NUESTRA BIENVENIDA

Tu amigo Bruno Medina Enríquez, Director de la Revista ASWAN QHARI, te da la bienvenida para que juntos construyamos los enlaces que nos ayudan a revalorar nuestra cultura y auspiciar un futuro promisorio, en la búsqueda de alcanzar el Sumac Causay, que nos hará libres en una nueva sociedad!!!



miércoles, 21 de agosto de 2013

ACERCA DEL LIBRO "EL ORIGEN" de Bruno Medina Enríquez



ACERCA DEL LIBRO SOBRE HISTORIA DE LOS PUNEÑOS EN LIMA y El Origen de Brisas del Titicaca.


El Origen de Brisas del Titicaca.
Historia Documentada1961-1972 y

Los Puneños en Lima... en áquel tiempo

Bruno Ismael Medina Enríquez


-------------------------
© De esta edición:

Redacción y cuidado de la edición:

Bruno Ismael Medina Enríquez


--------------


Información y corrección inicial:

Armando Azcuña  Niño de Guzmán.

Diseño de carátula: Bruno Medina Enríquez


Impresión: Pablo Condori Ch
Hecho el depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 201300886 - Ley Nº 28377
Impreso para la BIBLIOTECA de Ediciones ASWAN QHARI  Av. La Paz 708  - Lima 32 - Perú,
por PC  Servicios Gráficos - Jr. Arnaldo Márquez 1210 - Jesús María. Lima - Perú. Primera Edición - Diciembre 2012



