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Tu amigo Bruno Medina Enríquez, Director de la Revista ASWAN QHARI, te da la bienvenida para que juntos construyamos los enlaces que nos ayudan a revalorar nuestra cultura y auspiciar un futuro promisorio, en la búsqueda de alcanzar el Sumac Causay, que nos hará libres en una nueva sociedad!!!



sábado, 10 de marzo de 2012

EN RECUERDO DE SEVERO ARROYO


SEVERO ARROYO GOYZUETA, ESTA PRESENTE
Escribe: Bruno Medina Enriquez
Nació en Yunguyo el 1 de febrero de 1939, murió en Lima el 9 de marzo de 2012.
Quien los últimos años de su vida, soportó estoicamente una vana e inútil persecución política y judicial que muchos conocen,  hecho que compartimos con él con la fortaleza de un puneño que de a verdad quiere a su tierra, como lo fue Severito.

Severo Llevando el estandarte Briseño, 
en la primera presencia oficial de Brisas en Puno año 2000

Días antes de cumplir sus 21 años llegó a Lima a fines de 1959, con una guitarra al hombro,  y grandes entusiasmos bajo el brazo, como integrante del Centro Musical Yunguyo, que había llegado en aquella ocasión a grabar música puneña en discos de acetato, que hacia apenas un año ya se fabricaban en el Perú, luego que en 1958 el Presidente Prado, liberara la importación de discos.
El Centro Musical Yunguyo fue el segundo grupo musical puneño que llegaba a Lima a grabar música puneña, antes lo había hecho el Centro Musical Ayaviri; después, en 1960 llegaría el Centro Musical Lampa y el emblemático C.M. Theodoro Valcarcel recién llegaría a grabar en 1962, aunque en 1957  llegó con una embajada cultural, pero entonces no tuvo oportunidad de grabar discos, aunque despues pudieron imprimir algunos de 45 rpm, publicados en base a cintas magnetofónicas caseras que se convirtieron en ese formato.
Resulta que el Centro Musical Yunguyo había ganado durante tres años consecutivos (1957, 1958, 1959), el concurso departamental de estudiantinas, que en ocasión del aniversario de Puno organizaba el Instituto Americano de Arte en Puno,  y uno de los incentivos por este triunfo, era llegar a Lima para grabar la música que interpretaba. De esos años gloriosos son los conocidos temas “desde la frontera vengo, palomitay, solamente por quererte ayayay vidita me voy, me voy hay sabe Dios si volveré” o aquel emblemático “Yunguyo mío eres una perla, a las orillas del Titicaca”, tan bien interpretados por el Centro Musical y la alta y clara voz de Maruja Maidana, que cautivó muchas juventudes de aquellos tiempos y aun de hoy día.
Si pues nuestro amigo Severito, había llegado con la delegación musical de Yunguyo, solo por unos días para grabar esa música, pero a resultas de estar ya en Lima a minutos antes de regresar a la tierra con la delegación, el Severito no apareció en la agencia de transportes de “San Cristobal”, ubicada en el Parque Universitario; había decidido no abordar "la góndola" y quedarse por estos lares, buscando a algunos parientes donde lo acogieran. Entonces se cobijó en su antigua residencia del Jr. Lucanas 530 interior I, en el popular distrito de La Victoria, compartiendo esa vivienda con otros emprendedores jóvenes de su tierra yunguyeña de aquel entonces, como Isaac Bustamante Velazco, Nolasco Maydana Velazco, Victor Guzmán Vilca, Eleodoro Loza Velásquez, con quienes también se inmiscuyó profundamente en el Centro Social Cultural Yunguyo y en Brisas del Titicaca, donde Isaac Bustamente y Nolasco Maydana, formaron parte del primer elenco de danzas de esta última institución.
