy el templo tiene un techado de tejas, la torre ha sido reconstruida totalmente y se ha creado un complejo cultural turístico muy interesante que incluye la unificación de las dos plazas principales y la desaparición de construcciones que había a su alrededor, lo que le dan hoy un hermoso panorama de atracción turística y el templo de luce por fuera con todo su esplendor e iluminación.

No esta demás manifestar nuestra felicitación a la población azangarina, en verdad la obra ha quedado bellísima; solo esperamos como tú, que se concluyan las obras de la restauración interior y luego promover el corredor turístico del Templo de Oro. Denominado así por las brillantes obras pictóricas que hay en su interior y por el decorado en pan de oro que causa la envidia a cualquier profano de la belleza. y reconocido mundialmente por Paul Marcóy, cuando en el siglo XIX visitó Azángaro.

https://youtu.be/xIonmFJ1dRI

https://www.youtube.com/watch?v=xIonmFJ1dRI



Templo hacia 1980

Marzo de 1997, Julio Castillo nos muestra su primera caída
La población se muestra muy extrañada


Templo y torre hoy 2020

domingo, 16 de agosto de 2020

jueves, 6 de agosto de 2020

CARNAVAL UNUCAJAS

DANZA CARNAVAL UNUCAJAS
Bruno Medina Enríquez (Publicado en noviembre del 2016)

MINISTERIO DE CULTURA, OFICINA DE COMUNICACIÓN E IMAGEN INSTITUCIONAL

15 de noviembre de 2019.

Ministerio de Cultura declaró como Patrimonio Cultural de la Nación la danza Unucajas en el distrito de Azángaro, provincia de Azángaro (Puno), por ser considerada una manifestación característica de dicha localidad, que está profundamente asociada a la renovación del ciclo vital social y agrícola.                

Según la Resolución Viceministerial N° 210-2019-VMPCIC-MC, publicada  en el diario oficial “El Peruano”, esta manifestación cultural también resalta el valor de la identidad inscrita en la historia de lucha y resistencia cultural del pueblo de Azángaro. Recreado en el texto de la Resoluciòn referida, conforme a la tradiciòn historica de esta danza.


SIGNIFICADO DEL NOMBRE
Unucujas (en quechua: caja de agua), son unos tambores (tinyas) de aproximadamente 30-40 cm de alto por 29-25 de diámetro, forrados con cuero en la parte superior e inferior del instrumento, la particularidad de este instrumento de percusión esta que en la tapa,  parte interior tiene cruzados por unos hilos de cuero que soportan al medio unos dos o tres pequeños palitos (2 cm) que actúan como resonadores al momento de golpear el instrumento, la particularidad de la instrumentación al momento de interpretar la melodía que acompaña a la danza, es que los cueros deben estar permanentemente húmedos (mojados) a fin de darle una sonoridad muy singular y que al estar estar constantemente remojados por agua si no pierden sonido particular y resonate que tienen, como acompañantes del pinquilllo que interpreta la melodía principal

ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA DANZA

La danza Unucujas es una danza de carnaval, de la variedad de Wiphalas, pica en su integridad el encuentro amoroso o enamoramiento entre jóvenes y señoritas para las futuras familias, y para celebrar las costumbres que se realizan en los meses de carnavales, en la actualidad se sigue cultivando esta tradición de generación en generación en todas las localidades.
La danza UNUCAJAS es una danza guerrera, pastoril y carnavalesca, que tiene su origen en la Parcialidad de ANANSAYA ESQHANCHURI, situado al norte del Distrito de Azángaro limítrofe con el Distrito de Asillo, desde un tiempo desconocido, se viene ejecutando esta danza con fines exclusivamente guerreras durante los gobiernos de los incas Huayna Cápac e Inca Roca, cuyo propósito era la de conquistar tierras fértiles, con fuentes de agua, para su irrigación natural, en la actualidad, se sigue practicando esta costumbre en las fiestas de carnaval, ahora con fines pastoriles, costumbristas y guerreras, emulando satíricamente, emprenden grandes batallas campales, al ritmo del rebumbo de los tintis, la melodía de los pinquillos y la bella canción de las lindas cholas de los aswanqharis, con los ayllus del sector Asillo, con la intensión de ganar mujeres bellas, hombres guerreros y la expansión de sus territorios.
En la actualidad se sigue cultivando esta tradición, que se transmite de generación en generación, con el nombre de WARAK’ANAKUY, en el sector denominado QHANLLIAPACHETA, a partir del 20 de Enero, día de San Sebastián, hasta la culminación de los carnavales, que es el Domingo de Tentación o la Amargura.
Ahora bien vamos a describir la ejecución folklórica de esta danza; todos los años en carnavales, hacen su aparición los Unucajas en los campos, para dar por iniciado la fiesta con el T’IKACHASQHA, que seria, el recojo de las flores, especialmente, la SUNILA y el PANTY PANTY, flores representativas de nuestra Provincia de Azángaro, con la finalidad de adornar las monteras de las cholas y de los varones, como muestra de aceptación en la fiesta, al día siguiente Domingo de carnavales, después de un suculento desayuno, consistente en un caldo de cordero, salen a dar alegrías, a la gente del lugar y ejecutar el CHAKU. Que consiste en la caza de animales silvestres, que no son domesticados, como el codorniz o lluthu, la phisaqha o perdiz, las ch’oqhas o gallinas de agua, venados, bizcachas, entre otras, para obsequiar a las autoridades y las autoridades los reciben con serpentinas, misturas y bebidas, para continuar la fiesta, esta costumbre hoy en día es denominado como el CHAKU APAYKUY.
Los animales no son dejados de lado, también se les hace partícipes los lunes de carnaval, son propicios para el SEÑALASQHA o Señalakuy y el TARIPAKUY, que consiste en marcar el ganado o poner señales de propiedad, a los ovinos y vacunos, nacidos el año anterior, como también el TARIPASQHA, a los domicilios, las chacras y la instituciones públicas, consistente en adornar las casas, chacras e instituciones, con flores, serpentinas, globos, polvo y misturas, no faltando las bebidas y al compás de la melodía de los Unucajas mas que todo en el campo cuando visitan a sus chacras, cuando habrá una buena cosecha. Desde el lunes de carnaval, también empieza el PADRINO WATUKUY, que consiste en alcanzar a los padrinos de matrimonio, con regalos de animales que puede ser, un torete o un carnero y el Padrino le recibe con regalos de vestimenta y con una fiesta de todo un día, esta costumbre empieza el lunes de carnaval, hasta el último día del phujllay o los carnavales.
Martes de carnaval es un día hermoso para los varones, donde pondrán todo su entusiasmo y habilidad para conquistar a sus parejas, pues es el TARUKASCHAY, que sería la caza de la Taruka o el venado, donde los varones suben a los cerros en busca de este animal, que hace bastante daño las chacras, más que todo la oca y así demostrar a su chola su fortaleza y habilidad felina para coger la Taruka, para que el alferado lleve como obsequio  a sus compadres, en muestra de respeto y unión.
El miércoles de ceniza, la fiesta es de todos, se inicia las visitas que se hacen a los vecinos y familiares, donde se práctica el MAQHANAKUY o la  ANTIGUERRA, que consiste en que los varones buscan una pareja varón, para medir fuerzas, mientras que las mozas bailan alrededor haciendo círculos, para que ningún varón escape de la Antiguerra, luego de ello viene la GUERRA, que se da entre la mujer ejecutante y el varón este pone su pie  encima de una piedra, para que la chola dé sendos latigazos con su Warak’a y este  no debe dar muestras de dolor, si quiere conquistar a su doncella y así al año siguiente contraer matrimonio. La música  cada día es diferente al compás de los pinquillos, los tintis y la dulce vocalización de las hermosas cholas.
Llega el lunes de carnaval y se nota el cansancio y la fatiga, pero los varones y las mujeres no se rinden, los cholos ya tienen a sus mozas conquistadas, que será su mujer, esto consiste en que el hombre lleve regalos , consistentes en ovejas, monteras, warak’as, entre otras, en señal de enamoramiento y desear como esposa a la hija escogida, los consuegros bailan alrededor de la pareja alegres, por que ya existe un nuevo hogar; concluye los carnavales con el popular CACHARPARI, donde todos bailan el remate  de todos los carnavales y despedirlos hasta el próximo año, donde se repetirá la misma historia.
El Cacharpari también consiste en la despedida del PHUJLLAY MACHU o el viejo carnavalón, quien pronostica el tiempo, cuando y como deben hacer sus labores agrícolas, de la misma la fecha en que llega los carnavales el próximo año, esta despedida se hace con mucha alegría, al compás no solamente de los unucajas, si no también de otras comparsas que viene sumándose  año tras año, lleno de serpentinas, misturas, polvos y no podría faltar las bebidas y los grandes fiambres que comparten todos.
La palabra UNUCAJAS, etimológicamente proviene de dos vocablos, cuyo origen es el quechua, siendo el significado de cada uno de ellas es la siguiente: UNU agua o linfa, CAJAS, encaje, concavidad, agujero; se refiere al pequeño tambor guerrero denominado TINTI y por su sonido característico que emite, solo al permanecer en constante humedad o remojar con agua, cuyo rebumbo anuncia la guerra, por defender, la fuente de agua o de la vida, en este caso, representado, por las tierras fértiles y las hermosas mujeres, que vienen a ser imprescindibles para el vivir del hombre. También se dice, que este pequeño tambor o tinti, se hacia serenar durante toda la noche, en riachuelos de agua, que bajaban de los cerros y tenia un sonido muy llamativo, para juntar a las hermosas cholas y cholos, para empezar con la fiesta.
Durante toda la fiesta, los varones visten, con trajes característicos, que son confeccionados típicamente a base de la lana de ovino, fibra de la alpaca y la llama; los varones llevan : Sombrero amoldado exclusivamente de lana de ovino tipo casco.
Saco negro de bayeta, pantalón blanco de bayeta, llijllas o mantas de hermosos colores, donde predomina el color rojo. En las manos portan una bandera blanca, representando la paz y en la otra llevan una Warak’a, representando la guerra envuelto por la paz, siempre con los pies descalzos o a veces con ojotas o las mulas, dos warak’as blancas entrecruzados en la espalda después de su atado.

Mientras que las mujeres llevan una montera multicolor denominado la phala montera, una blusa o saco de colores escogidos naturales de blanco y negro, llamado también el ch’eqche saco, una llijlla de colores donde predomina el color negro, una bandera blanca y una Warak’a en las manos, dos warak’as entrecruzados de color blanco en la espalda, están siempre descalzos o a veces con ojotas o mulas, toda la ejecución danzan cantando o cisanando con mucha alegría.
Las mujeres sisanan con la finalidad de desafiar a los varones si son hombres o no y los varones le responden con una voz varonil y pujante que es el WEG WAY, que quiere decir, aquí estoy y soy hombre.
Toda esta historia o costumbre finaliza el Domingo de Tentación o la Amargura con toda nostalgia y alegría, hasta el próximo año, donde será lo mismo.


VESTIMENTAS
La vestimenta que se utiliza en esta danza netamente original del distrito, está elaborado de lana de oveja, llama y alpaca.

Varones:

  • Sombrero blanco de oveja
  • Murana blanca de bayeta
  • Pantalón blanco de bayeta
  • Chumpi (faja)
  • Lliclla negra de oveja y alpaca
  • Kollacha de alpaca y llama
  • Bandera blanca
Damas:
  • Montera multicolor de oveja y de paja
  • Murana blanca de oveja
  • Polleras de bayeta de color verde y rojo
  • Anaco blanco de bayeta de oveja
  • Chumpi (faja)
  • Lliclla negra de oveja y alpaca
  • Kollacha negra de oveja y alpaca
  • Kollacha de alpaca y llama
  • Bandera blanca
MÚSICA
Su música es generalmente una fiesta alegre y festiva se canta en coro y contrapunto entre hombres y mujeres usando frases alegres y pícaros y dulces de rimas de canto y con palabras de enamoramiento y donde rinden reverencias a los animales que existen en este sector, la música es a base de estos instrumentos

  • Pinquillos de cinco agujeros
  • Unucujas que está en base a cuero de oveja y armazón de tronco talla.
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Aqui encuentras una grabación de su presentaciòn en el coliseo Puno  de la Asociación Central Folklorica Puno en Lima, cuando vinieron a recibir la Resoluciòn de Nominaciòn:

viernes, 24 de julio de 2020

miércoles, 15 de julio de 2020

domingo, 28 de junio de 2020

El 27 de junio de 1972 en Puno, 

nos ayudó a “ser libres”??