La presente edición se hace sumamente necesaria, en razón de que la historia de una de las más importantes instituciones provincianas en Lima, como es la Asociación Cultural Brisas del Titicaca, nacida en 1961, hace más de 50 años, no es certera y veridicamente conocida. Sobre sus orígenes y sus años aurorales se tejen diversas especulaciones, las más antojadizas, con versiones que sólo se tienen como referencia la memoria de quienes han ido incorporándose a partir de 1967 - 68, muchas de esas versiones tienen el tinte de resaltar el ego personal, algunos, aunque protagonistas, pretenden resaltar su presencia y satisfacer sus preferencias, a la que tienen derecho, pero esas versiones no son necesariamente ajustadas a la verdad. Se han contado y escrito versiones personales solo con la ayuda de alguna documentación posterior a 1968, ya que a falta de la documentación sustentatoria, se apeló a la ayuda de la memoria, que por cierto no necesariamente es precisa en fechas y datos. Sin embargo hay quienes aun arguyen que para redactar la historia que aquí se cuenta, había que haber estado presente en ella o ser su protagonista, lo cual llevaría a concluir erróneamente que, habría que desautorizar a don Jorge Basadre, por contar la historia de la República, en vista que él no ha vivido en el siglo XIX.
Según Nelson Manrique, lograr que la historia escrita refleje la realidad, es un reto con amplias dificultades. “El poder siempre va a tratar de reescribir la historia en función en de sus propios intereses. Al final, la investigación histórica es un espacio de lucha por preservar la memoria. Parte de lo que se debe afrontar es ese vacío de memoria histórica que debe proyectarnos al futuro. Porque un pueblo que no sabe de dónde viene, no sabe a dónde va”. Vale la pena empezar, por lo menos, a intentar. (Claudia Blanco en “Hildebrandt en sus trece” Nº 90, p.19 y ss. 19/01/12)
Por lo que es innegable que esta obra tenga sinnúmero de críticas y observaciones, como resultado de algunas omisiones, lo que es más natural cuando el redactor forma parte de un colectivo motivado por la permanente discusión y que en su caso incluyó un acoso político y judicial que duró varios años y que finalmente fue sobreseído, hechos que ameritan mayor polémica a este trabajo. Así pues, la larga investigación que concluye en este libro, rectifica y corrige los errores cometidos por algunas personas que aun sostienen una versión errada acerca de los orígenes de Brisas del Titicaca, en estas páginas se pasa a confirmar la verdad histórica, recurriendo a la amplia documentación que ha logrado acopiar, una excelente fuente de información y además de contar con la participación directa de uno de los protagonistas de la fundación de Brisas, el único en vida, lo que da a este trabajo un valor agregado y de primera fuente.
Es el resultado de la preocupación asumida desde los inicios de los años 90 pasados, por Bruno Ismael Medina Enríquez, director de la Revista Aswan Qhari1, por conocer y hacer conocer la real historia de Brisas del Titicaca, lo que le ha permitido efectuar la investigación y como consecuencia, realizar varias publicaciones sobre el tema en la referida revista.
Así en noviembre de 1993, publicó un primer artículo escrito por Gustavo Ames, titulado «Apuntes para escribir la historia de Brisas»; luego publicó otros textos sobre el tema en los números 8 y 11 de la revista y por espacio de más de dos años entre 1997 y 1999, en sucesivas ediciones 13, 14, 15, 16 y 17, publicó diversos artículos con el nombre genérico de «Referencias evidentes de la Fundación de Brisas del Titicaca», textos básicos escritos por ocho iniciales protagonistas, aunque el redactor principal de los artículos fue el profesor  Juan Carpio Mostajo; versión considerada la más trascendente y documentada,  ya que allí se hace conocer inéditos documentos, verídicos y fehacientemente comprobables, así como fotografías de las diversas actividades realizadas en los primeros años de la existencia de Brisas del Titicaca, siendo determinante la publicación en la edición Nº 14 de dicha revista, en Febrero de 1998, de una fotografía de 1962 -que hoy es profusamente exhibida- donde están los reales fundadores, prueba gráfica con la que quedó definitivamente confirmado el verdadero origen de la institución, hecho real que desde entonces ya no pudo ser desmentido de ninguna forma, por algunos agoreros que aun insistían que Brisas del Titicaca se había «fundado» en 1968, con el señor Carlos Cano como Presidente de la institución.