Desde ese tiempo ya en Lima, se empeñó en cultivar un futuro promisorio para su vida, se dedicó a trabajar en ese popular distrito de La Victoria, siendo uno de los cuasi fundadores, junto a muchos puneños, del hoy popular emporio de “Gamarra”, en el sector de confecciones, pero no solo eso, con su empedernida voluntad de buscar el progreso, también se preocupó de sus estudios, concluyendo su profesión en la facultad de Derecho de la Universidad Nacional Federico Villarreal, que por cierto no la ejerció a plenitud, porque "el trabajo emprendedor" de ganó a la profesión.
Como directivo de la ACBT con Lucho Arrese (+), Lucho Arenas  y Bruno Medina
Como todo músico puneño y estando en el ambiente de la gente puneña que andaba en el barrio de El Porvenir o al rededores de La Parada, inmediatamente se contactó con el ambiente puneño que era muy numeroso en esos sitios, tanto así que en 1960, fue el primero en asumir el Alferado de la Primera Fiesta Patronal de los puneños en Lima, como fue la Fiesta del Tata Pancho, que organizaba el Centro Social y Cultural Yunguyo, que hacia pocos años se había fundado en Lima y a continuación hacia 1961-62, convertirse en uno de los primeros en integrarse al Conjunto Musical Brisas del Titicaca, que luego se llamaría Centro Musical y hoy es la Asociación Cultural del mismo nombre, donde la mayoría de los puneños que se integraron esos primeros años, vivían alrededores de esos barrios populares. Desde entonces hasta ayer en que se ha ido, Severo no ha dejado nunca sus quereres briseños, a pesar que allí fue acusado falsamente, hecho que sin embargo soportó estoicamente, con los sinsabores que trae que alguien lo calificara de “ladrón”, o como y cuando los que consideras tus mejores amigos te dan la espalda, por que creen “lo que dice la gente”, peor si todo esta mentira fue convertida en un proceso judicial fatuo e inútil, por un par de personas de mala fe que no merecen recordar, porque finalmente la justicia, más que Dios, le ha dado la razón a él y a sus amigos que lo hemos querido.
Así pues, Severito, querendón, cariñoso, desprendido, pasó su vida en Lima, sin jamás sentirse un desarraigado de su tierra, a donde siempre retornaba con mucha devoción, gracias a los éxitos que la vida y su trabajo le habían dado como oportunidad, desarrolló su trabajo con mucho éxito en el campo de las confecciones y la artesanía, de la mano con su fiel compañera Clotilde Borda, y los hijos que han compartido de porvida el trabajo y los éxitos no solo en el Perú, sino en el extranjero, donde siempre viajaba, llevando la producción nacional a diversas ferias internacionales, en América, Europa y Asia; en estos días estaba preparando su viaje a la China.
Su antigua y auroral participación en Brisas del Titicaca, hasta llegar a ser asociado Vitalicio, la vio plasmada siendo Tesorero del Consejo Directivo de la institución entre 2000 y 2001, gestión con la que participó con mucho éxito en la transformación, desarrollo  y consolidación institucional, mezquinando hasta el más pequeño centavo a quienes venían a pedirle “alguito” o pretendían conseguir prebendas, en un lugar donde todos tienen mas bien que aportar; eso si enemigo acérrimo de quienes exigían algo, sin antes dar nada, razón por la que se consiguió también algunos enemigos gratuitos.
Pero así es la vida mi querido Severito, te haz ido feliz, sabiendo que la Justicia te ha dado la razón, y siempre recordaremos tus ultimas palabras “no seas rencoroso, si a la otra vida no nos vamos a llevar nada”, aunque eso no sea cierto porque te llevas nuestro cariño y nuestro reconocimiento eterno, mediante un fuerte abrazo de hermano y esta palabras escritas a lo apurado y te llevas los últimos párrafos del libro donde debería estar la historia de cómo fuiste el primer Alferado de Tata Pancho en Lima.
Hasta Siempre Severo Arroyo Goyzueta
 
Severo Arroyo suscribió en la Asamblea del 13 de julio de 1967