Escribe: Bruno Ismael Medina Enríqeuz

QUÉ SIGNIFICA EL “27 DE JUNIO”. 
Esa fecha es muy recordada desde entonces en Puno como un divisa de la resistencia popular y blasón emblemático de la lucha del pueblo puneño; quienes en 1970 formaron la Asociación Juvenil Puno, estudiantes puneños de sectores populares en Lima, instituyeron tropas de Sikuris, que en sus inicios de 1971 era dirigida por Dante Vilca Maydana, entonces estudiante de la UNI, el grupo de zampoñas era conocido como el “Juvenil Puno”, pero luego de los sucesos que recordamos, tomaron esa fecha, “27 de junio”, como nombre para denominar a la tropa de Sikuris que la tenían formada, posteriormente esos mismos jóvenes de los años 70, bautizaron con el nombre de “Candelaria Herrera”, a su elenco de danzas, Candelaria fue el nombre de una señora vendedora que trabajaba en el mercado central, y que murió como consecuencia de una bala disparada en aquella ocasión; otro grupo de muchachotes que habían sido parte de la AJP, formaron la Agrupación de Sikuris “27 de Junio” Nueva Era, en la Universidad de Puno los estudiantes recuerdan permanentemente esta fecha, hasta alguna organización estudiantil toma la fecha como su nombre.
En verdad esa fecha es simbólica y representativa para la población puneña, entonces eran tiempo de la “Revolución Peruana”, que era dirigida por el General Juan Velazco, mediante una dictadura militar que había derrocado al gobierno de la superconvivencia que presidiera Fernando Belaunde hasta octubre de 1968; el gobierno militar de Juan Velazco, había promulgado en 1969, una Ley de Reforma Agraria muy radical respecto a la propiedad de la tierra en el campo, así como dictó otras medidas de carácter reivindicativo para los sectores populares, en especial, en este caso, para el campesino que durante siglos había sido un siervo, a quienes Velasco les había pregonado que “El Patrón no comerá más de tu pobreza”, y copiando una consigna agrarista de la Revolución Mexicana de principios de siglo, decía en forma desafiante “La Tierra es de quien la trabaja”.
En pleno fulgor de la “Revolución Peruana”, de la dictadura militar, en Puno departamento donde el gamonalismo era preponderante y la propiedad de la tierra estaba en manos de pocos, la Reforma Agraria había calado profundamente en la población campesina, la población popular del departamento de Puno, había esperado que algún día alguien por lo menos le dijera “ahora eres libre y eres dueño de la tierra que trabajas”, por ello desde las altas esferas del gobierno se preparó una gran celebración en todo el Perú, por el tercer aniversario de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria, y Velazco le tomó mucho interés a Puno, y autorizó el viaje de una comitiva oficial encabezada por su Esposa Consuelo, en verdad quería revertir la opinión desfavorable que tenia de la población urbana, que según él debería estar más que agradecida, ahora que la propiedad de las fincas y grandes haciendas estaban pasando a las manos de los pobres del campo.

Sin embargo, no había considerado que un gran sector de estudiantes universitarios, profesores, sectores medios en Puno, no estaban de acuerdo con la política seguida por una dictadura militar, venga de donde viniera, haga lo que hiciera, para algunos estudiantes de los sectores de izquierda radical, tanto en Puno como en diversos lugares del país, el gobierno de Velazco no era mas que un títere de “Imperialismo Norteamericano”, y el gobierno militar no era mas que otro de los tantos que durante años habían gobernado el país para beneficio personal o de las clases poderosas dueñas del Perú.
Su servicio de inteligencia lo tenia bien informado de las opiniones de ese sector de estudiantes que en varias universidades del país, realizaban manifestaciones en contra del gobierno, y como es históricamente conocido, es en el sur del Perú donde desde muchísimos años se ha manifestado una animadversión contra todos los gobiernos, más aun si es militar, porque el sur peruano en este caso Puno, además de ser parte de los Andes, también es una región por siglos olvidada por quienes tienen el deber buscar su bienestar y desarrollo en tanto que son gobernantes del país y solo recordado cuando hay sequía, inundación o friaje, gran ocasión para destinar ayuda “solidaria”, promover campañas de recolección de víveres, ropa, en fin, campañas en busca de “donaciones”, que pretenden disimular, el fin principal que deberían tener los gobernantes, nacionales o regionales, trabajar por el bienestar y el desarrollo del país o región que gobiernan.

Pero vamos a 1972, Puno era uno de los departamentos en los que con más empeño se había aplicado la Reforma Agraria, después de los departamentos de la costa norte peruana, aunque por cierto, faltaban y siempre han faltado técnicos y profesionales para desde esta nueva visión de la tenencia o propiedad de la tierra, brinden sus aportes para su real aplicación en beneficio del campesino, claro eso es otra cosa y merece otra atención; lo cierto es que en junio de 1972 había que celebrar el tercer aniversario de la promulgación de dicha Ley, y por eso Velazco envió a sus “representantes” a diversos lugares del país, a Puno llegó “la Primera Dama” y esa celebración fue apañada por una serie de protestas estudiantiles que motivaron la intervención de la fuerza publica y el ejercito, hecho que devino en consecuencias de heridos y muertos.
Sucedió en el Perú Gobierno de Juan Velasco Alvarado 17 10 2016 ...

UNIVERSITARIOS DE ENTONCES
Debe comprenderse que para ese tiempo quienes accedían a estudiar en la Universidad Técnica del Altiplano, solo era, en su gran mayoría hijos de propietarios de la tierra, o hijos de funcionarios, empleados, es decir clase media, estudiantes de esa extracción social fueron los principales protagonistas de esas manifestaciones antigubernamentales, aunque ello no desmerece en nada la protesta manifiesta de los estudiantes universitarios, quienes además “estaban viviendo” una reforma universitaria, y la intervención de la “dictadura militar” en las decisiones de las universidades, claro que eran consideradas como un “atentado contra la autonomía universitaria”.