Publicaciones básicas que han servido en demasía para la redacción de este libro como de otros escritos y que nuevamente son reproducidos aquí.
Los artículos publicados en dicha revista incentivaron a don Carlos Cano Pinazo y don Julio Monje Herrera, quienes motivados e inspirados por lo que allí se relatara, deciden escribir sus memorias en un libro que fue impreso por la Institución en agosto de 1999 con el título «Brisas del Titicaca. Apuntes sobre su Historia y Trayectoria Institucional»2, donde relatan algunos hechos de los inicios y de etapas posteriores a la génesis.
Muy loable es la posición que asumen estos señores al reconocer que no son los fundadores sino, son continuadores de obras que otros puneños las empezaron, posición que la mencionan reiteradamente en dicho libro, especialmente en las páginas 118 y 129, haciendo referencia que en el año 1962 se conforma el Conjunto Musical Brisas del Titikaka en el domicilio de don «Policarpo Miranda Mestas» y que a partir de entonces hasta hoy como Asociación Cultural Brisas del Titicaca, es la misma institución; lo que sí hay que hacer notar es que en la parte inicial de su redacción dichos señores han hecho uso de gran parte del material publicado entonces en la Revista Aswan Qhari de Bruno, sin mencionar la fuente ni la propiedad intelectual de lo anteriormente publicado.
Hay aun algunas personas, muy pocas por cierto, que conociendo o no estas publicaciones, continúan sosteniendo argumentos contrarios sin ninguna base ni fundamento.
En noviembre del 2003, durante la Presidencia de Helbert Rondón, la Vocalía de Investigación y Desarrollo de la Asociación Cultural Brisas del Titicaca, bajo la Dirección de Jorge Velazco, publica un libro de pasta negra, -por ello es que algunos lo llaman «el libro negro»- con el titulo «Brisas del Titicaca, Orígenes y Proceso, 1967-1986»3, del que en el cuarto párrafo de su página 7 se consigna que fue escrito por dicha Vocalía, hecho que trajo algunas contradicciones con sus verdaderos autores, (David Meléndez, Manuel Cortez y Marcelo Bacigalupo); libro en el que se cometen innumerables e incalificables errores y falsedades respecto a los orígenes de la Institución y muchísimas otras inexactitudes entre fechas, fotografías, datos acerca de los acontecimientos relatados, deformando por completo con ello, el verdadero proceso histórico de la Institución; utilizando una vez más material publicado en la Revista Aswan Qhari, sin hacer referencia de la fuente bibliográfica. Esos datos son esclarecidos con precisión en capítulo aparte que se publica al final de este libro.
Para zanjar definitivamente los conceptos acerca de la verdadera historia sobre los orígenes de Brisas del Titicaca, en esta ocasión recurre a la publicación de diversos documentos, la mayoría  de los cuales en originales, fueron en su momento proporcionados para su publicación en la Revista Aswan Qhari, por el profesor Juan José Carpio Mostajo, su primer Presidente, hoy fallecido, como también por su familia; por el Señor Armando Azcuña Niño de Guzmán, el único sobreviviente de los iniciales protagonistas del entonces naciente Conjunto Musical Brisas del Titikaka, que en sus inicios fue dirigido y presidido por don Policarpo Miranda Mestas, así como materiales que fueron proporcionados por Tommy Sardón Bacarreza y Salvador Guardia Silva.
Se recurre  también a valiosos testimonios documentales no publicados en la Revista Aswan Qhari, así como otros materiales del archivo documentario que obran en poder de Bruno Medina, como son cartas, oficios, citaciones, tarjetas, fichas, fotografías, padrones, libros de actas, publicaciones de diarios de la época, todos estos documentos en originales y/o copias, certifican cómo han sido realmente los acontecimientos iniciales de Brisas del Titicaca y que al publicarlos hoy, contribuyen a  esclarecer definitivamente la verdadera historia de Brisas del Titicaca, su origen, su nacimiento y su fundación.
Se incluyen también, documentos tomados de los archivos de los diarios «El Comercio» y «La Prensa» en la Biblioteca Nacional, tanto por Miguel Montesinos Luján, como por Bruno Medina Enríquez quien además de recurrir a los archivos de ambos diarios, también recurre al diario «El Peruano».
Es en base a lo publicado en la mencionada revista, como a la documentación original que obra en su poder, que ha ido construyendo el texto del presente trabajo demostrando con ello, que el libro que publicó Bruno Medina Enríquez en el año 2001, con el título «Del Gran Cambio a la Consolidación Institucional»4 tiene los sustentos necesarios que confirman lo escrito allí, acerca de los años aurorales de Brisas del Titicaca. Libro que fundamentalmente trata de la historia institucional acontecida entre el año 1993 y el año 2001.