En 1972, tal vez habría sido uno de los primeros años en que alguno que otro muchacho, hijo de campesino recién habría ingresado a la Universidad, donde se estaba implementando una reforma educativa que incluyó una reforma universitaria, donde el rasgo principal eran las facultades convertidas en Programas Academicos y se iniciaban con “Estudios Generales”; sabemos también que para los no residentes en la capital puneña, “estudiar en la ciudad de Puno”, entonces significaba un desembolso muy oneroso para los padres, peor aun si estos eran campesinos, por eso que pocos eran los estudiantes de esa extracción social -popular o campesina- en la UNTA; en cambio en los años posteriores, y en gran volumen, esos muchachos y muchos otros más se han hecho profesionales tanto en la Universidad del Altiplano, como en otras universidad, e institutos superiores, y que hoy están contribuyendo al desarrollo del departamento, (aunque a algunos de ellos aun hoy,  muchos rezagos de su herencia ancestral -de la época de la Colonia- , los hicieron actuar de otro modo), pero que en ese tiempo no pudieron contribuir en nada para el desarrollo de la Reforma Agraria, no habían profesionales en el campo de esa extracción que lo hicieran; por lo que el hecho  solo quedó como una gran medida de cambio estructural, es decir el cambio del régimen de propiedad de la tierra en el campo, mas no su desarrollo, es que pocos menos de 6 años hubieron para su implementación, y su consolidación según lo originalmente proyectado,  en 1975 otro régimen militar asumió el gobierno y empezó a desbaratar todo lo avanzado por el anterior; muy a pesar de todo ello que hasta ahora se les debe en “bonos” a quienes fueron en su momento propietarios de la tierra.

En esa preocupación de saber realmente qué había pasado en la ciudad de Puno en junio de 1972, entonces era un estudiante universitario alejado de mi tierra, que sin embargo respaldaba los cambios estructurales que se daban entonces, y en el tiempo me quedó como un gran enigma, una eterna pregunta en mi mente, ¿Qué había pasado en Puno en junio de 1972?, esa “revuelta” habría contribuido a que realmente “seamos libres por siempre”?
CLÍO: Las reformas agrarias en el Perú. El problema de los bonos ...
Pero si era lo mismo lo que estaba buscando ese grupo de militares que con las diversas reformas dictadas desde el gobierno, y así a quedado en la historia como hechos que no pueden ser negados, claro que no era una “revolución” al estilo ruso, chino o cubano, pero habían cambiado el régimen de propiedad en distintos niveles, en especial en el campo, donde la propiedad de la tierra empezó a pasar a manos de los campesinos por medio de cooperativas, sociedades agrícolas, comunidades, etc.
En esa inquietud hace unos quince años interesado en conocer de cerca esos hechos que habían sucedido en esa fecha en Puno, busqué quién me lo podría contar, alguien que habría sido protagonista directo, es más era el hijo del Prefecto de entonces, él debería conocer muy de cerca y con pelos y señales lo que había pasado, por cierto el Prefecto de entonces, responsable político de los hechos, José Benjamín Jiménez Camacho, ya había fallecido en Lima unos años atrás, postrado en un ostracismo y decepción que no le permitió nunca más regresar a su tierra.

El “Ñato Jiménez”, azangarino de largos ancestros, había sido alumno del Colegio San Carlos, estudió Derecho en la Universidad de San Agustín y Medicina en la Facultad de San Fernando, luego de haber trabajado los primeros años de su carrera en la Maternidad de Lima, regresó a su tierra como medico titular en el hospital de Azángaro, a partir de ahí en diversos centros de Salud, del mismo modo fue periodista de afición, siendo corresponsal de diversos medios periodísticos y gran admirador de José Domingo Choquehuanca, por devoción; en 1945 fue elegido Diputado de Azángaro por el Frente Democrático; y finalmente fue Prefecto de Puno en 1970, tiempo en que nos ocupa esta historia.
Esa historia de la cual ha sido protagonista su hijo José Luis, nos la ha sido contada por él en 1995, en diversos párrafos y pasajes de esta historia, seguramente muy poco conocida, podrá traslucirse la verdad clara, la justificación precisa, o la apreciación correcta de los factores que determinaron esa protesta hoy recordada, las razones de su origen, sus protagonistas, a quienes los nombra con nombres propios y los identifica tal como fueron entonces.
Esta historia la hicimos circular en una breve edición de Aswan Qhari, y hoy convertido en un material de primera fuente, es necesario sea difundida para que quede en los anales de la historia de Puno.
Antes nuestras diversas interrogantes, que no las reproducimos porque son obvias por las respuestas de esta lectura, esto es lo que nos cuenta José Luis Jiménez, sobre los hechos acontecidos en esa ocasión, naturalmente datos e informaciones de primera fuente y palabras que también son categóricas al referirse a quienes fueron sus protagonistas, y decimos fueron, porque a los años ya que han pasado, el destino de cada quien es por cierto muy distinto, algunos ya han muerto, otros, encontraron un destino distinto al que los impulsó al promover la manifestación estudiantil, y como dice el decir popular, han cambiado de camiseta las veces que les ha convenido, como es el caso del que fuera Presidente de la Federación, mientras que habrá alguno que aun pasado el tiempo, mantiene su convicción sobre los motivos que lo impulsaron ser activista del “27 de junio” y que aún mantiene -auque sea utópicamente- el deseo de que algún día realmente “seamos libres por siempre”.