Cualquier otra versión coincidente es una copia tomada de lo publicado en la Revista Aswan Qhari y en ese libro, como también de los primeros originales de este libro facilitados a alguna persona antes de su impresión; así como cualquier otra versión diferente, queda desmentida, en vista de que los documentos publicados aquí, demuestran indubitablemente, lo acontecido en los once años iniciales de Brisas del Titicaca y se ha tomado la alternativa de relatar la historia de esta etapa hasta 1972, porque en esa fecha se llega al local de la Av. Santa Cruz, donde concluye esta etapa de construcción inicial, para luego al pasar a ese nuevo local del distrito de Jesús María, donde se vive una nueva y hermosa etapa de relativo desarrollo, por varios años se alcanza un alto nivel en la organización, hasta que en 1979 la institución sufre un breve periodo de aletargamiento y pretendida desaparición; aunque tiempo después se reconstituye nuevamente, se asienta en el Jr. Wakulski e inicia un nuevo periodo de vida institucional, muy promisorio que también origina por cierto, hasta tres etapas bien marcadas de desarrollo, (1982-1993, 1994-2001, 2002-2010), cada una con sus propias características y particularidades, por la forma en que se ha dirigido la institución en esas etapas de gestión diferenciadas claramente entre ellas; sin embargo el recuento de esas etapas, deberá ser materia de nuevos estudios.
Al presentar esta obra,  se ha optado en llamarla El Origen de Brisas del Titicaca, Historia Documentada y Los  Puneños en Lima en aquel tiempo... porque la historia que se relata es la historia originaria de Brisas, y porque está profusamente documentada con materiales generados en la albores  de la  institución; con ella se espera contribuir a que se conozca la verdadera Historia Documentada de Brisas del Titicaca y sean desterradas por siempre las versiones antojadizas, verbales o escritas, acerca de los hechos, fechas, personajes, acciones y datos que el tiempo y la memoria los han tergiversado.
  La  redacción de este libro ha estado a cargo de Bruno Ismael Medina Enríquez, quien fue directivo de la Institución como Tesorero entre 1995 - 1997 y luego Vicepresidente entre los años 2000-2001; director de la Revista Aswan Qhari, donde publica por primera vez, las «Referencias Evidentes de la Fundación de Brisas del Titikaka» entre los años 1995 - 1999, es además autor del libro «Del Gran Cambio a la Consolidación Institucional», que trata acerca de una etapa muy significativa de diez años acontecida en la vida institucional, de cuando Brisas del Titicaca inicia su desarrollo y alcanza su consolidación.
En el presente trabajo se ha contando con la participación en la corrección y apoyo básico en cuanto a la información auroral de primera fuente de Armando Azcuña Niño de Guzmán, quien por ser uno de los fundadores de Brisas del Titikaka, estuvo en los orígenes a partir de 1961, Armando ha sido proclamado como Asociado Honorario en 1996, hoy es un exitoso y activo promotor cultural que recorre el  Perú y el extranjero, obteniendo merecidos reconocimiento en el lugar donde llega.
Para la elaboración de este trabajo también se ha contado con la información proporcionada por Miguel Angel Montesinos Luján, ya que participó como  directivo entre los años 1968-1970, hasta que en 1994 se retira de la institución, reincorporandose después en el año 2005.
Como preámbulo al tema central de este trabajo, se incluyen dos textos, uno de Federico More escrito en 1952, muy sublime, y otro de Guillermo Vásquez Cuentas escrito el  2012, muy actual,  ambos motivan el puneñismo en quien inicia la lectura de este libro; se incluye también una regia nota introductoria del amigo y periodista puneño Adolfo Huirse Cairo, así como el texto completo, corregido, aumentado y actualizado de Los Puneños en Lima... en aquel tiempo», escrito por Bruno Medina y publicado en noviembre de 2008, que trata en realidad de los antecedentes históricos de Brisas del Titicaca.
Es necesario reconocer a quienes han contribuido generosamente con su aporte anónimo, material y moral, para que la publicación de este libro sea efectiva; muchos de ellos como conocedores de los verdaderos orígenes de la Asociación, estarán complacidos de que esta edición.