ESTO NOS DICE JOSÉ LUIS.
Era un 26 de junio de 1972. Puno estaba agitado. Los gremios organizados concurrían a la Parada que debía llevarse a efecto en la Plaza de Armas. Estudiantes de diferentes centros educativos se dirigían en formación a ocupar sus emplazamientos.
Pero había agitación en el ambiente. Grupos folklóricos habían sido convocados a mostrar el Puno profundo. No era para menos, la primera dama de la Nación, la Sra. Consuelo Gonzáles de Velasco había arribado el día anterior y merecía una manifestación de recibimiento oficial por parte de Puno, sus autoridades y "las fuerzas vivas". Y la manifestación debía realizarse de todas maneras según lo programado, exigía el general Enrique Falconí Mejía, Jefe de la División Militar de Puno, no obstante, la oposición del Prefecto José Jiménez Camacho, en virtud a los informes que recibía de Inteligencia policial,
En realidad, el Prefecto se opuso desde el principio a la visita de la Sra. de Velasco y no lo hacía por el hecho de que la señora fuese de suyo antipática. No. Lo hacía por razones incuestionablemente prácticas. Hacía pocos días que doña Consuelo había terminado un viaje alrededor del mundo, gira no oficial, pero a costa del erario, que solo benefició a ella y a la comitiva que la acompañó.
Quizá por compensar de alguna forma la ausencia de la esposa del general Falconí en su comitiva viajera, Consuelo de Velasco lo primero que quiso hacer a su llegada, fue visitar a su amiga desterrada en Puno, pobrecita, pero por poco tiempo. Su marido recibiría recompensas por tamaño sacrificio.
El Prefecto Jiménez Camacho en varias oportunidades se comunicó con él Ministerio del Interior aconsejando la postergación del viaje de la señora Consuelo de Velasco. No era oportuna su visita a Puno y creo que a ningún otro sitio.
La juventud universitaria ya se había manifestado contraria a esa visita que consideraba una ofensa al pueblo. Hay que recordar que la Universidad del Altiplano -UNTA-, en aquella época, junto con San Marcos y la UNI, era la institución más anti-militarista y anti­velasquista. En nuestra opinión, solo la proximidad con el monte alto, hizo de la Universidad San Cristóbal de Huamanga el semillero de Sendero Luminoso
Pero el general Falconí minimizaba las amenazas. Su esposa ya se había comprometido a alojar a la señora Velasco.
Obra en mi poder los documentos que José Jiménez Camacho, Prefecto de Puno, mi padre; guardaba no sé para quién, en su maletín de médico de cabecera, hasta la hora de su muerte; comunicaciones al Ministerio del Interior en todos los tonos, advirtiendo los peligros que acarreaba la proyectada visita. Cuando después de su fallecimiento, en complicidad con mi madre violamos el mencionado maletín, encontramos suficiente material para la crónica que aún no se escribe.

Era el 26 de junio de 1972. La comitiva oficial ocupaba la tribuna de honor en el atrio de la catedral. Al centro la señora Consuelo G. de Velasco junto con su amiga la señora de Falconí. A un costado, el prefecto y al otro el general Falconí Mejía, jefe de la División Militar de Puno. Cerca del medio día, la plaza de armas estaba llena pero no solo de ayayeros. Grupos de universitarios estratégicamente diseminados empezaron la contra­manifestación. Al centro de la plaza, al lado del monumento a Bolognesi, cual punta de la lanza, el grupo más beligerante dirigido por el estudiante de agronomía Ronald Bustamante Valdivia, destacado maoísta, rechiflaba e insultaba osadamente a las autoridades.
Manuel Nuñez Rebaza, pinto!; hijo del gran Nuñez Ureta, abriéndose paso entre la multitud junto con un grupo de disciplinarios velasquistas, comu­nistas también, pero moscovitas, llegó al monumento a increpar a Ronald Bustamante sus actitudes antigobiernistas, allí al pie de Bolognesi empezó el 27 de Junio, enfrentados los comunistas provelaquista (moscovitas) y los universitarios radicales comunistas (pequineses). 
Era precisamente lo que buscaba Ronald Bustamante; algún motivo para iniciar la revuelta planificada cuidadosamente el día anterior en la Universidad, en reunión coordinada por el entonces anarquista Rolando Avila Díaz, Dirigente del Banco Popular del Perú (expropiado por el Gobierno), Presidente de la Federación de Trabajadores (CGTP), con los dirigente de los Estudiantes Universitarios de la UNTA entre ellos Raul Calle Rodriguez.

Bustamante lanzó el primer golpe, un recto en el rostro del corpulento Nuñez Rebaza que también mandado a hacer estaba para las broncas. Se inició una descomunal gresca. La fuerza de asalto de la policía intervino y los grupos de estudiantes se encargaron de generalizar el desorden, primeramente en el ámbito de la Plaza de Armas y después por toda la ciudad. Aquel día hubo manifestaciones relámpago en distintos puntos de la ciudad y gas lacrimógeno en todo el ambiente. Puno es chiquito pues. Correteos, persecuciones y muchos detenidos.
Esa noche se realizó una reunión en la Prefectura de Puno, convocada por el Prefecto Jiménez Camacho con asistencia del Alcalde Salas Bartra, el general Falconí, magistrados de la Corte Superior entre otras autoridades y los representantes de los estudiantes. Tengo a la mano el documento en el que concluyó la reunión del 26 de junio por la noche, en la Prefectura de Puno. Firmaron todos los presentes. Se trataba de un pacto de honor; de caballeros. Por un lado la autoridad se comprometía a liberar a todos los detenidos sin levantar cargos. Por otro lado los estudiantes se comprometían a dejar sin efecto todos los actos planeados con anterioridad por los universitarios para el día siguiente, 27 de junio.
El prefecto siempre apaciguador no era el primer entuerto que intentaba deshacer ordenó la libertad incondicional de todos los detenidos, incluido el iniciador de la revuelta, Ronald Bustamante. Después de firmado el documento de marras, hubieron apretones de manos, palmaditas en la espalda, sonrisas, y al final... felonía.

A la mañana siguiente los estudiantes encabezados por Rolando Avila, Ronald Bustamante y los liberados la noche anterior, iniciaron la marcha desafiante desde la Universidad hacia Puno. Debía haber víctimas, porque los radicales y anarquistas así lo buscaban. Era el 27 de junio de 1972. El Prefecto Jiménez Camacho se sorprendió al recibir las informaciones de lo que ocurría aquella mañana. Los dirigentes universitarios habían faltado su palabra de honor (¿?) provocando desordenes en las calles; y el colmo, habían dos tanques del Ejército apostados a la espera de los manifestantes.
Eran los años del Velascato. El gobierno militar después de años de colocar prefectos militares en los diferentes departamentos del Perú, había optado por nombrar prefectos civiles para amainar la imagen dictatorial. Pero era un embuste cuando se decía que el prefecto era "la primera autoridad política del departamento". Mentira pues. El control lo seguía ejerciendo el militar de turno; en el caso de Puno, el general Falconí Mejía; el mismo que en un rapto de ira, ordenara la mañana del 27 de junio la salida de tanques a las calles para reprimir a los estudiantes.
Nuestro Historico Puno
Los resultados no se dejaron esperar. El ejército disparó contra los manifestantes con la secuela de muertos y heridos. Una bala perdida mató a una humilde mujer encinta, (Candelaria Herrera), que trabajaba en el mercado vendiendo fruta. Todo ello fue muy bien capitalizado por los cabecillas revoltosos para encender la mecha de la sedición, ahora ya en el pueblo.
Por seguridad, el prefecto y familia así como los vecinos de la Villa Militar fueron evacuados al cuartel general de Chanu-Chanu. En efecto, la familia Jiménez nunca ocupó la residencia prefectural de la Plaza de Armas, sino que siguió viviendo en su casa de la calle Tarapacá, la misma que se intentó apedrear la noche del 27 de junio. Era comprensible, porque el Prefecto aparecía responsable de todo aquel desmadre, incluida la monstruosidad de sacar tanques a las calles para matar gente.
Aquella noche corrió mucho whisky en el cuartel de Chanu-Chanu mientras Puno seguía convulsionando en sus tumultos. Un capitán, portador de una invitación, acompañó al Prefecto desde su alojamiento al lugar donde se efectuaba una reunión dirigida por el general Falconí y allí, entre otras cosas, le dijeron que para tranquilizar al pueblo era necesaria una cabeza de turco, un chivo expiatorio. Por lo tanto se le sugería renunciar a su cargo. Así lo convencieron y así se hizo. Por cierto no le dijeron que con esta fórmula él se arrogaba toda la responsabilidad y no tenía luego a vindicar su actuación como Prefecto.
La candidez de esta actitud, en mi opinión, se debió a que las desgracias personales, los muertos durante la jornada, ya habían hecho mella en un espíritu extraño a felonías, violencia y asesinatos. Al amanecer del siguiente día José Jiménez Camacho dejaba Puno, casi en secreto en el vehículo de su propiedad, para no volver más a su tierra... ni volver a ser lo que fue.

Y QUÉ FUE DE LOS PROTAGONISTAS DE ENTONCES?
M
uchas aguas se han salido por el desaguadero, en breve serán 50 años de aquel acontecimiento, Puno desde siempre ha sido considerado un pueblo rebelde, en esta tierra han sucedido muchísimos acontecimientos, en los años 80’s ha sido considerado como una continuación de “Ayacucho”, en cuanto a la promoción del senderismo, aun así siempre ha sido olvidado por el poder central; en Puno la Justicia Popular ha ajusticiado a Alcaldes como representantes del poder, aun así es un departamento que tiene uno de los más grandes índices de pobreza y analfabetismo, tanto mas o menos como en 1972, y aun continua sin respuesta nuestra interrogante, a que si sirvió de algo y si pasado el tiempo el habitante puneño, ahora si libre de gamonalismo, podrá encontrar el derrotero de su destino feliz, alcanzará el deseo de una “patria nueva”, una “sociedad sin clases, sin explotados ni explotadores”, “una tierra sin pobres”, un “sumac causay”.

En cambio al pasar el tiempo podemos también preguntar sobre los protagonistas de ese acontecimiento, el General Falconí, siguió su “carrera militar” que llegó hasta la Casa de Gobierno como brazo derecho de Velazco; y de los estudiantes, su representante que entonces fuera Presidente de la Federación Regional de Trabajadores, se convirtió en un dirigente sindical, fue elegido diputado por Puno con el apoyo de los comunistas, hecho que le sirvió alcanzar la célula viva, aun siendo servidor de una empresa privada que expropio el Gobierno, también fue dirigente deportivo que dejo ingratos recuerdos a los aficionados, y finalmente asumió distintas banderas políticas en especial de sectores opuestos y distintos a los que en su momento representaba en Puno (PPC, APRA). Según las veleidades que da la vida. 

Y que fue del Prefecto?, eso se lo preguntamos a su hijo José Luis quien nos cuenta el destino del “Ñato Jiménez”, cual aureola de reivindicación justa, él nos dice que desde el 27 de junio de 1972, “José Jiménez Camacho, aquel dínamo que solía dormir tres o cuatro horas diarias para darse el tiempo que requerían sus actividades de médico, periodista, político, escritor, pensador; languideció por diecisiete años hasta la hora de su muerte. Desde aquel 27 de junio no compró ni un libro más que incrementara su enorme biblioteca, ni escribió más para el “Día Médico” de Buenos Aires, ni volvió a aparecer su columna en "Los Andes"; inquietudes periodísticas que lo llevaron a dirigir por mucho tiempo "La voz de Puno" y aun antes otras revistas en Azángaro.
No volvería a subir a alguna tribuna a exponer su verbo, forjado tal vez en las contiendas políticas que lo llevaron a la diputación por Azángaro en 1945; testigos son el Colegio Agropecuario y el obelisco a Choquehuanca de la Plaza San Bernardo, que plasmó Leonel Velarde. Bolívar, Encinas y Nuñez Butrón quizá resintieron el silencio de sus panegíricos. Y Choquehuanca perdió a su más devoto exégeta. Desde aquel 27 de junio, languideció por diecisiete años hasta la hora de su muerte en agosto de 1989. Murió de pena y amargura; de impotencia por saber que él mismo no pudo ni podía defenderse. Murió de pundorosa vergüenza... Murió de decencia.
Y que fue del principal protagonista, el pueblo de Puno, históricamente rebelde, sigue siendo el departamento olvidado por todos los gobiernos que nuevamente y cada vez que se presenta el fenómeno climático, recurren a las “campañas de ayuda por el friaje”, mientras es el departamento mayor productor de estaño, sigue siendo el más pobre en desarrollo, el nivel educativo es el más bajo, y si tiene un gobernante regional que tiene ideas distintas al gobierno central, por supuesto que es combatido, y no importa la persona quien fuera, simplemente es así la política representativa elegida mediante el “voto universal”, muchísimos hechos más que permite la democracia representativa, para que Puno continúe siendo uno de los departamentos más olvidados del Perú.
El principal protagonista de esta historia, el pueblo de Puno, aun pasados 38 años de entonces, no puede decir al fin “somos libres” ni tampoco “seamoslo siempre”, porque para serlo primero hay que ser un departamento con desarrollo, con crecimiento, con mejor educación, salud, nivel económico, con autonomía de gobierno, en fin, sueños que aun siguen siendo utopías al 28 de julio del fin de la primera década de este siglo. ¿Pasarán 38 años más para que Puno alcance sus sueños?, quizás no, quizás si, lo cierto es que hoy Puno está en manos de quienes hoy en su gran mayoría son hijos o nietos de quienes en su momento fueron beneficiarios de la Reforma Agraria, o de algún modo han sido parte de ese cambio de régimen de propiedad, y eso da mucho que decir, por ello lo único que podríamos desearle a nuestro pueblo en esta ocasión es, a no renunciar a la búsqueda de esa utopía -según la opción que cada quien tenga- ese sueño que está sintetizado en las palabras “Somos libres, seámoslo siempre”.

domingo, 24 de mayo de 2020

COLEGIO PEDRO VILCAPAZA

SOBRE LA CREACIÓN DEL GLORIOSO Y EMBLEMÁTICO
 COLEGIO NACIONAL PEDRO VILCAPAZA ALARCON 
DE AZANGARO
                                                                                                Por : Bruno Medina Enríquez


          Quien nos cuenta sobre la fundación del Colegio Pedro Vilcapaza, es su Director  Fundador, don Gabino Sumarriva Valenzuela, Don Gabino antes de llegar a a Azángaro en febrero de 1958,  había sido director del Colegio Nacional de Juli hoy "Telesforo Catacora" en 1946, con esa experiencia es designado por la Región Sur de Educación que entonces tenia su sede en la ciudad de Arequipa, a fin de que instale e inaugure el Colegio Nacional Mixto que hacia tiempo Azángaro necesitaba.