CONCURSO DE SIKURIS 2013

Sikuris “Juventud Obrera” de Puno mostró su supremacía

Escribe: Katia Ramos Condori | Sociedad -Los Andes de Puno 19 ago 2013


Energía y bellas melodías, se expusieron ayer en el trigésimo sexto concurso de Sikuris, realizado en homenaje a la Virgen de Cancharani, evento en que resultó ganador absoluto el conjunto de arte Folklórico Sikuris “Juventud Obrera”.
“Agradecemos a todos los participantes que se prepararon mucho y llegaron a este lugar para ser parte de este concurso, tenemos buenos premios para ellos”, dijo el presidente de la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno, Javier Ponce Roque.
El evento empezó aproximadamente al mediodía y concursaron 21 conjuntos, además que otras 4 agrupaciones de sikuris se presentaron en exhibición, todos ellos se ganaron el aplauso de los asistentes que llegaron hasta el santuario de la Virgen de Cancharani, para rendirle homenaje.
Conjunto de Arte Folklórico Sikuris “Juventud Obrera”, integrado en su mayoría por niños y adolescentes, resaltó por su destacada participación, ellos obtuvieron un puntaje de 89. 40, resultando ganadores de la categoría de un bombo, además se ubicaron en el primer lugar de todo el concurso.
En el segundo lugar de la categoría un bombo, se ubicó la agrupación “Zampoñistas del Altiplano - Huajsapata” con 88. 90 puntos. Ellos tuvieron el noble gesto de entregar su trofeo a los niños del conjunto de Sikuris Escolar de la “UGEL Puno”, en mérito a su esfuerzo.
Por su parte, la Asociación Cultural de Sikuris “Fuerza Joven” - Puno, se ubicó en el primer lugar en la categoría de varios bombos, con un puntaje de 87.50, seguida por el Conjunto de Danzas y Música Autóctona “Qhantati Ururi Conima”- Base Puno, quienes obtuvieron 87.33 puntos.
“Estamos felices, es la primera vez que ganamos este concurso, nos preparamos mucho para participar y estamos felices de obtener este premio, felicidades a todos los integrantes de Juventud Obrera”, dijo Davis Flores Catari, miembro de este conjunto de sikuris.

RESULTADOS DEL XXXVI CONCURSO DE SIkURIS 
"VIRGEN DE CANCHARANI" DE PUNO
1. Conjunto de Arte Folklórico Sikuris “Juventud Obrera” 89.40
2. Agrupación Zampoñistas del Altiplano – Huajsapata 88.90
3. Asociación Cultural de Sikuris “Fuerza Joven” – Puno 87.50
4. Conj. de Danzas y Música Aut. “Qhantati Ururi Conima” – Base Puno 87.40
5. Asociación Juvenil Puno – Conjunto de Sikuris 27 de Junio 87.33
6. Conjunto de Sikuris del Barrio Mañazo 86.67
7. Asoc. Cultural Zampoñistas Lacustre del barrio José Antonio Encinas 86.53
8. Grupo de Arte Alma Aymara Sikuris “Huayna Marca” Puno 85.17
9. Sikuri Universitario de la UANCV 84.97
10. Organización Cultural “Wiñay Quta Marka” Ccota Platería 84.97
11. Organización Cultural Armonías de Vientos “Huj´maya” 84.95
12. Agrupación de Zampoñistas Juventud Paxa – Jupax 84.38
13. Conjunto Suri Sikuris “Ciudad del Lago” – Puno 83.90
14. Zampoñistas Cultural Arco Blanco – Puno 83.43
15. Asociación de Zampoñistas Juventud Mañazo – Distrito de Mañazo 83.10
16. Conjunto de Sikuris Apu Atojja – Chucuito 81.78
17. Agrupación Cultural Sikuris “Claveles Rojos” Huancané – Base Puno 81.20
18. Comunidad de Arte y Cultura Lupaca 80.55
19. Conjunto de Sikuris Escolar de la “UGEL Puno” 78.20
20. Asociación Cultural Puno “Sikuris Wila Huayna” (Descalificado) 0.0
Agrupación Cultural Sikuris Juventud Rosales del Distrito de Rosaspata (Exhib.)
Conj. de Música y Danza Autóctonas Wiñay Qhantati Ururi – Conima (Exhib.)
Agrupación Zampoñistas “Proyecto Puno” (Exhib.)
Conjunto Sikuris Hillary Huayna (Exhib.)