Sede del antiguo Local del Colegio



             El Colegio Nacional de Azángaro había sido creado por una Resolución Ministerial del mes de febrero de 1957, documento que a pesar de nuestra búsqueda no lo hemos encontrado aun, hay que tomar en cuenta que luego de emitirse la Resolución, esta había de implementarse, y uno de las acciones fundamentales para ejecutar la Resolución , es contar con presupuesto, y el presupuesto del Ministerio de Educación de 1957, no estaba incluida la implementación del colegio Azangarino. Por eso es que recién es tramitado para 1958, y en base a ese presupuesto es convocado el concurso de Directores para colegios  Secundarios que organizara la Región de Educación de Arequipa. 

              Téngase en cuenta que el Colegio Nacional de Huancané creado por resolución ministerial del 30 de noviembre de 1957,  este colegio  inicio sus actividades un 30 de abril de 1958, a donde también mediante ese concurso fue designando un Director Fundador. 
           De otro lado es de recordarse que del año 1946 data el Instituto Nacional Agropecuario Nº 21, colegio secundario técnico que fuera gestionado por el entonces Diputado Josè Jimènez Camacho. 

           A un memorial del pueblo de Azángaro ante las autoridades educativas, este Colegio pasò a denominarse Pedro Vilcapaza, y fue don Gabino Sumarriva, un profesor abanquino que llegó a las tierras puneñas, quien organizó e inauguró el "Colegio Nacional Mixto de Azángaro", un 20 de mayo de 1958. 

Aquí te traemos la transcripción de una entrevista que le realizamos al profesor Sumarriva, en la ciudad de Lima, donde residió sus últimos años de vida, él con la lucidez de sus recuerdos nos transmite su vivienda en Azángaro, la misma que duró unos cinco años muy fructíferos para la educación de la juventud azangarina.

              A don Gabino de sus más de 35 años de servicios como docente al servicio del Ministerio de Educación, esta etapa de su vida le marcó profundamente, y la recordaba con mucho cariño y mejores añoranzas, cuando participo del concurso de Directores y haber obtenido el primer lugar en las selección, le dieron la oportunidad de seleccionar el lugar donde querría ir a trabajar y su espíritu rebelde e innovador lo había motivado escoger  la ciudad e Azángaro  para la organización del recientemente creado Colegio Nacional, en virtud de ser admirador de Túpac Amaru II, y por ende del Prócer Pedro Vilcapaza, y esta fue su oportunidad de conocer en directo y trabajar en ese pueblo, orgulloso de haber sido un pueblo histórico, de ahí que cuando le hicimos la entrevista, don Gabino en cada una de las palabras de recuerdo expresadas rememorando esas viviendas, le salia la emoción desbordando su espíritu. Decía, ya fuera de la entrevista, que se sentía muy orgulloso porque lo trataron como una alta autoridad, y que fue considerado entre las más destacadas de la provincia, lugar donde se practicaba el respeto al "abolengo" y la "alcurnia", y agradece profundamente haber conocido y charlado muchísimas veces con los escritores Lizandro Luna y Alberto Rosello, ademas de diversos personajes de importancia de la época.

          Venga pues esa entrevista que esclarecerá con algún detalle como inició sus actividades el el Glorioso y Emblemático Colegio Nacional Pedro Vilcapaza de Azángaro.



                      ENTREVISTA A GABINO SUMARRIVA
Don Gabino cuando llegó a Azángaro
Por : Bruno Medina Enríquez

En el año 2002, cuanto estuve preparando la edición en forma de libro de su obra teatral “El Puma Indomable”, tuve una conversación con el Profesor Gabino Sumarriva, mi inquietud por que me contara sobre su presencia en Azángaro y cómo se creó el Colegio Vilcapaza era desbordante; muy a pesar que yo sabía que una Resolución del Ministerio de Educación de febrero de 1957 había creado un Colegio en Azángaro; entonces le hice una entrevista acerca del tema, que él con mucho cariño y atención la aceptó, texto que luego publicamos en citado libro y que ahora la traemos para conocimiento:


 Don Gabino  nuestro saludo y le pedimos que nos  haga una reseña histórica del Colegio Nacional Pedro Vilcapaza de  Azángaro.
 “Estimado Neñito: “El conocimiento de la historia de los pueblos y sus instituciones es un imperativo que nos toca a todos, el cariño de todo azangarino por su tierra natal se manifiesta en la consecuente preocupación y acción para alcanzar el esplendor y progreso de su ciudad y su gente. “El nacimiento del Colegio Nacional Mixto Pedro Vilca Apasa, es fruto de una larga y tenaz gestión de azangarinos encabezados por sus principales vecinos y sus autoridades; esta reseñas persiguen dar a conocer a los alumnos y exalumnos vilcapasinos, a los azangarinos y peruanos en general, una apretada nota de la historia de la creación y fundación del colegio de Azángaro. “El anhelo de Azángaro de contar con un colegio secundario, se cristaliza con el nombramiento de su primer Director, que recae en la persona del Profesor Gabino Sumarriva Valenzuela, quien elige la ciudad de Azángaro como su futuro centro laboral, por haber ocupado el primer puesto en el concurso de docentes para cubrir la plaza de Director de los colegios de la Región de Educación del Sur del Perú con sede en Arequipa, a su llegada no había nada, el colegio existía sólo en documentos, todo estaba por hacerse.
Promocion 1969