AQUI PODEMOS ESCUCHAR A JUVENTUD OBRERA:
https://www.youtube.com/watch?v=dkFcqT-b9Rg

martes, 13 de agosto de 2013

EL ORIGEN DE BRISAS DEL TITICACA









Presentan libro “Origen de Brisas del Titicaca y Puneños en Lima”

Escribe: Katia Ramos Condori | Diario Los Andes de Puno Sociedad13/08/2013 03:09h
 


El último viernes en el club departamental Puno, fue presentada la reciente investigación “El Origen de Brisas del Titicaca y los Puneños”, libro en el que se detallan episodios de la migración de los puneños a la capital de la república y los aportes que hicieron desde los años cincuenta.
Su autor, el azangarino Bruno Medina Enríquez, un ejemplo a seguir, llegó a la capital de la república en los años 70, desde entonces se dedicó analizar y realizar publicaciones sobre los aportes que realizaron los puneños en Lima.
Según relata en su libro, los puneños se trasladaron a la capital, llevando consigo sus costumbres ancestrales, logrando destacar entre todas el folklore y la música, manifestaciones artísticas que con el tiempo fueron admiradas por propios y extraños, surgiendo así la Asociación Cultural Brisas del Titicaca.
Medina Enríquez, conduce el programa radial “La voz de Puno”, emitido a nivel nacional por Radio Victoria, espacio dedicado a la labor de los puneños en Lima; además fue director de las 18 ediciones de la revista “Aswan Qhari”, publicación difundida a nivel nacional en homenaje a Puno.

Puno en Lima- 

Sobre la obra de Bruno Medina Enríquez

Escribe: Adolfo Huirse Cairo

Acucioso como él solo,  Bruno Medina Enríquez nos presenta un esforzado trabajo de investigación sobre la presencia de los puneños en Lima que nos permite conocer, en la perspectiva del cercano siglo XX pero en el drama y casi inexorable de la marcha del tiempo, la extraordinaria tarea que cumplieron nuestros coterráneos en la capital de la República, muchos de los cuales, tal vez la gran mayoría, llegaron en las oleadas a que los empujaron las heladas y sequías tan temibles en nuestro altiplano.

¿Cuántos puneños llegaron a Lima a partir de 1950? Es muy difícil establecerlo. Baste saber que en los años 50 éramos el departamento más poblado del Perú, cuando la población nacional era de casi 8 millones de peruanos, tantos como la que hoy alberga solamente Lima.
Las estadísticas de los años 70 indicaban que éramos en Puno apenas unas cuantas decenas de miles por encima de los 600 mil, lo que nos indica que habría habido un éxodo de casi 400 mil puneños en aquellos años, no solo a Lima sino también a Tacna, Moquegua, por las minas, a Arequipa, Cusco, Ica y la capital.
Pueblo musical y dancístico por estirpe y por excelencia, su gente no pudo llegar a otros parajes sin llevar a cuestas sus inconmensurables manifestaciones culturales, tradicionales, en aspectos como la música y la danza, la pintura, el arte textil y hasta en la cerámica, cuando no en aspectos como la culinaria. Ni hablar de las fiestas tradicionales
El puneño, tal cual puntualiza Bruno en su estudio, vino con todo , entronizó en la capital a sus vírgenes y sus santos, trasladó sus fiestas tradicionales y le dio el empellón decisivo a las puertas capitalinas para que se introdujera el folklore andino en los grandes escenarios.
Bruno lo recuerda muy bien. El arribo de las múltiples embajadas folklóricas desde los años 30 hasta el golpe macizo del decenio de 1960 con la APAFIT y el Centro Músical y de Danzas Theodoro Valcárcel.
Alguna vez sostuvimos que esas presentaciones, por espectaculares y por traer una sustantiva parte del bagaje de nuestras danzas y músicas, fue el punto de quiebre para que el Perú profundo ingresara triunfante en Lima a mostrarse tal cual.
Bruno también hace un recuento de las instituciones formadas por puneños en Lima en medio de lo cual debe tener, claro, un lugar personalísimo y meridiano la Asociación Cultural Brisas del Titicaca, entidad que a lo largo de 50 años fue el crisol de todos los sectores puneños y que tuvo la virtud de darle a nuestras danzas la prestancia a que eran llamadas, sin ningún atisbo de chauvinismo. Fue el baúl donde comenzaron a atesorarse nuestras más bellas expresiones dancísticas.
Papel enorme el que cumplió Brisas del Titicaca en nombre de los puneños.
Y esto que yo le esté enfatizando en pretérito a esa tarea creo que deberá tener respuestas muy concretas si ese pretérito quisiera tornarse presente.
Este trabajo de Bruno Ismael nos ha proyectado al pasado reciente y a examinar cómo los puneños fuimos pioneros de una presencia provinciana en Lima no sólo a través de la música y la danza sino también por medio de las instituciones como ésta que hoy nos cobija.
Es bueno hacer memoria sobre estos acontecimientos y muy bien que se haya puesto en blanco y negro para que quede como historia de puneños.
Sin embargo, la oportunidad casi como que nos empuja a algunas pocas reflexiones sobre aspectos en los que hemos incidido mucho a lo largo de estos últimos 20 años en Lima.
Muy bien que los puneños hayamos sido pioneros en la capital. Pero, y ahora, ¿qué estamos haciendo? ¿Qué papel están cumpliendo los puneños y las instituciones de puneños en Lima?
Y quiero tocar apenas dos aspectos: la música y la danza.
Es cierto, Puno trajo a Lima sus embajadas folklóricas en los años 60 y deslumbró a la intelectualidad de la época. Hasta José María Arguedas, hombre de la sierra, profundo conocedor de la idiosincrasia del pueblo peruano, se conmovió al punto de haber ido hasta nuestra tierra para ver in situ  si era verdad tanta belleza. Y volvió no solo más conmovido sino fascinado. Puno era mucho más de lo que habían llevado los pioneros a la capital.
¿Qué ha pasado desde entonces, qué estamos aportando hoy al enriquecimiento de ese enorme bagaje cultural que la estupenda y extraordinaria coreografía puneña, quechua y aymara, nos ha legado? Creo que es poco lo que tenemos que exhibir, ¿no es cierto?
Y en materia musical la cosa, creo, va peor.
Hace unas noches, un lunes, tuvimos un conversatorio en la Asociación Cultural La Candelaria sobre el presente y el futuro de la música criolla. El criterio unánime, con sesgos y matices, fue que algo grave ocurre con la música criolla. Alguien dijo que estaba en cuidados intensivos. Otros afirmaron que tenía respiración boca a boca.  Y todos eran criollos de alta cepa.
¿Qué podemos decir de la música puneña? ¿Dónde está la nueva música puneña? ¿Dónde están los nuevos compositores? ¿También está nuestra música en cuidados intensivos?
Es cierto. Fuimos pioneros de la presencia musical provinciana en Lima, le abrimos las puertas de los grandes escenarios a las expresiones artísticas andinas, nuestra música fue muy bien ponderada entonces. Pero al tiempo, la música ayacuchana arrasó con todo, y luego vino la huanca, y la cusqueña, y la de la selva, en fin. ¿Y la música puneña?, tuntuneada, ensayada, entobada.
Entonces, hay hermanos muchísimo por hacer. Y aquí el papel de las instituciones es vital. Ya lo demostró Brisas en la década del 90 y alguna parte inicial de los años 2 mil.
Es tiempo entonces que luego de leer el libro de Bruno Medina meditemos en lo que de la historia artística del Perú nos toca a los puneños, cuál es nuestro papel proyectado hacia el futuro.
Muy bien que se nos refresque la memoria y nos haga ver en la perspectiva cuán valioso fue el puneño para el arte nacional. Eso es lo excelente de este trabajo, hecho con pasión, con acuciosidad que ya quisiéramos para nuestra propia profesión periodística. En hora buena, que este excelente compilación de hechos y datos sirva para samaquear nuestra memoria y nuestro espíritu a fin proyectarnos hacia el mañana, que de eso se trata, del futuro, del futuro de la música, la danza, las expresiones artísticas tradicionales y las instituciones puneñas en Lima.
 Y también de los puneños.