 ¿Con quienes contaba para iniciar las actividades?
Promociones 1968-69 y 70
 “Se inicia las actividades con el arribo del Director en el mes de marzo de 1958, con la ayuda de algunas autoridades y vecinos se concreta el alquiler de una casa grande se 2 plantas ala familia Villena. Se convoca los jóvenes más entusiastas y de entre ellos contratamos a un Secretario (Gilberto Macedo), un Tesorero (Villena) y un portero (Laruta). Para cubrir las plazas docentes se hace una convocatoria a los profesores graduados del Cusco y Arequipa, una excelente acogida permitió contratar a los mejores. Por las necesidades de mobiliario se contrata a unos buenos carpinteros y sus ayudantes, que confeccionan mesas, escritorios, carpetas y otros muebles de primera factura. “En abril se matricula a los primeros alumnos, son 36 varones y 18 mujeres (todo un éxito), con ellos se inicio al dictado de clases, la inauguración oficial se realiza el 20 de mayo de 1958, con asistencia masiva y entusiasta de las autoridades, vecinos y pueblo en general. “Profesores y alumnos se dedican con entrega a las actividades académicas, artísticas, musicales, deportivas y recreativas, conocedores de un Concurso Artístico organizado en la ciudad de Juliaca, se preparan alumnos y docentes, participando de manera destacada y expectante.

 ¿El Gobierno les facilitó el terreno donde hoy es el Colegio?
Actual Local del Colegio


“En 1959, con el deseo de adquirir un terreno para el colegio, se realizan diversas actividades pro fondos, tales como presentaciones teatrales, artísticas, tómbolas, kermesse, etc. Los esfuerzos son muchos pero los resultados no son suficientes, por lo tanto, el Directos, el Presidente de la Asociación de Padres de Familia, que se había organizado el año anterior, algunas autoridades entusiastas, visitan a los principales hacendados azangarinos para solicitarles su ayuda económica, la respuesta es entusiasta e inesperada, su resultado fue S/. 2,000 soles de oro de aquella época” “Se logra reunir S/. 33,000 de los que son depositarios los tesoreros del Colegio y de la Asociación de Padres de Familia, con esta suma se finiquita las gestiones con la Sra. Margarita Enríquez de Murillo (años después en su casa también se creo el colegio de mujeres) para la compra de un lote de una hectárea, al pie del cerro de la ciudad, a la entrega de la suma pactada de manos del Director y en presencia de algunas autoridades y del Tesorero de la Asociación de padres de Familia, contagiada por el entusiasmo la Sra. Enríquez de Murillo, se convierte en benefactora del colegio al entregar por el mismo precio no una hectárea sino dos hectáreas, se inmediato de perfeccionó la compra ante el Notario Publico. Este feliz suceso fue informado de inmediato a los despachos superiores de Educación de Lima y con la colaboración de los padres de familia se construyó un cerco perimétrico de adobes para resguardar el terreno.
Algunos Estandantes logrados en el tiempo

Y como es que se hoy lleva el nombre de Pedro Vilcapaza?

 “Desde los inicios, hubo acuerdo unánime entre las autoridades, los principales vecinos, el Director y el personal docente, para que le nuevo colegio llevara el nombre de Pedro Vilca Apaza, este consenso se trasladó a los congresistas por Puno, especialmente al representante de Azángaro, que finalmente concluyó con designar con ese nombre al Colegio Nacional. “Cumplidas las instancias anteriores, se obtuvo del Ministerio de Educación, el envío de los fondos necesarios a las oficinas del Banco de la Nación de Juliaca, con eso se dio inicios a la construcción del local propio. “Con un arquitecto designado para le caso, se planificó las aulas, oficinas, capo deportivo y todos los ambientes necesarios, con el ingeniero civil encargado de la obra, se contrató a los mejores albañiles y operarios, que hincaron la cimentación, para proseguir la obra con material noble, también se construyó un tanque elevado, alimentado mediante un sistema de bombeo ecléctico con aguas captadas del subsuelo.

 ¿Profesor Gabino, con qué más contribuyó usted para el colegio?
 “Contagiado de la efervescencia que se vivía, con mucho entusiasmo escribí un drama histórico inesperado en la correrías y sacrificio de Pedro Vilca Apasa que en su época dirigió desatadores ataques a los blancos y españoles que vivían en Azángaro, en Santiago de Pupuja y en pueblos aledaños. 
El drama se redacta con la valiosa colaboración del escritor Lisandro Luna, son quien sostuve largos diálogos, igual que lo hago con don Alberto Rosello, además se consulto libros escritos por Pedro Valcárcel y Atilio Sivirichi. La obra teatral fue escenificada con gran suceso, en los teatros de Azángaro, Huancané, Lampa, Ayaviri, Juliaca, Ilave, y Yunguyo, el elenco estuvo conformado pro alumnos Vilcapasinos. “Al segundo año de operaciones se hace realidad el sueño de contar con una Banda de Música, se inicia con la compra de una banda de guerra compuesta de 7 cornetas, 6 tambores metálicos y un bombo, que con el tiempo se transformó en una imponente Banda de Guerra y de Música. En esta época se implementa un Museo de Historia Natural con animales disecados de la región.

Autoridades Azangarinas en una ceremonia oficial de la época
 ¿Hasta cuando permanece en el Colegio de Azángaro? 
“A los cinco años, después de egresada la primera promoción, el 11 de diciembre de 1962, cumplida mi misión me trasladan a otra ciudad, me despiden con nostalgia y grande muestras de aprecio, por la autoridades, los principales vecinos, gente del pueblo y alumnos en general, hecho que hasta hoy recuerdo; la ciudadanía azangarina supo reconocer en mi la labor formativa son sentidos elogios y un Diploma de honor que lo conservo.

 Nuestro agradecimiento estimado profesor Don Gabino Sumarriva.
 “Los destinos futuros de Azángaro dependen de una adecuada educación en el marco de grandes adelantos científicos contemporáneos y recordar con orgullo, que fue el centro de la lucha revolucionaria contra la opresión y abuso de los españoles, y como consecuencia de ello el 08 de abril de 1872, enfrentó con bravura su suplicio final el altivo Pedro Vilca Apasa, en suplico similar al de Túpac Amaru II, pero con 8 caballos, eso hay que valorar de los azangarinos, su coraje para enfrentar sus retos.

Renovamos nuestro saludo profesor Don Gabino Sumarriva y gracias por traernos al recuerdo esta información tan importante.
(Bruno Ismael Medina Enríquez)